“¡La pluma!, ese poderoso instrumento de los hombres insignificantes”. – Lord Byron –
De lo más común es que quien ha alcanzado fama o poder, corra el riesgo de verla disminuir, ya que quien ostenta el poder es generalmente impopular; en nuestro país este gobierno no sólo que guarda sino más bien crea las apariencias, lo que poco a poco ha ido acabando con la prensa y la opinión pública libre y ha ido a la vez formando la suya propia. Y es que hoy más que nunca: “Ser libre, es estar informado” (George Menager).
Y lo más grave es que el Gobierno, para tratar de no perder popularidad, utiliza los dineros de todos los ecuatorianos, más que para educación o salud, para hacerse propaganda y en una campaña totalmente personal. Por eso es que este país sigue desarrollando una pobreza abrumadora, “…una masa trémula de atormentados, hambrientos, desposeídos y aturdidos seres humanos que se encuentran ante las ruinas de sus ciudades y de sus casas y escudriñan los oscuros horizontes, temiendo un nuevo peligro, tiranía y terror” (Winston Churchill); y sigue por otro lado arruinando la paz por la lucha de clases que generan esas campañas del actual gobierno, con lo que prácticamente va destruyendo las perspectivas de toda esperanza. Y por falta de poder opinar libremente escuchamos el sombrío silencio de la desesperación. De ahí el chiste regado ahora de que le preguntan a alguien ¿cómo está? y dice “no me puedo quejar”, “ah, ¿tan bien estás?”, “No. No me puedo quejar porque me meten preso”. Eso no podemos permitir jamás que exista. Este debe ser siempre un país libre con ciudadanos libres.
El problema de que el gobierno siga actuando así es que “Cuando el pensamiento calla, las revoluciones hablan” (Emilio Castelar) y este Ecuador noble, que abarca las regiones más privilegiadas y cultivadas de la tierra, que disfruta de una infinidad de climas y geografías, volverá a padecer el sufrimiento de otra revolución.
Si el Gobierno dejara esta situación a un lado –todavía está a tiempo de hacerlo – y más bien uniera al Ecuador, compartiendo su herencia común mediante zonas autónomas, la felicidad, prosperidad y la gloria que disfrutarían sus 14 millones de habitantes no tendría límites.
Y el mismo genio Churchill indicó que “a pesar de todo, aún hay un remedio que si se adoptara de una manera general y espontánea, podría cambiar todo el panorama como por ensalmo, y en pocos años podría convertir a (Ecuador).” Millones de trabajadores serán capaces de recuperar las sencillas alegrías y esperanzas que hacen que la vida merezca la pena. El proceso es sencillo. Todo lo que se necesita es el propósito de cientos de millones de hombres y mujeres, de hacer el bien en lugar de hacer el mal y obtener como recompensa bendiciones en lugar de maldiciones.
Señor Presidente, permita la libertad absoluta de prensa, generando el ambiente para que se desarrollen más medios de comunicación independientes y no manejados por el oficialismo, para que la gente pueda opinar y así usted pueda tener una retroalimentación que le permita mejorar la manera de gobernar. Porque siempre se puede mejorar.
El señor Luis Antonio Ruiz en su columna bajo el titulo «Los Sufridores» da un analisis de este grupo….subliminalmente lo llama a usted «Sufridor»,al menos si lee la penultima estrofa de ese articulo,y si leemos la segunda estrofa prácticamente llama sufridor en forma subliminal a una señora que comenta en este diario digital WKV….Cosas de mi tierra.