Política e Integridad

Tal parece que fueran antónimos. ¿Es que se considera que política es el arte del engaño? ¿Es que el político para poder convencer debe mentir? Si bien es cierto que si lo que pensamos se notara en nuestra cara, nos comeríamos vivos unos a otros, no es menos cierto que se puede ser íntegro y ser tolerante al mismo tiempo. La integridad es interior, la tolerancia es principalmente exterior. La política incluye el disimulo de lo que no me gusta de tu proceder, pero no elimina mi integridad. Yo puedo ser íntegro y buscar la forma política de hacerte ver que estás procediendo mal. Si eres honesto, agradecerás mi prudencia y harás los cambios necesarios para proceder honradamente. Es muy importante recordar que no es sólo ser honesto, es necesario también parecerlo.

Me parece una actitud desacertada la que ha tomado nuestro Presidente al indicar que al terminar su Gobierno en el 2013 se irá del país, a vivir en Bélgica con los millones conseguidos de tanta demanda. Si él se considera belga, abandone ahora el país. No me parece correcto que vaya a usufructuar del dinero ecuatoriano en esas tierras. Invierta en su país nos pide a los ecuatorianos y el gobernante, que continuará recibiendo un salario mensual como ex Presidente, ¿donde lo invierte? Debe quedarse y arriesgar lo que tiene en el país que ha modelado.

El Gobierno ha tenido muchas cosas buenas a lo largo de los más de cuatro años que lleva la revolución ciudadana, pero se han cometido errores y graves, como por ejemplo el haber abierto las fronteras y cedulado como ecuatorianos a muchos narcotraficantes de las FARC, no detener la cadena de asaltos, secuestros, sicariatos y homicidios, prohibir la libre expresión, silenciando a la prensa y tapando la mala actuación de deshonestos colaboradores entre otras cosas.

Creo que si el Presidente es una persona honesta y quiere al país y a los ecuatorianos como afirma, no puede ni debe abandonar el país al terminar su mandato. Ya sin el título de Presidente, expóngase como lo hacemos todos a los abusos gubernamentales, a la delincuencia, a los secuestros, al crimen organizado. Creo que si Rafael reflexiona sobre esto, y piensa en quedarse, tiene que haber un cambio de actitud, entre otros, ordenar al ejército que actúe en bien de los ecuatorianos y salga a acabar con los asesinos y ladrones, como lo hizo en su tiempo León Febres Cordero.