En 1789 la revolución francesa definió la inutilidad, la sinrazón y la injusticia del existir de las testas coronadas. Este llamado de atención no pertenecía a una localidad. Tenía que ver con cualquier sitio en donde alguien, desde una u otra gestión, pretendiera declararse en poder absoluto usurpando el derecho popular natural. En buena medida era una forma, y terminante, de poner en vigencia el Contrato Social de Rousseau. ¿Es que si hay monarquía puede hablarse acaso de Derecho Ciudadano? Saint – Just, uno de los grandes combatientes de la lucha antifeudal, era concluyente. “La monarquía no es un rey, es el crimen”. O sea, gobernar desde semejante posición, significa rapacería, despojo, expoliación… Lógica, que sin necesidad ya de otra explicación, proclama un axioma contra el poder por el poder… “¡Nadie puede reinar inocentemente!”. Si en la Inglaterra de mediados del siglo XVII, fue ajusticiado Carlos I en calidad de rey para dar paso al republicanismo místico de Cromwell, cuando sube al cadalso Luis XVI, el 21 de enero de 1793, no muere ni siquiera un hombre. Por fin es liquidado un sistema de oprobio y delictivo. Además, como ratificó en ese entonces, el propio Saint-Just “Luis es un extraño entre nosotros…”.
Con las muertes de Saint- Just y Robespierre en 1794 la revolución francesa pasó a ser historia. Traicionada una y cien veces por Bonaparte… Por cierto, más allá de este juicio de valor, que condena el semillero oportunista de reyezuelos y príncipes dejado por el corso, está hoy la realidad de curiosidades de anticuario. Simples vitrinas de ropas que visten y muestran fantasmas de una realeza desaparecida. Pero que insiste en ser reconocida. ¡Logro espurio que ofende la dignidad de la condición humana!. Reyes y reinas, príncipes y princesas que están convencidos que significan algo por ser calificados con nombres anacrónicos. Anacronismo, por cierto, que es demasiado caro, económica y moralmente, entre una población que, literalmente, se desgarra al sufrir una violación permanente de sus derechos. Ausencia de hospitales y medicinas. Marginación de salud y alimentos. Ciudades sin salubridad en manos de ambientes tóxicos. Educación sin calidad ajena al conocimiento de la realidad.
¿Y los que insisten vivir en el cuento falso de las hadas multicolores? El último matrimonio de la familia “real” inglesa sólo costó, según los chismes de los especializados en estas banalidades, de 450 a 670 millones de euros. ¿Qué tal? ¿Racional el evento? ¿De qué otra manera podría, entonces, la novia mostrar su anillo de 400.000 dólares ante sus 2.000 invitados? Y, por supuesto, la vestimenta tenía que estar a tono con este pequeño derroche. Novia, hermana y mamá se echaron encima, para cubrir la sangre azul ya descolorida que va por sus venas, algo así como 100.000 dólares en trapos. Ante todo este desparpajo de aberración social declaró, ante el matrimonio, Richard Chartres, Obispo de Londres: “Un día de esperanza para todo el mundo”. ¡Qué alma tan cristiana! ¡Qué comprensión tan humana de la vida! Ahora sí, todos los pobres del mundo, más del 60% de la población mundial que encierra 7.000 millones de habitantes, podrá descansar y dormir, ¿o tal vez morir?, lleno de misericordia, paz y visión celestial!
Pero no sólo este vivir acartonado pertenece a la flema inglesa. La princesa Victoria de Suecia oficialmente, para sus gastos, tiene asignado por el estado 6 millones de euros, la princesa Mary de Dinamarca, algo así como 2.5 millones de euros. Pero la princesa Mette-Marit de Noruega como que tiene problemas, pues la asignación de cerca de un millón de dólares le alcanza, con las completas, para mantener limpias las 140 habitaciones de su palacete y una niñera por cada hijo. ¿Alguien quiere dar una mano, con desprendimiento, para ayudarla a esta mujer en su dolor? ¡Dilapidación del bien público! ¡Ofensa y atraco contra el ciudadano honesto que paga sus impuestos! El dinero que serviría para aliviar el hambre de millones de personas los engreídos del poder, en vagancia consuetudinaria, lo botan por el caño de las aguas servidas… Y a vista de todos… ¡Qué desparpajo!
¿Y los 28.000 tulipanes? Un poco más que el título de este comentario. ¿Nostalgia, emotividad, poesía? Fue la cantidad de tulipanes comprados para resaltar el rito matrimonial… Con uno hubiera bastado para obtener una recompensa por un amor venerado… Pero tantos miles sólo masifican la esencialidad de la belleza hacia el desprecio humano…
En esencia concuerdo con su apreciación, salvo que la manera de vivir de la monarquia se relizara en el soberano:el pueblo(quien en verdad se lo merece porque lo trabaja). Un imposible.¿Porqué entonces posible la existencia de la monarquia y sus fastos?.
« Anacronismo, por cierto, que es demasiado caro, económica y moralmente, entre una población que, literalmente, se desgarra al sufrir una violación permanente de sus derechos. Ausencia de hospitales y medicinas. Marginación de salud y alimentos. Ciudades sin salubridad en manos de ambientes tóxicos. Educación sin calidad ajena al conocimiento de la realidad. »
Retomo una de las tantas frases disparatadas e inútiles que Ud. acaba de escribir. Su artículo es pura basura. Lleno de odios gratuitos, rencores disimulados y falso orgullo atrofiado. Soy severa con Ud. porque se lo ha buscado.
¿A qué países sufridos se refiere cuando habla de miserias, de mala calidad de vida, salud, alimentos etc??? ¿De quién está hablando? ¿De Suecia, Inglaterra, Dinamarca, Noruega?
Los reyes y príncipes por Ud. nombrados pertenecen a las familias reales de los países mas avanzados del norte de Europa; así a Ud. le duela.
Su ignorancia es atrevida. Todos los reyes y príncipes que ha nombrado pertenecen a países LIBRES, DEMOCRATICOS y ricos, inmensamente ricos. Son monarquías constitucionales; es decir, los presidentes, primer ministro u otros funcionarios electos, pasan, pero los monarcas se quedan. Ellos son los contrapesos para que las leyes, las instituciones y la democracia se cumplan a rajatabla. Su pueblo los venera y respeta y estos a su vez se dan en cuerpo y alma al servicio de su país y de sus ciudadanos.
O ¿Acaso nosotros en el Ecuador estamos mejores con nuestros dictadores pirómanos que se las dan, esos sí, de reyezuelos?
Si los franceses no le hubiesen cortado la cabeza a Luis XVI, tal vez serían mas organizados y avanzados como lo son los países nórdicos o Inglaterra. Hicieron tanta alharaca para terminar pariendo a Napoleones ignaros, dictatoriales, usurpadores y guerreristas.
Sepa que todas esas familias reales son amadas por la mayor parte de sus súbditos. Eso es algo que Ud. jamás podrá comprender si no ha pasado un cierto tiempo por esos países. Los monarcas como Isabel II de Inglaterra, Beatriz de Holanda, Sonia y Harald V de Noruega, Gustav y su hija Victoria de Suecia, Margarita de Dinamarca, Juan Carlos y otros que se me escapan; son venerados y respetados por sus pueblos respectivos. Tanto que cuando un politiquero trata de sobrepasarse de sus limites, ahí está el rey o reina para ponerlo discretamente en su puesto. Bien entendido, en contrapartida, ellos deben asumir múltiples obligaciones derivadas de su majestad.
Un monarca bien preparado siempre conducirá por los mejores senderos a su pueblo, sin mañas, ni engaños. Le recuerdo que Brasil tuvo la suerte de poder contar hasta 1889 con una monarquía. Sin su rey Pedro, que lideró la independencia de Brasil en 1822; ese país pudo haber pasado por otra de las guerras cruentas de independencia que asolaron a las todas las otras colonias españolas y portuguesas, incluida la nuestra.
Criticar y despotricar es fácil cuando no se tiene ni la más minima idea de cómo funcionan las monarquías constitucionales.
A mi sí me habría encantado que el heredero del último rey de los incas en Quito, Don Luis Felipe
Atahualpa Huaraca Duchicela XXVIII Santa Cruz, descendiente
directo de Atahualpa, fuese nuestro monarca; y que los Correas, Patiños, Alvarados y otros saltimbanquis, fuesen repelados y acallados por éste hombre bien preparado, cada vez que esos bocas sucias insulten al pueblo que de forma zoqueta los eligió.
Aquí le pongo una de las raras entrevistas dadas por nuestro monarca, para que seamos orgullosos de nuestra historia:
http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/el-descendiente-de-atahualpa-hoy-gran-economista-46368-46368.html
Muy acertado. Lo mismo podría decirse de las millonadas que ganan los deportistas, como por ejemplo los futbolistas que no son otra cosa que simples pateadores de una pelota, que con los dineros que perciben podrían dar alimento, medicinas y educación a millones de seres famélicos, muchos de los cuales son sus propios compatriotas.
No estoy de acuerdo con el comentario del Sr. Rossi. A mi no me parece que sean simples peloteros, o pateadores de pelota. Trate de hacer lo mismo que hace en una cancha un futbolista profesional, y después viene para contárnoslos.
Los futbolistas son atletas que nos dan esparcimiento, risas, logros, fracasos y lágrimas. La carrera de un futbolista es muy corta, que difícilmente se podría comparar con la vida activa de un obrero, un ejecutivo o cualquiera que ejerza un oficio normal, de allí que sus sueldos y gratificaciones sean elevados, para compensar lo que dejarán de ganar después de los 30 años. Decir que con lo que ellos ganan se debería de mantener a los pobres, que dicho sea de paso son los primeros en celebrar la fiesta futbolística, es demagógico y típico de los que apetecen lo que gana el vecino. No seamos envidiosos. Para todos hay espacio en este planeta, y cada uno desempeña una función dentro de la humanidad.
Doña wilma: Ahora soy yo quien discrepa con usted. Cada uno en su profesión. Ponga usted a un pelotero a planificar un proyecto arquitectónico, o en un quirófano, o a hacer el trabajo que con eficacia usted realiza, o en cualquier otra área, y despues me cuenta, por lo que no creo viable su analogía. No me considero demagógico ni mucho menos envidioso, eso se lo dejo a los mediocres. Como a mucha gente, a mí también me gusta el foot-ball, deporte que lo practiqué en mis años de niñez y juventud, pero eso no me pone una venda en los ojos. Me reafirmo en lo dicho en mi comentario anterior.
Con el mayor de mis respetos para usted, atentamente, A.Rossi A.
UNA VEZ MAS, ENHORABUENA DÑA.WILMA.!!!!! PERSONAS CULTAS,SENSATAS E INTELIGENTES, COMO VD. ES LO QUE NECESITAMOS DE URGENCIA. SIGA CON SUS COMENTARIOS, POR FAVOR.!!!!!!
UNA VEZ MAS, ENHORABUENA DÑA.WILMA.!!!!! PERSONAS CULTAS,SENSATAS E INTELIGENTES, COMO VD. ES LO QUE NECESITAMOS DE URGENCIA. SIGA CON SUS COMENTARIOS, POR FAVOR.!!!!!!
Cuando un profeta le dijo a Jehova que el peublo israelita queria un rey como los que tenian otras naciones que los roeaban, Jehova le dijo que lo habia despreciado y lo que querian era un rey que les impusiera injusto domino, esto queria decir que al rey habia que mantenerlo y a todos aquellos que lo redeaban, bueno existen en la actualida algunos gobernantes que se parecen a los reyes como Enrique VIII y solo por dar un nombre,les hago una pregunta nombreme un rey justo que haya habitado en la tierra?.
@Sr. Rossi: Caballero no dudo de su buena intención, pero sigo sin entender su analogía. Un buen arquitecto, o un buen cirujano, o cualquier otro profesional; pueden seguir ejerciendo su profesión hasta una edad avanzada, puesto que a mayor experiencia, mejores resultados. Es evidente que un buen futbolista, nunca podrá hacerlo, de allí que sus elevadas ganancias le permitan asegurarse ante un futuro incierto. Tampoco olvide hacer una excepción a la regla, ya que no todos los ?peloteros? como Ud. desdeñosamente los llama, alcanzan el aura de un gran Messi, o un grandioso Pelé. Cordialmente.
@Sr. Rossi: No deseo ser mentecata, pero supongo que sus facultades de buen pelotero no fueron suficientes para asegurarle un correcto sustento, por lo que optó por otra carrera, mas afín que a lo que podían dar sus piernas. Le digo esto, porque sino no estaría aquí oponiéndose para que un atleta-futbolista merecedor, gane lo suficiente como para ser llamado rey en su deporte. Solo los mejores tienen acceso a ese rango. Espero que esta vez sí estemos de acuerdo. Muy amablemente.
@Sra. Rosa Raquel Vela:
Las leyendas bíblicas son edificantes, y dignas de comentarios, pues mucho se aprende de ellas. Sin embargo, esas historias no hacen la unanimidad en torno de ellas, de allí la razón de que existan corrientes religiosas, variadas y adaptadas a las múltiples civilizaciones antiguas y modernas.
Volviendo a lo que nos interesa, Ud. pide el nombre de un solo rey que haya aportado algo a su pueblo. Estoy de acuerdo en que una gran mayoría de monarcas ha sido repudiada y vilipendiada por razones válidas o inventadas. No lo sabremos jamás. Lo que sí debería constarnos a todos quienes hemos estudiado nuestra propia historia, es que Atahualpa dejó su fortuna y su pellejo por tratar de protegernos de la invasión extranjera. A mi eso me basta y me reconforta.
Me pregunto si el autor de este inopinado artículo, para tratar de enmendar su opinión desatinada, podría hacernos uno en el que nos explicase la función benéfica y eficaz que tuvo el actual Rey de los españoles, Don Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón- Dos Sicilias, mas conocido como Juan Carlos 1ro. para rescatar la democracia de su país en momentos cruciales, cuando ésta apenas renaciente, comenzaba otra vez a desmoronarse. El rol de este monarca fue y sigue siendo el eje, para que la sufrida España se yerga, en el Estado Libre y democrático que es hoy en día.
Nota: ¡Uy! Disculpen, pero no me puedo retener. Aun resuenan en mis oídos el sonoro ?¿por qué no te callas?? lanzado por el Rey Juan Carlos al mangajo de Caracas.