Tomarse unas tres cortas semanas vacacionales, para quienes intentamos opinar sobre temas relevantes que atraen la atención, e invitan al análisis, resulta como caer en un precipicio. Difícil de emerger y ponerse al día cuando los eventos se suceden con tanto dramatismo y rapidez como lo han hecho durante mi pequeño sabático. Parecería que el mundo anda parado de cabeza alrededor del presente y futuro energético. Las revueltas en el mundo árabe por derrocar a gobiernos tiránicos, y la duda que se genera sobre el porvenir de las plantas atómicas, hacen directa relación con el precio del petróleo a corto, mediano y largo plazo, y eso en Ecuador nos concierne.
Los analistas miraran estos asuntos según sus propias tendencias ideológicas, y eso es inevitable. Hago lo mismo. Objetividades no existen cuando se trata de asuntos tan graves. Lo que si hay son hechos históricos que se convierten en hitos objetivos que marcan los pasos por los que deberemos ir pisando como punto de apoyo firme en el análisis.
Japón es un país admirable. Su enemigo es su dura geografía. En 350 mil kilómetros el archipiélago conformado por cuatro mil islas, se levanta con muy pocas llanuras. Setenta por ciento de su suelo es elevado y no muy apto para el cultivo diversificado, ni guarda en sus entrañas recursos mineros, energéticos ni otras materias primas que son indispensables para alcanzar el desarrollo que ha alcanzado. Sus 140 millones de habitantes se han debido organizar en ciudades con altísimas densidades demográficas y obligado a diseñar complejos sistemas de transporte, e incluso túneles, de hasta 50 kilómetros desafiando el altísimo riesgo sísmico. Tokio concentra a 35 millones de habitantes. Su riqueza está en su pueblo, en su disciplina, su entereza, su sentido de dignidad. Samurais, kamikazes, y hasta el suicidio por honor es parte de su cultura ancestral.
Disciplina y dignidad a la hora de los problemas, sin caer en ese llanto y pedigueñismo en el que solemos caer en estos parajes. Creemos que la desgracia nos hace acreedores a la lástima. Ellos lloran con dignidad y silencio. Si caén, enseguida se levantan. Cuanto de esto último haría falta en nuestro Ecuador querido. Eso del suicidio por vergüenza y honor es la pena de muerte en la cual yo confío para iniciar nuestro ascenso moral que tanto necesitamos. Ni un banquero ni un político, se ha suicidado por honor o por vergüenza, y conozco más de una docena que ya debieron haberlo hecho hace mucho tiempo.
El treinta por ciento de la energía que requiere el Japón es nuclear. No pueden pagar un barril de petróleo de 200 dólares tal como se vislumbra que costaría si se cierran las cerca de 500 plantas nucleares que hay en el mundo. Sin energía no hay desarrollo, y no hay energía más adecuada que la nuclear para que el mundo se desarrolle sin depender de ese monopolio negro que está atrapado en el mundo árabe, manipulado por las potencias extranjeras que son las que por su nivel de consumo ponen en alza su precio.
Sin primer mundo el precio del petróleo no pasaría de 10 dólares el barril actualmente. Esta es la razón de fondo porque la intervención de los países desarrollados se dará en cualquier parte del universo tratándose de la primera materia prima necesaria para sustentar y continuar el avance en su nivel de vida. Quienes defienden a Gadafi solo están intentando protegerse de posibles consecuencias que ellos mismos las están provocando por no aceptar las realidades y comportarse en consecuencia.
Que ladre Evo, que ladre el lobo feroz venezolano, que ladren los socialistas, los de revolución ciudadana. Y que sigan ladrando, pues eso en nada cambiará las realidades. El mundo ha sido construido en base de guerras, de conquistas, y por hambre de desarrollo a costa del hambre de quienes no han luchado por el suyo propio. Japón saldrá airoso, el mundo árabe seguirá siendo gobernado por perpetuas tiranías como lo ha sido siempre, y eso lo atestigua la historia. Allá no existe el concepto de democracia que es un valor construido en Occidente y que tampoco ha evitado guerras e injusticias, sino que logra avanzar en calidad de vida.
¿Y nosotros que lecciones deberemos aprender de todo esto? Si el precio del petróleo seguirá en ascenso, y en cuatro años de revolución y control absoluto de todos los poderes del Estado, no han logrado que se construya un refinería que no neutralice la rentabilidad que debemos obtener de esta buena coyuntura petrolera, y la hemos desperdiciado por confiar en unos venezolanos que buscan por aquí pleitesías para el Gadafi que los gobierna, simplemente hemos perdido cuatro años de oportunidades en insulsas cadenas y enlaces nacionales, y cambiando el nombre de todo membrete de las instituciones que en algo habían aportado, especialmente con sus equivocaciones derivadas de un Estado ineficiente, causadas a la vez más por corrupción humana que por otras razones.
Mientras no demos los pasos correctos, y quien detenta la dictadura total de este Ecuador del alma no mire mas allá de su propio espejo y de su afán de eternidad histórica, sigamos atendiendo a neonatos en cajas de cartón, mientras el centralismo desde Quito siga absorbiendo presupuestos con preferencias derivadas de la misma naturaleza burocrática, no habrá avances sino retrocesos. Posiblemente llegaran cajas plásticas para atender estas situaciones infra hospitalarias, y los hermanos Alvarado se encargaran de vendernos como un gran avance en el tema salud, así como ahora no reconocen que las innovaciones realizadas al anexarse o alquilar las clínicas privadas, simplemente es como inflar un globo financiero que no habrá como retardarlo sino construimos una refinería y optimamos las oportunidades que nos las han regalado los países desarrollados. Cuestión de pragmatismo. Pronostico que el nuevo sistema de salud no es auto sustentable.
El mundo está enrevesado, pero dejemos de echar la culpa a quienes han progresado, y pongámonos en postura de analizar nuestra falta de sentido pragmático, y permitir que los sociólogos de la SENPLADES nos manejen detrás de nuestro aspirante a Gadafi en aquello de gobernarnos durante los 42 próximos años.
Tomado de: http://www.henryraadanton.com/2011/03/japon-libia-y-ecuador.html
PERO LO TODAVIA AUN MAS TRISTE ES MIRAR LA DESCOMPOSICION MORAL DE CASI TODOS LOS POLITICOS DE OCCIDENTE QUE POR MANTENERSE EN SUS CARGOS, ALCAHUETEAN EL DOBLE DISCURSO DE LOS MAS GRANDES: EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCION (POR EJEMPLO) YA NO DEBE FIGURAR EN SUS POSTULADOS PARA QUE NO TENGAN QUE SOPORTAR LA VERGÜENZA DE UTILIZARLO SOLO CUANDO LE INTERESA A SUS PATRONES.
DEBEMOS CAMBIAR LA FORMA DE DEMOCRACIA DE OCCIDENTE: LOS VOTANTES NO DEBEN VOTAR POR HOMBRES SINO POR CONSTITUCIONES (CONJUNTO DE LEYES) Y ESTOS CODIGOS DEBERAN SER PRESENTADOS POR EL CANDIDATO, QUE RESPONDERA ANTE LOS CIUDADANOS POR SU CUMPLIMIENTO.
SALUDOS
Saludos. El análisis sobre japón me parece adecuado y razonable, ya que trata de una raza elitista, donde las obligaciones superan a los derechos, donde el honor, la dignidad, el amor s su tierra, es ancestral, muy diferente a los pueblos semitas existentes en el Medio Oriente, por más que algunos traten de argumentar consanguinidad con Francia y otras potencias europeas. De Latinoamérica, que nos podemos extranar, si tenemos gran parecido al Africa descolonizada. No olvidemos que la Masonería burguesa europea, le impuso a España en el siglo XIX algo parecido a la Carta del Atlántico que USA le impuso a Churchill a mediados de la II Guerra Mundial, respecto a las Colonias en Afríca y Asia. De que nos extrañamos, si el Magreb, si los estados subsaharianos, Africa Central, si Palestina y los Estados del Cercano y Medio Oriente fueron colonias, precisamente para proveer de materias primas al primer mundo, tal como lo es América latina? Es novedad que estos paises desarrollados entre comillas, ejercen una gran influencia en las decisiones de los Estados descolonizados de Asia, Africa y A. Latina?. ¿Que sucede a aquellos que pretenden sacudirse en algo de este sempiterno yugo? Más genuinos son los árabes,sean de ciudad o de montañas, que no conocen este mal oliente sistema de ejercer el poder que se llama Democracia, ya que allá, todos los identificamos quienes lo ejercen; en A. Latina lo disfrazamos de Presidentes de Republiquetas, sean estas de banano, cobre, estaño, plata, petróleo, café, coca, o tango, bossa nova o fútbol.
Considero acertado el pronunciamiento del Presidente Correa, al pronunciarse en contra de esa agresión a un estado libre – por lo menos así está declarado y reconocido en la ONU-, organismo rector del Derecho internacional, que es el Derecho de las Grandes Potencias, conforme bien lo ha señalado Juan Carlos Faidutti, en su obra de ese mismo nombre. ¿O debemos aplaudir a Bush, a Obama, a la Otan, a los traidores regímenes árabes pro occidentalizados con el celular, el you tube, el facebook, el internet y otras manifestaciones de la civilización occidental; al descendiente judío húngaro – sefardita francés; u otros similares de la Otan?
Felizmente el Presidente Correa no es masón, ni descendiente judio o árabe, sea palestino, libanés, sirio, bereber o marroquí. Aparentemente lucha solo, y solo espero que no sea un acólito de Bilderberg. Ojalá que su equipo piense igual que él y no haga todo lo contrario a lo que el dice o hace: caso actual: Carta Naútica a la ONU. ¿Ya la enviaron, la recibieron, dónde está? ¿Que grupos interesados luchan entre sí con el cuento del límite marítimo con Perú? ¿Que siniestros intereses están en juego? NO deseo leer nada de patrioterismo, ya que única y exclusivamente económico. Con el criterio expuesto en este artículo, !que arda Troya! y que siga la conquista, perdón, la defensa de los recursos naturales por parte de los estados desarrollados.
Napoleón Sotomayor