25 noviembre, 2024

¿Qué nos pasa?

A raíz de la postguerra (2da. Guerra mundial), en casi toda Europa quedó una gran lección sobre los estragos causados por la reventazón de tamaña maquinaria bélica del entonces, fuerza y milicias, esgrimidas con morbosa intencionalidad por un tirano delirante llamado Adolf Hitler. Verdad o mentira, se necesitó de alianzas estratégicas entre algunas naciones para poder doblegar y luego vencer la sed de expansionismo que por todo el planeta Hitler pretendía, acorde sus descabellados planes.

En aquel entonces se peleaba palmo a palmo, tal cual se lo hace actualmente, la posibilidad de obtener energía derivada del petróleo. Así pues, en la actualidad cada quien quiere tener el poder de control sobre esos escenarios económicos. Pero así mismo, todos sabemos que poco a poco la industria del petróleo va cediendo ciertos espacios, y aquellas transnacionales que la controlan, saben perfectamente bien que, ya una vez iniciado el famoso siglo 21 y dentro de muy poco, el mundo se verá obligado a abocarse al uso de otros recursos energéticos para hacer producir a sus industrias, y que por sobre todo estamos muy cerca de vivir la experiencia de que una simple gota de agua tendrá mas valor que un barril de petróleo.

Por otra parte, y sin necesidad de muchos esfuerzos de las naciones poderosas por etiquetar a los países conformados en la región que particularmente nuestro país se pertenece: La gran Sudamérica, hemos adoptado esa particularidad de considerarnos un país de tercer mundo. País geográficamente pequeño, y acorde al último censo, con una población de 14 millones de habitantes; sumado esto a 3 millones de inmigrantes dispersos en otros países.

Pero, poco o nada se hace por reflexionar sobre una legítima verdad, en tanto y en cuanto somos definitivamente el único país; a lo largo y ancho del globo terráqueo en tener verdaderos recursos ventajosamente suficientes para subsistir a través de generaciones…y generaciones.

Que no dieran esas súper potencias por tener un mínimo porcentaje de aquellos maravillosos recursos. Pero claro, a nosotros los ecuatorianos, poco o nada nos interesa el tema. Solamente hemos aprendido a vivir del día a día, y entre rabiosos episodios de hambre de poder y control político, no sé de qué, nos estamos auto aniquilando y con ello perjudicando la generación de nuestros hijos y la de nuestros nietos.

Hace muy poco y ante un congreso con una audiencia de más de 100 representantes de casi toda la política mundial, me tocó el privilegio de debatir sobre el tema del agua y la importancia que aquel elemento representa en cada nación. Provisto de certera documentación analizada científicamente incluso por organismos internacionales, me dirigí hacia dicha audiencia haciendo un profundo análisis de la importancia de un recurso tan importante y vital como es el agua. Luego con mucho respeto, pero rebosante de tremendo orgullo, concluí así mi intervención: “Soy tremendamente respetuoso de las personas y de los países que ustedes representan, pero creo que no existe país en el mundo, excepto el mío, que tenga la inmensa variedad de recursos como los que poseemos”…. Luego continué con la narrativa de la siguiente parábola: “Creo que a mi país Dios lo miró siempre con ojos de piedad, tanto así que; luego de que el Todo Poderoso le dio forma a la tierra, se dio cuenta de que aun le faltaba repartir las bondades por el mundo. El, las puso en un saquillo y aquel saquillo se lo puso sobre el hombro, pero resulta que cuando pasó por encima del ecuador, aquel saquillo se le rompió, y todas esas bondades cayeron ahí”.

Hasta entonces no me había dado cuenta que mis congruentes expresiones, llenas de profundo orgullo y total convencimiento, habían sido recibidas con mucha comprensión por casi toda aquella audiencia. Al final, fue maravilloso y gratificante ver a esos personajes aplaudir prácticamente de pie mi intervención.

Que nos pasa entonces..? Porque puertas adentro nos desgastamos innecesariamente por hacer creer a “otros” que “nosotros” somos los mejores. Que le pasa a los “otros”..? que se desgastan innecesariamente por hacernos creer que ellos son los mejores. Mas, absurdamente, nadie se quiere dar cuenta que “ni nosotros ni los otros”, mucho peor de manera aislada, podremos sacar adelante nuestra patria sin antes pensar en función colectiva y de verdadera unión entre ecuatorianos. Es acaso tan difícil lograrlo..?

Mucho cuidado pues las actuales y/o nuevas generaciones de niños y jóvenes nos inmortalizan en la historia, y en esas instancias seremos juzgados y perennizados por ser los causantes de la destrucción de su futuro. No destruyamos lo que aún poseemos. Nuestras actitudes como ciudadanos y/o como políticos deben siempre estar centradas en lograr, entre otros, estos objetivos: PAZ, JUSTICIA, PRODUCCION, EQUIDAD, ETC, que tanto lo necesitamos. El resto vendrá por añadidura.

Basta ya de confrontaciones estériles que en vez de sumar, simplemente y peligrosamente restan.

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No hay comentarios

  1. Sus comentarios nos llaman a una profunda reflexion. Es verdad lo que pasarà dentro de poco con el agua a nivel mundial, miemtras aqui se pelean por espacios de poder y nada mas.

    Como dice el refran: «NADIE SABE LO QUE TIENE HASTA QUE LO PIERDE»

    Lo felicito

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