Las efemérides patrias se vuelven cada vez más distantes del imaginario histórico de las nuevas generaciones y su recordación, sobre todo cuando aparecen nuevos íconos en los tiempos de la revolución ciudadana del Socialismo del Siglo XXI.
De vez en cuando hay voces de reclamos para que se exija su permanente recordación, especialmente en los jóvenes que necesitan tener referentes de los valores que no deben perderse jamás: el honor, el sacrificio, la lealtad y el sentido de lo que es la libertad.
El anterior martes 2 de agosto se cumplieron 201 años del sacrificio de los próceres de la independencia. El movimiento independentista del 10 de agosto de 1809, fue la clarinada más importante que influyó poderosamente en toda América; aunque este movimiento iniciado en la Real Audiencia de Quito fue brutalmente sofocado por las tropas de la Corona española que no quería que el resto de colonias sigan el “mal ejemplo” de Quito; más bien fue un reguero de pólvora que galvanizó el espíritu libertario de los patriotas de los demás pueblos oprimidos de América Hispana.
Una vez controlado el movimiento del 10 de agosto de 1809, los líderes que derrocaron al Presidente de la Real Audiencia de Quito, el Conde Ruiz de Castilla; fueron reducidos a prisión en las mazmorras del cuartel Real de Lima, en Quito.
En la mañana del 2 de agosto, los quiteños irrumpieron en el presidio, apenas armados de palos y a gritos demandaron la libertad de los patriotas; las tropas realistas no sólo que arremetieron brutalmente en contra de los manifestantes, sino que ingresaron a los calabozos y a bayoneta calada asesinaron uno a uno a los mentores del Primer Grito de la Independencia.
Las autoridades de Valparaíso, Chile; ante la tragedia del 2 de agosto, ordenaron que en el faro del puerto se colocase una placa en homenaje a Quito y en honor a los mártires del primer grito libertario en América, con la inscripción: “Quito Luz de América”.
Este hecho sangriento de nuestra historia, nos dejó un gran legado, que “La rebeldía del Pueblo debe estar prevista de ideales que sean capaces de detener la infamia, el despotismo y los abusos” y que la defensa de la libertad no tiene precio. La sangre de estos héroes no se derramó en vano.
Estimado Alberto,
Permitame sugerirle que deberìa leer el acta del 10 de Agosto de 1809.
No existe NINGUNA proclama de independencia, por el contrario, existe una proclama de fidelidad al Rey de España defenestrado por los franceses.
Es hora de dejar de repetir esta burda mentira y concientizar a la poblaciòn sobre la verdad historica
Apreciado Alberto:
La mal llamada «Revolución» del 10 de agosto de 1809 no tuvo jamás la intención de declarar la independencia de nuestro territorio respecto de la Corona española. Fue un movimiento pro monárquico y anti bonapartista. Por eso los miembros de la Junta que nació ese día juraron fidelidad a Fernando VII a quien proclamaron «nuestro monarca legítimo y señor natural». Basta leer el acta del 10 de agosto para descalificarlo como independentista.
Esa condición se la concedieron graciosamente los historiadores afectos a la aristocracia tarraateniente pero la revisión de la historia, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX, ha desmentido tal falacia.
Ricardo Vasconcellos