La “Blitzkrieg” (en alemán, literalmente guerra relámpago) es el nombre popular para una táctica que implica velocidad y sorpresa para impedir que un antagonista pueda llevar a cabo una defensa coherente.
Los “Goebbels” ecuatorianos, aplicaron el concepto para implementar su dizque Consulta/Referéndum. Empero, como veremos más adelante, su táctica y otras mañas, fracasaron.
Al Cardenal Caraffa se le atribuye la frase “el pueblo quiere ser engañado, por tanto, que sea engañado”. Máxima traducida en modo general y filosófico a “el mundo quiere ser engañado” de Sebastián Frank.
Si el gobernante debe o no mentir al pueblo ha sido incluso hecho poesía por Goethe, en “Mentira o engaño”. ¿Debe engañarse al pueblo?/ Desde luego que no/ Pero si le echas mentiras/ Entre más gordas fueren/ Resultarán mejor.
Hubo un tiempo, allá en la época feudal y el oscurantismo, que hoy el Gobierno desea restituir, que el engaño al pueblo parecía correcto. Había zonas vedadas a su interés y conocimiento.
Se atribuye a Bismarck la frase “Con las leyes pasa como con las salchichas: es mejor no ver como se hacen.”. En estos tiempos debemos ser especialmente cuidadosos de lo que nos dice la matraca de los “Goebbels” criollos.
Bismark también afirmaba: “Nunca se miente tanto como antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.”
El embuste mandó su primera puñalada mediante un obsecuente empleado que habló de glorias y triunfos obtenidos; sólo para ser rápidamente, en la misma noche, desmentido, por otras cifras “más oficiales” del propio círculo negro. No obstante, tal como es: el que “pega primero pega dos veces”.
Luego, constantemente, el sarcasmo del “presidente” y sus borregos repetían el lejos de la verdad balido danzante del ganamos… ganamos…
Conciudadanos merecemos ser respetados. Más allá de un par o tres artículos intrascendentes y que deben pasar por la “Asamblea”, el NO ganó.
Debía de haber más de la mitad de los VOTOS VÁLIDOS y no lo han obtenido. Éste tema históricamente y legalmente ya ha sido sustentado por distinguidos Juristas, incluso algunos que fueron base de este gobierno.
Los votos a favor ¿cómo los consiguieron? Rememorando al genio de la guerra, Emperador por derecho, Napoleón Bonaparte: “Para ganar la guerra se necesitan tres cosas: dinero, dinero y dinero”
¿De dónde salieron los fondos derrochados? PORQUE BIEN LO DECÍAN LAS ABUELAS:
“Sacristán que vende velas y no tiene cerería… ¿De dónde, pecata mía, sino de la sacristía…?”
Puesto en idioma criollo: Se usaron fondos, equipos y la infraestructura Estatal (la nuestra) en lo que claramente se puede definir “mal uso”. O sea hay una clara hipótesis de PECULADO. ¿Lo investigarán? ¿Será sancionado? ¿Será sepultado bajo oro y favores?
Todo parece apuntar a un nuevo y descarado abuso de la Ley y de la razón. A un: “al diablo la gente que no entiende nada”; hagamos los que no dé la gana.
Después de hacer una cuidadosa disección de los distintos argumentos a favor y en contra de la regia mentira, Condorcet dice que “la única razón para que alguien pretenda engañar al pueblo es porque el interés de los miembros del gobierno no coincide con el interés del propio gobierno, del ‘Emperador/Dictador’ en ciernes, ni de la nación. En resumen, que quién sostiene o practica el engaño lo hace por servir a un amo y no al gobierno” del pueblo.
Con mucho respeto, pero el mismo cacareo de siempre. Los lamentos despues de los hechos ya son cosa del diario vivir en el pais de uno, como lo es actualmente este Ecuador abusado y desmembrado. Los organismos electorales se han convertido en huarida de esta puerca revolucion para mantener con vida al nuevo dueno del Pais, al que les paga los salarios y que sin esos puestitos de gobierno volverian a su vida previa, a trabajar como todos los demas o quizas a enrolar la lista de desempleados como la mayoria de los demas. Este es el punto flaco de la justicia y el gobierno ecuatoriano. Se pelean por estos puestos donde se aseguran pasar de la pobreza a la riqueza. Nadie quiere perder estas delicias de la vida y venden su alma al diablo, estan dispuestos a mentir por el jefe, cantar con el jefe, subirse a las tarimas por el jefe con tal de seguir en la teta y viviendo la nueva vida del rico pobre o del pobre rico.
ESTE MENTIROSO LO HACE NO SOLAMENTE POR SERVIR AL AMO SINO POR SEGUIR MAMANDO DE LA TETA.