En estos momentos en que hay mucha gente desesperada en nuestro país, , puedo escuchar a muchas personas frustradas gritando con impotencia: Dios ¿dónde estás? ¿Por qué dejas que el Ecuador sufra así? ¿Por qué permites que mucha gente viva en condiciones infrahumanas? ¿Por qué no actúas y nos ayudas?
Hay un proyecto de ley en la Asamblea Nacional, igual que el que había antes de la Segunda Guerra Mundial, con respecto a eliminar las manifestaciones públicas y quitar símbolos religiosos, la manera de vestirse de los sacerdotes, etc. Es terrible lo que está pasando. Dios, te quieren sacar de nuestras vidas. ¿Cuántas veces llegamos a cuestionarnos: ¿Es nuestra oración una pérdida de tiempo? ¿Verdaderamente Dios me escucha? ¿Existe? Si me ama, ¿por qué nos pasa esto?
El Gobierno está muy confundido en cuanto a quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Ante la delincuencia, impávido. Ante los empresarios, educación, etc., haciéndonos toda clase de experimentos so pena de destruir el sistema naturalmente establecido. ¿Por qué no me oyes? ¿Por qué callas? ¿Por qué no actúas? ¿Dónde estás?
Pero al mismo tiempo puedo escuchar a Dios respondiéndonos: ¿DÓNDE ESTÁS TÚ? Tú eres mis brazos y piernas en la Tierra. Todos mis actos los quiero hacer a través tuyo. Toda tu vida te he dicho que debes vestir al desnudo, visitar al enfermo, darle de comer al hambriento y de beber al sediento. ¿DÓNDE ESTÁS TÚ? ¿Es que acaso no has escuchado mi mensaje durante toda tu vida?
Envié a mi Hijo para que lo escuches, y luego el Espíritu Santo penetró en ti para darte fuerzas. ¿DÓNDE ESTÁS TÚ? ¿Qué estás haciendo por los demás? ¿Qué has hecho por los más necesitados? La gente que te rodea está desesperada de aliciente físico, aliciente mental y esperanza espiritual. ¿DÓNDE ESTÁS TÚ? Ayuda tú a los otros. Para eso estas ahí. No los abandones. Propón ideas, lucha por causas justas, enfrenta el mal. No tengas miedo jamás. Porque “Yo estoy adentro tuyo” nos contesta Dios; y la esperanza de los justos es alegre, pero la expectativa de los malvados se desvanecerá. Pasa la tormenta, y ya no existe el malvado, pero el justo tiene cimientos eternos.
Así que crea el ambiente para que se pueda dar la multiplicación de los panes y se pueda erradicar la pobreza, crea el ambiente para que ya no se sigan generando criminales. Crea el ambiente de diálogo para no tener un país tan dividido.
En otras palabras, seamos testigos y actores del amor de Dios; sembradores de esperanza y constructores de paz en Su nombre.
He borrado algunas veces lo escrito al no encontrar palabras justas.
Cuánto padeció Jesús por nosotros; y nosotros qué hacemos por ÉL?.