Las declaraciones del presidente Alan García causaron desconcierto en el Ecuador, al haber afirmado sin mayor explicación que el Perú había ganado 4 000 km² de mar territorial, creando la sensación de que nosotros los habríamos perdido. De igual forma, las del presidente Correa, al haber afirmado que el Ecuador nunca había tenido límites marítimos establecidos con el Perú.
Lo del presidente García fue un lapsus que pudo haber creado grave malestar en nuestras relaciones, probablemente lo hizo con la intención de presentar internamente en el Perú, en forma benevolente, la aceptación del paralelo geográfico como límite marítimo con el Ecuador, cuando esa nación se niega a reconocer lo propio con Chile, su vecino del Sur. Tengamos presente, que el Perú, Chile y el Ecuador compartieron por décadas la tesis y proclamaron al mundo en forma conjunta los acuerdos marítimos de Santiago en 1952 y de Lima en 1954, que establecieron en forma clara, inequívoca, definitiva, nuestro mar territorial de 200 millas, delimitado por los paralelos geográficos que se proyectaban en el mar por igual distancia desde los puntos geográficos que separaban nuestros límites terrestres.
Una tesis mantenida por nuestro país durante seis décadas, de que nuestro mar territorial estaba claramente establecido por los Acuerdos de Santiago y Lima, por las líneas bases establecidas mediante Decreto Supremo 959-A de julio 1971, por acuerdos operativos entre las autoridades navales de ambos países que siempre reconocieron la vigencia del paralelo como límite marítimo, incluso las reiteradas declaraciones de las más altas autoridades peruanas, en el sentido de que no existían problemas limítrofes pendientes con el Ecuador, no pueden ser desconocidos ahora por nosotros, y afirmar que efectivamente nunca hubo un documento expreso que fijara sin lugar a dudas dicha frontera.
No obstante, este es un avance muy positivo en las relaciones con el Perú, con el que se logra que nuestro vecino rectifique en forma inequívoca su inconsistente posición de, por un lado, proclamar que no tenía diferendos limítrofes pendientes con Ecuador y, por otro, afirmar que no tenía establecidas sus fronteras marítimas con ninguno de sus vecinos. Que conste que la inconsistencia era de Perú y no del Ecuador, por ello no cabe nosotros avalar esa variante y equivocada posición.
Es un acierto de la Cancillería ecuatoriana haber hecho respetar los derechos territoriales y marítimos de nuestro país, especialmente lograr, en el texto de las notas ministeriales, que Perú el reconociera el golfo de Guayaquil como bahía histórica, al igual que las líneas base del Ecuador para la fijación de la soberanía marítima de 200 millas. Recordemos que el Perú reclamó siempre Guayaquil y que esta ciudad estuvo ocupada en dos ocasiones por tropas y la Marina de ese país. El único tema pendiente es materializar en forma efectiva nuestro acceso y nuestra libre navegación en el Amazonas, descubierto y conquistado desde Quito en 1542.
Tomado de http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/mar-territorial-476357.html