Siempre he privilegiado muchas cosas y, entre ellas, el hecho de ser ecuatoriano hasta la medula. Y porque no decir además que a través de nuestras propias acciones podemos sacar a flor de piel ese orgullo de ser gente buena, hechos espiritualmente a la medida de Dios.
Acá en Guayaquil todos percibimos ese inmenso hedor a podredumbre social que nos asfixia, y que no es otro que aquel que de manera contaminante e implacable emana la ola delincuencial a la que estamos sometidos. Sin embargo de esto, vemos lo hermoso que es saber que existen personas que, a pesar de haber delinquido en los momentos oscuros de su vida, y luego de una sincera reflexión, optan por tomar el camino verdadero, repleto de decencia y de profundas acciones, que cada día los acerca más a Dios.
Resulta que me acabo de enterar que entre nosotros los Guayaquileños convive Don Rafael Tomala, un tremendo guayaco y ex delincuente hace rato regenerado. Quien junto a su actual familia ha decidido ser un buen ciudadano que, a base de diarios y sanos esfuerzos, logra llevar con honradez el pan de cada día a su hogar. Su original estrategia de ventas y su original presencia lo convierte; para bien de los suyos, en un vivo ejemplo a seguir.
Este gran señor, de tez trigueña y ojos tristes, físicamente de gruesa contextura, aprendió al fin que el buen camino trazado en los senderos de la honradez, es la única y verdadera ruta a seguir. Impresiona su habilidad de vendedor, así como impresiona la simpleza y gallardía de su tremendo corazón arrepentido. Fue capaz de pedirle perdón a una de las tantas víctimas de los atracos que en sus momentos de oscura pasión tuvo por apropiarse de lo ajeno. ¡Qué gran hombre, Este!!!
Ahora vemos a Don Rafael vendiendo desayunos y dulce de pechiche en diarias jornadas de trabajo de hasta 16 horas. Luego, como queriendo acariciar el rostro divino de nuestro Salvador, lo pueden observar con una Biblia en la mano, y repitiendo un sincero y autentico AMEN al final de cada expresión de reconocimiento por haber cambiado una ex atormentante vida, por otra mejor.
Particularmente, me siento orgulloso de ser ecuatoriano, así como de haber conocido una hermosa historia que, sin temor a equivocación alguna, reivindica los valores que los hombres de bien llevamos dentro de nuestras entrañas. Merecido lo tiene Don Rafael por ser considerado UN HEROE VERDADERO.
Siempre creí en mi país, aquel de gente buena. Siempre creí que solo nos falta voluntad para tomar una inquebrantable decisión que nos convierta en mejores personas.
La actitud de este Valiente y Verdadero Héroe de carne y hueso, contemporáneo de nuestras diarias jornadas, sin duda alguna, pone a temblar los cimientos morales de aquellos que actualmente delinquen, y que creo fervientemente que aun están a tiempo de seguir ese hermoso ejemplo.
AUNQUE NO TENGO EL HONOR DE CONOCERTE….., HOY BRINDO POR TI, DON RAFAEL
Muy hermoso su mensaje. Asi es, nunca es tarde para rectificar. Yo tambien admiro a ese señor, y que Dios nunca lo desampare.
Lo felicyto señor Ramirez
Yo me entere por la television del caso de ese señor Tomala. Su cambio de actitud demuestra que cuando se quiere, todo se puede.
Muy profundo su articulo y conlleva un mensaje muy humano.
Gracias por ilustrarnos con sus ideas.
¿quien es el verdadero autor de el cuento mariangula?
porque he buscando el autor de este cuento y me aparece que es el señor Rafael Tomala o si el autor es dicho señor no me aparece su bibliográfia
Por eso es que pregunto quien es el autor ya que quiero la bibliografia de el autor de este cuento MARIANGULA