“Donde no hay ninguna visión, los pueblos perecen.” –, XXIX, 18–
Recordemos que las inversiones en los sectores de infraestructura (cuando son eficaces y eficientes) para el transporte de bienes y de personas son multiplicativas, es decir que luego el retorno de esa inversión se ve en dinero para el inversionista, en productos más económicos para todos los ciudadanos y en mayor trabajo y por ende menos pobreza; y deben ser compartidas entre el sector público y el privado y apoyadas por las universidades. Esto está pasando en Sudamérica en este momento.
Perú va a invertir $2,670 millones en proyectos de infraestructura vial, entre estos la modernización del tren eléctrico de Lima. El año anterior fue $1,850 millones. Colombia invertirá en el 2011 en proyectos de infraestructura $934 millones. Mucho de esto se va para el transporte público. Ciudad de México va a extender su Metrovía a un costo de $840 millones. Chile en la suya va a invertir $628 millones. Y Argentina lo propio con una inversión para la Metrovía de $444 millones. En Ecuador, en cambio, seguimos esperando el tren, que es tan necesario para nuestro desarrollo económico.
Argentina y Chile están hablando de hacer un túnel bioceánico de 52 km que uniría Valparaiso en el pacífico chileno con Buenos Aires en el Atlántico argentino. Están en etapa de estudios una vez que los gobiernos de ambos países firmaron un acuerdo para este propósito. Contempla servicio de carga.
Por el lado con respecto a las obras portuarias en Sudamérica hay una gran cantidad de iniciativas y realidades para hacer más puertos y más grandes los actuales. Este mes entra a operar el nuevo puerto brasileño Itapoa. De hecho, se constituyó una comunidad portuaria del Pacífico sudamericano (Copasud), donde está involucrado nuestro país.
Según las proyecciones, el crecimiento de la carga portuaria en Sudamérica será del 3% anual para los próximos años. Para el 2015 va a estar copada la capacidad portuaria en un 75%. Esto significa oportunidad e inversión. Abramos los ojos y accionemos en este sentido.
Todo esto nos indica que Sudamérica tiene planes de ir saliendo del subdesarrollo. ¿Ecuador también?