De acuerdo a un reciente informe del FMI sobre el comportamiento de la economía en países avanzados y en vías de desarrollo, en los primeros, la demanda laboral privada está reemplazando a la pública, las condi¬ciones financieras continúan mejorando y la demanda es vigorosa, lo que demuestra que estas economías se continuan manejando bajo la premisa de que la empresa privada es la generadora de mayores fuentes de empleos e ingresos de circulante monetario, escenario que no ocurre en estos días en las economías en desarrollo donde el sector público continúa creciendo desplazando a la inversión privada, lo que trae como consecuencia que, los fondos que deberían ser destinados para inyectar capital al sector privado, sean utilizados para cubrir salarios, bonificaciones y demás gastos en el ámbito estatal. No obstante en países como en África (economía en desarrollo) se ha reanudado un crecimiento rápido y sostenible.
Factores como el aumento de precio de los alimentos y de la materia prima, entre otros, representan una amenaza para los hogares pobres y exacerba las tensiones socioeconómicas. Otros agentes macroeconómicos como los desastres naturales y específicamente el terremoto que golpeó a Japón, constituyen un impacto global que aunque limitado, tiene proyecciones rodeadas de gran incertidumbre. Teniendo en cuenta una recuperación más fuerte por un lado y una desaceleración de la oferta de petróleo por el otro, las proyecciones del crecimiento del PIB real mundial indican que crecerá de 4 ½% en 2011 y 2012 un 5% menos que en el 2010, mientras que en las economías avanzadas y en las economías de mercados emergentes y en desarrollo el PIB real se expandirá alrededor de 2 ½% y 6 ½% respectivamente, por lo que los riesgos a la baja han recrudecido.
La necesidad de trazar una trayectoria fiscal que incluya la reestructuración bancaria y reformas que promuevan la competitividad y el crecimiento, es emergente en economías de desarrollo pero de manera particular en Estados Unidos para disipar el riesgo de fluctuaciones de los mercados de bonos que podrían provocar una desestabilización internacional.
En las economías en general es necesario adoptar políticas macroeconómicas más restrictivas, en las que tienen superávits externos se debe aplicar una política monetaria que frene la presión inflacionaria y la expansión excesiva del crédito; en las economías con déficits las autoridades deben actuar pronto para resguardar la estabilidad y construir sistemas financieros con mayor capacidad de resistencia y en ambos casos ejecutar planes de acción para atender a los hogares más pobres que luchan constantemente con el elevado precio de la canasta básica familiar.
El deber que tienen los gobiernos es implementar medidas convenientes a las necesidades económicas y sociales de cada país, más allá de copiar o imitar lo que estén haciendo otros.
HACE 30 O 40 AÑOS, DESDE LAS UNIVERSIDADES NORTEAMERICANAS SE ENSEÑO A LOS ESTUDIANTES, NO SE SI POR ERROR O POR MALA FE, QUE LOS PAISES NO PODIAN TENER CRECIMIENTO SIN INFLACION, POR ESTA RAZON, CUANDO ESOS ESTUDIANTES PASARON A EJERCER FUNCIONES EN LOS DIFERENTES GOBIERNOS DEL MUNDO, APOYARON LOS DEFICITS FISCALES Y LOS PAISES SE ENDEUDARON.
HOY, LA HUMANIDAD ESTA PAGANDO EL PRECIO DE ESAS POLITICAS.
EL CRECIMIENTO ECONOMICO NO DEBE SER MEDIDO EN VALORES MONETARIOS, SINO EN CAPACIDAD DE COMPRA DE LOS SALARIOS, NO ES VERDAD QUE EL DEFIT CERO TRAE RECESION.
CON EL PERDON DE USTED, POR PERMITIRME OPINAR SOBRE ESTE TEMA.
GABRIEL AQUIM CH.