Progresivamente en la vida el ser humano busca su escalón. Se va situando en los niveles que la misma vida da a escoger como posibilidad de ubicación. Es fácil afirmar que cada cual se busca su propio destino, aunque hay veces que la vida le sonríe mas a unos que a otros y las oportunidades que se nos niegan a unos se brindan a otros. La lucha constante, el tesón, la visión de la oportunidad, abren los caminos de algunos, y sin cerrar los demás, les permiten aprovecharlos mejor que los otros.
Las opciones se dan a partir de aprender a vivir las oportunidades, de la capacidad para identificarlas. O también del tesonero esfuerzo del día a día, haciendo un camino. El resultado será: una meta esforzada en el segundo caso, rutilante y envidiada en el primero. Esta es la condición del ser humano, ese que se labra el camino o que le arranca a la vida la sonrisa por saber descubrir tras de que puerta esta, como en juego de sortilegios.
Hay ocasiones en que la vida simplemente no te da la oportunidad, y en esos casos es más importante saber encontrar el camino del éxito o del mediano éxito. He visto gente inteligente, brillante que solo se han quedado en el mediano éxito, la vida no les abrió la puerta y ellos no patearon la puerta. He visto otros que la vida les ha dado todas las oportunidades, y simplemente, se la han farreado. Estos no tienen perdón de Dios ni del diablo.
El momento de aprovechar las oportunidades no termina nunca, hay ocasiones que no se puede tomar esas oportunidades, porque están cerrados los accesos, porque simplemente los cierran con dedicatoria. En este sentido creo canalizar el sentimiento de mucha gente capaz en nuestro país, a la que le cerraron las puertas, la empujaron hacia el lado oscuro de la fuerza.
Fuimos muchos los que no estuvimos de acuerdo con lo que pasaba en la república a raíz de la muerte de Roldos. El gobierno de Hurtado progresivamente entrego la nación en manos de aquellos a los que el combatió. Pero eso paso porque Hurtado estaba huérfano de apoyo popular por dos motivos, le tiraron sombras sobre la muerte de Roldos una y otra, el nunca tuvo el carisma, ese estuvo siempre en manos de Roldos. Ahí empezó la historia de la nueva caída de la nación. Los que detentaron el poder político y el económico a lo largo de los años previos a la dictadura militar lo volvieron a tomar.
Entonces ¿que devino en la patria? El gobierno de las oportunidades robadas, saqueadas. El que no tenía la oportunidad la tomaba a la fuerza, la violaba, por el poder detentado por grupos de garroteros que a punta de pistola y bates amedrentaron, robaron y saquearon, apoyados por poderes reales como jueces, fiscales, dirigentes políticos, sindicales, estudiantiles y policía. Ante esta circunstancia alzamos nuestras voces, que trataron de acallarlas los que gozaban del poder. Pero, se pelearon entre ellos, se pusieron droga, se mataron en las revueltas, rodearon de tanques la corte, cambiaron cortes a su acomodo, se chantajearon, extorsionaron, pero en definitiva eran los mismos, era el círculo del poder. Los que denunciábamos este poder fuimos perseguidos, se nos montaron juicios de todo orden, se nos cerraron las puertas. Cualquier semejanza tómelo como un simple reprise.
El discurso revanchista de Correa atrajo a muchos de esos que durante años fuimos carne de cañón, que fuimos usados. Unos guardamos prudente distancia hasta ver qué ocurría, ya no queríamos, como se dice en la sierra, “que nos den diciendo” o haciendo. Esperamos y encontramos que hemos vuelto a lo mismo. Entonces, nos encontramos fuera de sitio, nos sentimos sin identificación posible, no tenemos asidero de concepto de patria alguna, el que teníamos se lo robaron entre promesas de revoluciones nacionalistas, cambios, pan techo y empleo, justicia social, los súper sabios, revoluciones ciudadanas, etc., el resultado es una masa de apátridas, se nos llevaron la patria.
Muchos han navegado por aguas turbias o por aguas agitadas, otros por aguas sucias y putrefactas, pero eso solo ha sido una mancha en el vestido, porque el fondo siempre fue puro. Pero ahora cuando la esperanza de los cambios en la libertad que soñamos, en el respeto a la ley, se diluye como voluta de humo al abrir una puerta, nos volvemos a poner a la espera de si quizás podamos ver, al final de nuestra tarde, una transformación en paz, en medio del respeto irrestricto de la ley, sin torcerla aunque sea con fines aparentemente justificables, que jamás lo serán. Sin pelear a dentelladas lo que nos pertenece pero que, por ese azar de la vida, le cayó a los pies a los oportunistas de la vida que se llevan todas las opciones, porque estuvieron en el sitio apropiado con el candidato preciso. Seguiremos a la espera, con paciencia, haciendo resistencia en el marco de la ley, con la mirada puesta en su cumplimiento, sin desesperarnos y sin reclamarle al mismo Dios, hasta cuando las oportunidades solo son de aquellos a los que nombra el tango Cambalache. Los jóvenes no lo conocen, pues una oportunidad vayan y escuchen, quizás aprendan algo más que el ciego seguimiento de líderes fatuos y sin estructura de pensamiento de país, que buscan perpetuar su imagen, su nombre en medio de grandes fortunas, esos son los lideres mesiánicos que aspiran el poder por decenas y cientos de años, a nombre de un pueblo que realmente no les interesa.
Le saludo Dr.Franco, y con respecto a su columna estoy de acuerdo con la manera en que la desarrolla, en especial con la decepción que para mí también es este gobierno y sus asambleistas por quienes voté solamente en el año 2007, y siento que me equivoqué, ya que al transcurrir del tiempo pude ver como se perseguía a quienes opinaban diferente, existiendo una creciente inseguridad en el país, como se creaban leyes como la que perjudicaba a personas de la tercera edad y otros parientes, algunos de los cuales no tenían la capacidad ecónómica para asumir nuevas obligaciones,etc. Asimismo me molesta como no se propende de manera contundente a crear nuevas fuentes de trabajo, apoyando de buena manera al sector privado; y provocando que profesionales como yo, que soy Ingeniero, tengamos dificultad en aportar con nuestros conocimientos y experiencia al desarrollo del país a través de un empleo.