Estas fueron las palabras de Caín cuando Dios le preguntó por su hermano Abel a quien Caín había matado. Esa pregunta nos la hacemos hoy. ¿Acaso tengo yo que perder mi tiempo y esforzarme más para ayudar y cuidar de mis hermanos? La respuesta de este interrogante está en el mismo libro. Jesús dijo “hay que amar al prójimo como a ti mismo”. Y enseguida saltó la pregunta de la gente hasta donde te refieres con mi prójimo? Mis hermanos? Mis primos? Mis amigos? Y El respondió en una parábola muy real que a todos, incluso a nuestros enemigos. Incluso Antistenes dijo: Consulta el ojo de tú enemigo, porque es el primero que ve tus defectos.
Este es un mensaje muy curioso. Muchos viven bajo la filosofía de que podemos rechazar a la sociedad; podemos rechazar las normas que nos rigen; podemos rechazar incluso a aquellos que nos rodean… Pero lo que no podemos rechazar nunca es nuestra sangre y su legado. Pero no es solo a los de nuestra sangre a quienes debemos cuidar y ayudar.
Conocer a un hombre y saber lo que tiene en la cabeza son asuntos distintos nos decía Ernest Hemingway, sin embargo estamos llamados a quererlo y ayudarlo. Y por eso Khalil Gibran nos enseña: Quiéreme cuando menos lo merezco porque es cuando más lo necesito
Pero como para la necesidad no hay descanso, para el amor y la ayuda nuestra tampoco debe haberlo. Ayudemos inteligentemente aunque conscientes de que la inteligencia no está en tener muchas ideas, sino saber sacar provecho de las pocas que podamos tener.
Lamentablemente Horace Smith dice la verdad cuando indica que: La caridad comienza por nosotros mismos, y la mayoría de las veces acaba donde empieza. Por esto debemos esforzarnos. Amar y ayudar a los demás es de valientes y no de perezosos.
Algunos somos buenos para ayudar a los problemas de la gente en su raíz (causa) otros para ayudar a las personas en las consecuencias, en todo caso el amor por los demás nos debe llevar a cuidar y ayudar a todos los que nos rodean y los que están lejos. Algunos necesitan saciarse de cosas materiales elementales porque viven en una pobreza absoluta. Otros son muy cercanos nuestros y solo necesitan un abrazo o un empujón para continuar en la vida en algún momento duro en que se encuentren. En este momento todos estamos en necesidad de ayuda contra el crimen agobiante en nuestro país; La educación es una vacuna contra la violencia. Contra las injusticias que comete el gobierno contra la ciudadanía haciendo que cualquier delito menor o accidente requiera prisión. Contra la falta de confidencialidad entre paciente y doctor, contra el desempleo, etc. Estos son problemas reales y concretos en que debemos trabajar todos para superarlos.
El dar de manera seca no libera de la pobreza, sino la calurosa relación personal, que da a los necesitados la dignidad e igualdad que merecen y necesitan para ir saliendo del grupo de la necesidad abrumadora.
Así que ¡SI ERES EL GUARDIAN DE TU HERMANO!, deja la indiferencia y ¡empieza a actual como tal!
Me gusta su articulo,este tipo de forma de opinar es lo que hace grande al periodismo,debo agregarle algo a su opiniòn, que creo necesaria, el pais esta como esta por que los buenos no hacemos nada por mejorarlo.