Los tsunamis solares es lo que sentimos en el planeta respecto de las explosiones que año a año ocurren en el sol. El sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada 11 años de promedio se produce un periodo de actividad máximo. Su último máximo solar fue en 2001. En 1859 ocurrió un tsunami solar de 200 nanotesla (medida de fuerza electromagnética). Otros años en que se ha registrado aunque en menor escala son en 1989 y 2001 y 2010. Generalmente no se ha sentido mayor cosa.
Si el campo magnético está orientado al norte no pasaría nada. Si está al sur ahí podría hacer más daño. Porque tiene una polaridad como las baterías. Por otro lado La tierra nos protege con su manto magnético, pero este tiene un límite. Casi nunca la radiación llega a nosotros por la protección de la atmosfera. A lo mejor a 11 km de la superficie de la Tierra los pilotos puedan medir algún mínimo incremento en la radiación.
En esta ocasión recibiremos uno nuevamente se supone que el 4 de noviembre. Este fenómeno SÓLO es un peligro para los sistemas satelitales que rodean la faz de la Tierra, aunque se estima que el daño no sería mayor, ya que las ondas expulsadas llegan con una fuerza reducida.
Pero como el sensacionalismo vende. Por eso lo vemos por todos lados y nos manipula. Nos lleva a comprar por un engaño sicológico. Y ¿qué compramos? horas de ver las noticias al respecto. Las noticias alarman diciendo que podría haber una lluvia de satélites los cuales serán afectador por la radiación y cambiarían su órbita – lo cual no hace mayor sentido que pase porque estos al estar en órbita siempre están cayendo y si lo hacen más rápido igual les tomaría años llegar a la Tierra – y siempre el dueño de estos lo tiene controlado para ver cómo hacerlo caer y dónde cuando ya no sirve. La segunda es la falla de los materiales eléctricos desde una computadora hasta un avión de pasajeros lo cual es más improbable todavía porque la interferencia seria mínima y gradual, no de un minuto a otro.
Lo que si se produce es una hermosa aurora boreal que se la ve generalmente en los polos pero en este caso podría llegar a verse incluso desde el Ecuador. La aurora boreal forma cuando miles de partículas cargadas de energía chocan con la atmosfera y por ende emiten luz. Arriba es roja y verde y abajo es azul y morado. Lo que nos hará recordar las palabras de Einstein cuando decía “La belleza no mira, solo es mirada”, o las de Jorge Luis Borges “La belleza es ese misterio hermoso que no descifran ni la psicología ni la retórica”