Con motivo del 63.° aniversario de la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG), se presentó un valioso libro que contiene la historia de tan noble y decana institución, habiéndose aprovechado la ocasión para rendir un justo homenaje al patrono fundador de la institución, Carlos Julio Arosemena Tola, en ese entonces, 29 de enero de 1948, presidente constitucional del Ecuador.
El libro dispone de amplia información y reproduce los antecedentes y logros de ese cuerpo policial, que fue modelo en el control del tránsito para el resto de provincias y para otras ciudades y regiones de países hermanos. Prontamente se ganó el respeto y reconocimiento de la ciudadanía en general. Por muchos años, fue una institución respetable y respetada por todos, hasta que los Gobiernos centrales le fueron sucesivamente “metiendo mano” y la convirtieron en otra más de las instituciones centralizadas y politizadas, con todos los vicios de ineficiencia y corrupción que distinguen a la mayoría de instituciones estatales.
Mientras, la CTG fue administrada por representantes de reconocidas instituciones y autoridades provinciales y sus vocales, elegidos mediante cooptación por los propios directivos del organismo, fue modelo de servicio cívico y comunitario, como ha sido tradición en la provincia con el funcionamiento autónomo de muchas de sus entidades e instituciones. En la medida en la que eso cambió, la suerte de la institución y sus resultados fueron distintos.
El Congreso de 1962 pretendió absorberla y centralizarla, habiendo la Cámara de Diputados resuelto en primera discusión tan inconsulta decisión. La reacción decidida de la ciudadanía guayaquileña, reunida en histórica y masiva demostración la Plaza San Francisco, el 20 de septiembre de 1962, hizo que se reconsidere y se suspenda tan desafortunada resolución.
La emotiva ceremonia permitió exaltar las virtudes cívicas de su fundador, don Carlos Julio Arosemena Tola, quien en 1920, a la edad de 32 años, fundó por su propia iniciativa y sin mayores recursos el Banco de Descuento, con el apoyo y confianza de los que suscribieron la totalidad del capital. Arosemena se dedicó con ahínco a su nueva ocupación de banquero al igual que a promover iniciativas como la Creación del Comité de Vialidad del Guayas, la Liga Ecuatoriana Antituberculosa y sus largos años de servicio en la Junta de Beneficencia.
Arosemena Tola nunca quiso ni buscó el poder, menos se aferró a él; por el contrario, fue un hombre íntegro, probo, sencillo, que obtuvo el respeto y la admiración de todos quienes le conocieron. En Septiembre de 1947, cuando se le propuso asumir la Presidencia de la República, su primera reacción fue declinar tan alto encargo, a pesar de la insistencia de todos los sectores del país.
Al cabo de 11 meses, entregó un país restablecido y, con la límpida elección de Galo Plaza, se dio inicio a los 12 años de la mayor estabilidad y progreso del Ecuador en el siglo XX.
Tomado de: http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/ctg-456810.html
Nunca la CTG ha estado tan desprestigiada como está hoy. Lo felicito por su artículo se deberian escoger a los directivos de la CTG por sus meritos y no por ser incondicionales a Anton.
Yo era un nino cuando todas estas venerables instituciones guayaquilenas hacian de nuestra ciudad simbolo del progreso. Naci en 1951 y ya a temprana edad podia sentir un aire de positivismo y superacion. Las familias tenian como ultima finalidad que sus hijos estudien, sean honrados, parte de la sociedad.
Es que esto ha cambiado? Acaso, el crecimiento de la ciudad y su desarrollo al otro lado del rio, ha afectado el sentido de ciudad ?
Acaso, hemos perdido el orgullo de tener instituciones propias como la Junta de Beneficiencia, la CTG, el Hospital General y muchas otras?
O acaso, la propaganda politica ha sido tan efectiva en dividir y socavar todo lo que significa independencia del poder centralista?