“Hacer lo que nos da la gana no es ser libre. Eso lo hacen los animales. La libertad es inteligente y se guía por normas” Tapia Figueroa
El problema no es en si “un baile erótico” que ya es “modus ritmus” que baila la juventud de aquí y de todas partes, pero si, lo exageradamente sensual que deja mucho qué pensar…
Lo grave es el modo de divertirse de nuestra juventud, exacerbada, a veces, con el uso de alcohol y drogas, que les hacen perder el sentido.
Hay algo más, los estudiantes, no son todavía seres independientes-son púberes y adolescentes hijos de familia y alumnos de centros educativos, cuyo comportamiento es el resultado, a más de la formación que se les da, del control o descontrol que ejerzan sobre ellos los adultos padres y maestros. Todos los hijos y alumnos del mundo, en todos los tiempos, entrados a la adolescencia en que las fuerzas bio-fisiológicas se desarrollan, están expuestos a la malsania de influencias negativas, si se los deja sin control en sus reuniones, en sus fiestas, en sus amistades y en sus amores, convertidos en libertinaje.
El estudiante tiene dos espacios-hogar y colegio-, a los que tienen el compromiso moral de respetar y saber que, a sus padres, el comportamiento de ellos les importa dentro y fuera del hogar, como los maestros directores también les hacen sentir que su comportamiento es importante dentro y fuera del Plantel. Por tanto, cuando cometen faltas están haciéndolo contra su hogar y contra su Colegio. Faltas que deben ser sancionadas por sus padres y maestros porque, además, hay una verdad que han de concienciar: que “todo en la vida tiene un precio” que hay que pagar, a veces dolorosamente, pero tienen que hacerlo.
Por otro lado es importante que las autoridades civiles investiguen: dónde se produjo o producen esos “encuentros peligrosos” ¿quién los incita?, ¿quién los propone?, ¿quien negocia?, ¿qué les venden? ¡Si! Qué les venden?… Igual ¿quién puso ese video al aire? Podría ser el autor intelectual, al que debe investigarse como inductor culposo y también castigarlo…
Siguiendo con el tal “baile”; que no es como alguien dijo “alegría de muchachada”, todos sabemos que un roce genital de esa forma, entre individuos, con alcohol, o droga o sin ellas, es peligrosamente grave-, porque producen reacciones sexuales inminentes.
Y no es que estemos contra el sexo, muy por el contrario; como maestra, considero el valor y la importancia de la sexualidad y trabajo a que nuestros alumnos/as concienticen que el acto sexual o coito, no debe ser producto de un momento de euforia o inconsciencia, sino parte del amor de la pareja humana, madura biológicamente y con responsabilidad productiva, para que sea lo que debe ser-acto de creación de un hijo, cuyo primer derecho es ser deseado por sus padres para ser amado y tener el soporte que necesita toda su vida…
Como formadora, considero, que sí hay falta cometida por esos alumnos y la sanción debe ser enérgica-con ley o sin ley ministerial- mas si, con la ley moral institucional responsable de su formación.
Oí a alguien decir-Esto de sancionar ya no es de este siglo” “está pasado de moda”-
El hijo en todos los tiempos, cuando quiso o quiere hacer lo que le da la gana y su padre y madre lo contiene, su refutación es: “Uds. Son anticuados”… “Con ideas pasadas de moda…” Mas, solo logran salir ilesos, cuando esos padres o maestros “anticuados” se paran bien fuerte en su deber, que es de todos los tiempos, de guiar a sus hijos y alumnos para salvarlos del peligro. Todos sabemos que el bien y el mal no tienen época, así lo ejerza la sociedad, sin normas.
Me dijo alguien alguna vez; “Llegará el día en que el coito sea como darse un beso en la calle y donde quiera…” Yo respondo en el presente -Hasta que llegue ese malhadado día, en que lo hagan “cuando les de la gana” como cualquier animal, ¡Propiciemos que hoy, nuestros hijos y alumnos actúen como seres humanos inteligentes, que son, con un cerebro para pensar y un corazón para sentir…
Nota: Es recomendable humano-sicopedagógicamente, que esos alumnos se cambien de Colegio, en preservación del comportamiento del resto de los estudiantes, cuya mentalidad estudiantil sufriría confusión respecto a su ejercicio conductual, al tiempo, por el bien de ellos, se evitaría sean víctimas de burla y el escarnio de sus compañeros y los padres. (ya al momento-quién sabe, qué apodo les habrán puesto…)