Las incoherencias y los anti patrias.

El parámetro para medir la autenticidad humana es la coherencia. La mayoría de las personas no somos en nuestro interior de la misma forma que aparentamos. El hombre coherente actúa de acuerdo a lo que piensa. El ser más coherente que ha existido es Jesús. Vivió de acuerdo a lo que predicó. Pregonó la humildad y vivió de esa manera. Representaba a los pobres y vivía como ellos. En eso radicó su autenticidad y credibilidad. Su mayor patrimonio fue la coherencia.

Correa es incoherente. No actúa de acuerdo a lo que piensa y no vive de acuerdo a lo que predica. Se dice representante de los pobres, pero vive como los ricos. Crea un impuesto para los carros de lujo, pero anda en un carro de lujo sin pagar impuestos. Tiene un avión que no lo tienen ni los ricos. Dice ser humilde, pero tiene un chef belga que le prepara comidas gourmet. Va a dormir a la trinitaria, pero llega a los hoteles más caros cuando viaja. Se da lujos que ni el más fantoche de los oligarcas se podría dar.

El 13 de Octubre del 2007 dijo: El gobierno no permitirá el absurdo de que el dinero y ahorro de los ecuatorianos, tan necesario para sacar adelante al país, esté afuera y de que un país tan pobre como el Ecuador esté financiando a Miami. Estos son anti patrias.

Descubramos lo que verdaderamente es en su interior. Depositó en una cuenta bancaria en Bélgica 331.000 dólares. Cuando ganó el juicio contra el banco del Pichincha, dijo que el dinero ganado lo iba a destinar a donde el pueblo ecuatoriano se lo pidiera. Nunca hizo lo que se comprometió y ningún ecuatoriano le dijo que lo invierta fuera del país. Mucho menos que se compre un departamento en Bélgica. Insultó a los anti patrias que se van de vacaciones a Disney, pero se compró un departamento en Bélgica para que su familia se vaya de vacaciones a Europa. Es evidente que está consciente de la inseguridad económica en la que el mismo ha metido al Ecuador. Por si las moscas, para evitar que le quiten su dinero a nombre de la revolución ciudadana, sacó su plata de aquí. La verdad de todo esto, es que no actúa de acuerdo a lo que piensa y no vive de acuerdo a lo que predica. Todo es una farsa. En su interior no existe el ecuatoriano humilde o nacionalista que poniendo el ejemplo confía en la seguridad económica que proporciona su mismo gobierno. A la hora de cuidar su plata actuó como cualquier oligarca criollo y puso su dinero en un país sin revolución ciudadana.

El Ecuador no debe ser gobernado por los caprichos y las vendettas de un incoherente que no es auténtico en su interior. Todo esto de la humildad y que representa a la clase pobre es una farsa maquiavélicamente diseñada por expertos en mercadotecnia. Es una venta de una imagen preconcebida bajo un cálculo político, revestida de una demagogia criolla para engatusar a los incautos haciéndolos creer que en el se encarna al Robín Hood ecuatoriano, cuya misión es quitarle el dinero a los ricos para repartirlo entre los pobres sin que deban trabajar. La realidad es que el cargo lo ha convertido en un rico que vive como el más rico de los ricos. Es un nuevo millonario que no cree ni en sí mismo, ya que su dinero lo deposita fuera del país, sabiendo que llegaremos al caos por la inestabilidad que su gobierno provoca.

Necesitamos un ecuador de paz. Nos merecemos un país mejor al que están depredando. Estamos devorados por carroñeros que pagan el sueldo de los vendedores extranjeros.

Perdamos el miedo y enfrentemos a los anti patrias. Luchemos por una libertad que no sea un permiso de cómo debemos vivir otorgado por el gobierno.

Vivamos respetando a la honra ajena y considerando a la opinión contraria como el principal derecho de la tolerancia democrática.

Las incoherencias y los anti patrias llevarán al país más allá del mismo infierno.