La revolución de alianza país cada vez mas aleja al país de Dios. Para nada común es que el líder de de la parte humana de la Iglesia Católica en la tierra, llame la atención a un país a tener cuidado y que este opuesto a la constitución actual. No es la primera vez. Pero no ha habido 3 veces. Y es que la misión del cristiano es mantener una actitud crítica frente a la sociedad y a las formas de vida que atentan contra los valores. Tenemos que seguir denunciando las injusticias. Hablar de estos temas evidentemente se hace incómodo para quienes buscan su propia conveniencia y quieren vivir instalados en su propia seguridad descuidando la de los demás.
Vemos en USA que están tratando de sacar a Dios como sea. Por otro lado el papa Benedicto dice que en el mundo existe la mentalidad de que Dios ya no es necesario. Por otro lado tenemos a Nietzsche que dice que Dios ha muerto. Y sin embargo a Voltaire que dice que si Dios no existiera seria necesario inventarlo.
Es esto lo que ocasiona que haya tanto odio de clases y tanto abuso. Un abuso donde los pájaros le disparan a las escopetas. “Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, dichoso el pueblo que escogió por suyo. En el Señor está nuestra esperanza” Dice el Salmo 32
Y es que si bien el sinvergüenza detesta al honrado, el honrado debe amar al sinvergüenza. Y es a través de la disciplina y perseverancia es lo que nos acerca o aleja del camino correcto. Pero en este momento nos estamos alejando del camino correcto. Y eso trae consecuencias. Los niveles de criminalidad no son coincidencia sino una afirmación a fuerte voz de lo que expreso.
El país está enfermo y necesita nuestra ayuda, y la del gobierno, para que pueda decir como Job “Yo sé bien que mi defensor está vivo y que al final se levantará a favor del humillado; de nuevo me revestiré de mi piel y con mi carne veré a mi Dios; yo mismo lo veré…, mis propios ojos lo contemplarán. Esta es la firme esperanza que tengo”. Pero esta corrección no va a venir sola. Recordemos que Dios generalmente trabaja a través nuestro. No va a venir sola, pero va a venir. Demasiado y por mucho tiempo hemos quitado importancia a la excelencia y etica por la simple acumulación de cosas materiales. Devolvámosle la dignidad al ser humano para que pueda enfrontar la insatisfacción de la vida y falta de propósito que nos afecta.
No debemos tener miedo de hacerlo. La fe nos da la valentía interior. Es necesario luchar por ayudar a los demás hasta las últimas consecuencias. Con una actitud crítica contra los que se creen dueños del poder en todas las esferas. Desenmascarar lo ambiguo que impide que se mantengan en el Ecuador los principios tan fundamentales como el de la libertad, justicia, dignidad y el reconocimiento de los derechos y deberes humanos.
Pongamos nuestra esperanza nuevamente en Dios, para poder vivir tranquilos en nuestro precioso Ecuador. Ecuatorianos, gobernantes. Corrijamos urgente el camino.
Me gustó mucho su artículo porque estoy de acuerdo que sin Dios nada se puede. Debemos recordar que desde el principio Dios ha hecho Alianzas con el hombre. A Moisés le dijo » Yo seré tu Dios y tu serás mi pueblo si cumples los 10 mandamientos » Exodo.
Debemos releer nuestra Alianza que hicimos al consagrar al país al Corazón de Jesús el 25 de marzo de 1874, parece escrita para hoy.
El Cardenal Raúl Vela, en una misa solemne en la catedral de Guayaquil consagró al Corazón de Jesús y de María a la Policía Nacional el 15 de diciembre.
Debe consagrarse a toda las Fuerzas Armadas para pedir a Dios nos bendiga y proteja de tanto mal que nos acecha.
Bueno parece que ellos creen mas en los chamanes no olvidemos las » bendiciones de Montecristi por los chamanes» que puede salir de allí,un recinto dedicado al Principe de la tinieblas. Seguro pagaremos caro por eso como país y ya lo estamos viendo nunca hemos tenido tanta violencia en este país como ahora y seguirán » las bendiciones mas grandes que nos vendrán»
Interesante artículo, antes de empezar diré que estudie 12 años en un colegio Salesiano y como tal me siento cristiano, sé que hay una línea delgada que separa a los individuos de sus creencias. Estoy a favor de la separación del estado y de la iglesia. Prefiero un estado laico y aconfesional que respete todas las religiones, siempre que estas no coarten las libertades de los individuos; no apoyo el fanatismo, el mismo fanatismo que hizo que Hitler persiguiera a los judíos, aunque ahora los judíos son los que persiguen a los palestinos.
Mal vamos cuando la religión es utilizada por el poder para el control de las masas; lo peor de todo es que ésta apoya al poder, aún recuerdo ?Huasipungo?, o los cursos de verano para ser predicadores de las iglesias americanas, donde niños desde los 5 años sufren un adoctrinamiento.
Prefiero que los individuos sean juzgados por sus acciones más que por sus creencias.