Al parecer la actual Asamblea sigue refundando y refundiendo a la nueva república. Legislación en todos los frentes, un todo borra y va de nuevo, una fertilidad asombrosa. Posiblemente todo esto se deba a Google y al poder de las computadoras que tiene la facultad casi omnímoda de lograr un
Antiguamente, y hablo cuando yo era estudiante de derecho, y buen estudiante por cierto, se estudiaban los fundamentos que eran universales histórica y geográficamente, o al menos que tenían alguna longevidad respetable como para que nadie los cuestione. Y en la materia de Introducción al Derecho se analizaba si son las costumbres las que se convierten en leyes, o si son las leyes las que forman las costumbres. Resulta más fácil lo primero porque es de simple implementación y casi de inmediato. Pero conforme la noción del Estado se amplía con el nacimiento de las desigualdades sociales, se hace necesario que a través de las leyes se impongan las costumbres. Y estos casos hay un riesgo: el de dictar leyes que se convierten en letra muerta, como por ejemplo la ley de tránsito por citar un dramático ejemplo.
El legislador debe abandonar el Google por un momento, y aterrizar en su realidad, para facilitar que sus leyes se conviertan en costumbres. Algo así ha sucedido con el tema fiscal, donde se ha progresado lentamente y se avanza con firmeza. Ha tomado 14 años llegar a crear una relativa cultura tributaria. Y así de pronto, un día cualquiera, la ley del trasplante de órganos quiere imponerse a patadas. Hay un principio básico que ellos han saltado, pues esta ley se fundamente en algo así como “que usted es un donante, salvo que pruebe lo contrario”. ¡Vaya irrespeto! Debería ser de otra manera para ganarse el derecho de convertirse en costumbre. Se debe partir de que nadie es donante hasta que manifieste por escrito su voluntad al respecto. Y ese registro se lo debe hacer no en el Registro Civil, como el Organismo Nacional de Trasplantes y Tejidos (Ontot) sino en un Registro de Donantes, donde uno voluntariamente debe acercarse para expresar por escrito y con su firma su voluntad de ser donante.
Para lograr adeptos y despertar este acto de generosidad del ciudadano donante se debe concientizar al público, tal como hace la Cruz Roja para obtener sangre. Que en lugar de tanta publicidad política, se le encargue a nuestro Vicepresidente para que se ocupe de este tema. Finalmente es un personaje que tiene el perfil de credibilidad necesaria para manejar una campaña de largo aliento, serena y profunda para concientizar al respecto.
Me aterra pensar que nuestro Estado, tan centralizado, omnímodo y politizado, pueda manejar este tema de la donación masiva e intempestiva de órganos técnicamente. Seguramente esta obligatoriedad de donar expeditivamente un órgano, ofrecerá muchas tentaciones a las debilidades humanas. Me aterra que en el Registro Civil no se duplique o falsifiquen las cédulas, pues si en fútbol se lo hace porque existe dinero de por medio, aquello de los órganos ofrece una perspectiva enorme para que se formen carteles para el tráfico de órganos y que incluso se llegue al sicariato para conseguir un órgano, que antes del balazo, estaba nuevecito. Al delito posiblemente la policía lo llame “riñón expres” y complica las estadísticas comparativas que llevan.
Suena bonito afirmar que los órganos ya son de todos. Pero yo por mi parte no quisiera ni el hígado del Presi, ni su rodilla metálica. Tampoco quisiera su lengua. Por mi parte no tengo nada que ofrecer, sino estas meditaciones medio en serio y medio en broma, para que sean difundidas por los órganos correspondientes, mientras estos, por cierto, no sean censurados para evitar que se contraríe la voluntad soberana de estos revolucionarios Google
Esto de la donación de órganos es algo serio que debemos empezar a considerar y a analizar a fondo. Nadie puede obligar a otra persona a donar sus órganos, cada uno es dueño de su cuerpo y sabrá si desea o no donar algo de sí. Es una falta absoluta al derecho de cada quien, eso no lo podemos permitir…muy acertado el artículo de Henry.
EN EFECTO, AHORA ABRA MAS SICARIATO. BASTARA TENER ALGO DE BUENA SALUD OARA RECIBIR UN BALAZO PARA SER UN «DONANTE VOLUNTARIO DE ORGANOS». TAMBIEN ABRAN NUEVAS EMPRESAS EXPORTADORAS DE ELLOS A PAISES RICOS DONDE SE PAGARAN MILLONARIAS CANTIDADES
Era lo que nos hacia falta en el paisillo, cada vez mas africanizado por una tracalada de burros que calientan el puesto en la a$amblea, y el asno mayor que aprueba cualquier adefesio con tal de no perder ni una pizca de poder.
Ya nos dieron los carteles de la droga, con las pocas recomendables familias mexicanas y colombianas como la se Sinaloa y las asesinas FARC y sus escuelas de sicarios, y ahora para rematar: ¡Bienvenido sea el tráfico de órganos! Por fin el siniestro tráfico de órganos ya será de todos. El primer Ministro de Kosovo, Hashim Thaçi debe estar muerto de envidia; lo que él soñó, las mulas a$ambleístas arreadas por Rafael Correa se lo realizó.
D.HENRY:ESTE ES UN PAIS DE LOCOS.!!!! DE MANERA QUE SI YO NO DIGO NADA,CUANDO ME MUERA, ME CAEN ENCIMA UNA BANDA DE GALLINAZOS,ESTANDO AUN CALIENTE Y ME DEJAN EN PURO HUESO.!!!!!!! Y SI DESPUES DE MUERTO, LE DAN MIS NALGAS A UN MARICON Y ME DAN POR EL …..!!!!!! ESTO ES LA LECHE.!!!!!!!!!!!!!!
Marketing de este gobierno. Ellos deberían ser los primeros donantes… Por ejemplo, ese par de ojitos verdes, picarones, que centellean …¿a quién se los dejará? ¿Y su robusta osamenta?
Toda la ralea que conforma el ente gubernamental deberían de ser quienes nos den el ejemplo… Ellos y su parentela deberían encabezar esta «fantástica» idea «humanitaria» y solidaria! Tiene razón señor Raad, la decisión debe ser de voluntad y no imposición.. pero como estamos en una cuasi dictadura «los órganos ya son de todos»..
En vida ya nos quieren despedazar, no contentos con irnos esquilmando poco a poco… ahora hasta muertos nos retacearán!
Nací con una enfermedad que desde la adolescencia deformaba mis corneas, durante mi vida he recibido tres trasplantes; la inexistencia de una regulación sobre esta temática tornó en verdaderos martirios la cosecución de las mismas. A mi juicio esta Ley es un hito en la legislación ecuatoriana. Solo quiero transmitir mi testimonio