Democracia es el gobierno del pueblo, es decir que es el pueblo entero el que gobierna. ¿Cómo gobierna el pueblo? Eligiendo a quienes lo representan y que son los que gobiernan, por mandato de todos los ciudadanos, durante el período de tiempo por el que fueron elegidos.
Soy un convencido de que la única manera de alcanzar la paz definitiva en el mundo es con el respeto, respeto a las leyes, respeto a uno mismo, respeto a los demás y a sus derechos, consensuar y buscar siempre una relación ganar-ganar en todas nuestras transacciones. ¿Es esto posible? Por supuesto. Sólo necesitamos seguir los lineamientos de la Doctrina Social de la Iglesia, que no es privativo de la Iglesia Católica, sino un proceso de integración de consensos presentados a lo largo de más de 100 años, iniciado por León XIII, en 1891y que ha ido tomando forma hasta su publicación en el 2002.
Los lineamientos son simples: 1.- El bien común. Todos los hombres somos iguales y somos dignos, porque todos somos hijos de Dios. Como hijos de Dios, somos en conjunto herederos de todo lo creado. 2.- El destino Universal de los bienes. Todo lo que existe es de todos. Hay una salvedad que se destaca. En la biblia Dios advierte a Adán: “Ganarás el pan con el sudor de tu frente”, es decir, el hombre debe esforzarse por obtener su pan. Es la época del Éxodo, Dios alimentó a su pueblo con maná, ya que vagaban por el desierto, pero luego de su asentamiento, no volvió a caer maná del cielo. Esto implica también el derecho a la propiedad privada, mientras no afecte a la vida de los demás como grupo (si por mi propiedad pasa un rio del que se abastecen los que están en el resto del cauce, yo no puedo represarlo para mi uso personal exclusivo). 3.- Subsidiaridad. El que está más arriba en un puesto de Gobierno, tiene la obligación de mantener eficiente el trabajo de los que están por debajo de él, abasteciendo de los medios económicos y políticos para que estos puedan desarrollar óptimamente su labor. 4.- Participación. Como todos somos iguales, todos tenemos el mismo derecho para participar, respetando las reglas de integridad, honestidad y transparencia, en puestos públicos y de representación. 5.- Solidaridad. La regla de oro de la justicia. Nadie tiene derecho a nada sobre las necesidades básicas elementales de todos y cada uno de los hombres. Todos debemos apoyarnos unos a otros y solidarizarnos con los que menos tienen, ayudándolos a desarrollarse, a progresar, a mejorar económicamente, a ser buenos ciudadanos y a producir.
Los valores elementales para que esto se pueda llevar a cabo, son: Verdad sincera, Justicia equitativa y magnánima, Libertad sin libertinaje, pero con respeto total, respeto a los demás y a sus propiedades, auto respeto y respeto a las leyes, y Caridad en toda la extensión de la palabra.
PARA QUE EXISTA LA VERDADERA DEMOCRACIA,LA QUE VD.DESCRIBE MAGISTRALMENTE,MI QUERIDO DR.ES NECESARIO QUE EL VOTO SEA CALIFICADO PREVIAMENTE.NO VALE LO MISMO EL VOTO DE UN INCULTO TARADO QUE EL DE UN CATEDRATICO O UN PROFESIONAL O UN TAXISTA. POR EJP.AH! Y NO DEBE SER OBLIGATORIO. MIENTRAS ESTO NO OCURRA, UNA INMENSA MAYORIA DE BOBOS IGNORANTES,SEGURAN ELIGIENDO A UNA MINORIA DE VIVOS Y LADRONES…… Y ESTO NO ES DEMOCRACIA.!!!!!!