Primero debemos tener clara la noción de que los que invierten en bonos son, en su orden: Especuladores; Personas o grupos con alta liquidez que no saben hacer que trabaje su dinero; y sujetos mal asesorados que ponen los fondos dedicados a su retiro en una sola canasta.
Los primeros, los especuladores, son una parte muy importante de toda economía, por cuanto financian a los demás fundamentados en ocurrencias que llegan a ser absurdas.
“La última vez que le dolieron los callos a mi tía, mucho dinero se ganó con los bonos” “Cuando me llaman equivocados en la madrugada siempre ha subido el precio del petróleo” En resumen: Apostaderos de juegos, en que por lo general terminan perdiendo, pero que en el trayecto financian muchas obras.
Si un grupo, y aquí debemos agregar las personas que guardan para jubilarse, no sabe hacer que trabaje su excedente de caja, es natural que tampoco sepan analizar bien el retorno de un bono; y resulte que termina siendo negativo, lo que corresponde a recibir una rentabilidad inferior al desmejoramiento del poder adquisitivo.
Los síntomas de una enfermedad económica son: Pedir prestado para gastar, préstamos para mantener negocios ya no viables, usarlo en operaciones no ortodoxas (ilegales, especulativas, volverlo a prestar).
Técnicos en dicha área son las economías del tercer mundo. La salida es sencilla: Emisión inorgánica que luego obligan a grandísimas devaluaciones.
Repasemos un poco a los que tienen problemas económicos: Programas paternalistas y dadivosos, difíciles de controlar y por lo tanto muy fáciles para defraudar.
Un gobierno que pone a la imprenta a trabajar a velocidad tope produciendo dinero para salvar a muertos que caminan.
Existen distintas formas de implementar un presupuesto deficitario “lleno de barriles de manteca” para lograr respaldos, y muchas formas de financiar un déficit, al menos en el corto plazo.
La más importante es el endeudamiento interno. En este caso, el Ministerio de Finanzas emite bonos que son comprados por agentes privados, no por el banco central. Se apropia de dinero con destinos diferentes. Imponen impuestos alocados.
Otro modelo, recién inventado, y que no llaman “préstamo” es pedir dinero anticipado ¡en condiciones abusivas! por pago de entrega de bienes o servicios que se darán en el futuro.
Esta forma de endeudamiento permite al gobierno sostener un déficit sin disminuir sus reservas, ni aumentar la oferta monetaria.
Al financiar el déficit fiscal con un aumento de la deuda interna o adquirida por grupos externos como tal, sólo se posterga la fecha en la que se desatará la inflación. Esto es, provee los recursos ahora, pero es una deuda que deberá pagarse en el futuro.
El pago de intereses sobre una deuda fiscal aumenta los gastos del Estado, incrementando más el déficit futuro. El resultado será mayor inflación en el futuro, un problema que no ocurre si el déficit se financia con emisión de dinero fuerte desde el principio.
Standard & Poor’s, desde un tipo de vista más apegado a la realidad, debió de haber castigado el tipo de riesgo antes (aún cuando un doble AA+, es mejor que la mayoría del mundo) y no cuando ya se prevén las medidas para neutralizar el mal. Gran teatro.
No ahora en que ya está en efecto una Ley que obliga a reducir la insuficiencia en valores ABSOLUTOS y recortar los gastos hasta volverlos manejables.
La tina con agua se ha agitado y las olas formadas rebasarán los costados por un corto tiempo y luego se nivelarán.
Por supuesto que habrá una percepción de miedo y todos se retirarán a sus murallas. El sistema dadivoso característico de los Demócratas Estadounidenses, muy probablemente será reemplazado por un grupo de Republicanos fieles a su tradición de dar libertad y sólo gastar lo que tienen. ¿Volveremos a ver un Bush, un Ronald Reagan? Es probable.
Por otra parte ¿dónde, en qué, o en qué país puede estar más segura una inversión que en los Estados Unidos de Norte América?
Sr Antonio Kure
«To big to fail» es una pelicula que deja ver algunos entretelones de la caida de la banca norteamericana, y una muestra de que la avaricia y el amor al dinero de parte de los banqueros, y el papel del estado frentea una crisis.
Si no la ha visto se la recomiendo, es una alerta al sistema fianaciero mundial