23 noviembre, 2024

Balance

El ser humano es resistente al cambio. ¿El motivo? Cambios para mejorar solamente se logran para el grupo que lidera el cambio. En general, la gran mayoría siempre pierde.

El motivo es sencillo. Si yo lidero un cambio, busco cambiar lo que yo creo que está mal. Lo que a mí me afecta. El hombre es egoísta, busca su comodidad y ve sólo por sus necesidades. El 99,99% de los hombres es y piensa así. El 0,01% restante, sabiendo que es minoría absoluta, prefiere el anonimato para no ser destruido por la mayoría. Uno de los defectos más graves del ser humano es la sordera. No oímos nada más que lo que queremos oír y cerramos los oídos a cualquier otra idea. Hace unos años con motivo del paso a desnivel que se estaba haciendo en la Menéndez Gilbert, escribí un artículo advirtiendo que en el diseño aprobado, veía un defecto, pues los carros que circulaban hacia el puente por la Menéndez, si se dirigían a SOLCA o al Hospital Gilbert, tendrían que ir a dar la vuelta a la entrada del puente. Nuestro Alcalde, hombre inteligente y preocupado por la Ciudad, me envió una nota pidiéndome que hable con los Ingenieros del Municipio. Me reuní con ellos y les dije mi inquietud. Me oyeron (sin escucharme) y me dijeron que no me preocupe, que ya estaba previsto añadir una vuelta por debajo para el retorno. Cuando se terminó el paso a desnivel, pudimos comprobar que mis temores eran reales, pues no existe tal retorno. ¿Qué pasó? Pues que el ser humano en general no tiene capacidad para pensar en las necesidades de los demás. Sólo mira por lo suyo. Son pocos los carros que van a hacer ese recorrido y yo nunca lo voy a hacer, de modo que no es necesario. Cuando se está en una discusión no se piensa en lo que el otro está diciendo, sino en lo que vamos a contestar.

Ejemplos hay a montones, tanto en lo vial como en otros aspectos. El Domingo 2 de Octubre, en su artículo sobre Cantinflas, el genial Pájaro Febres Cordero señala algo que preocupa. Por más buena voluntad que se tenga, ni el fatídico 30S, ni ahora luego de más de un año de buscar un justificativo al golpe de Estado, nadie ha podido probar que lo que ocurrió no fue más que un descontento de la Policía que, por una noticia incompleta, pensó que era perjudicada económicamente. El Presidente debe entender que es aceptado por la mayoría del pueblo y que nadie intenta derrocarlo y peor matarlo.

Enfrentar hermanos contra hermanos, sembrar odios, crear resentimientos de clases, es dejar heridas que no cierran nunca, o al menos no durante muchos, muchos años.

El Ecuador necesita paz, unión, necesita producir, progresar. Mantener a la gente ociosa, viviendo de un subsidio y mendigando o robando, es mantener un pueblo esclavo, sin deseo de salir adelante, de mejorar su estado. Por favor, Rafael, la mayoría está con usted. No decepcione. Sea Presidente de un país unido, no dividido, de un país que progresa, no de uno que se muere. De un país que mira hacia adelante, no de uno que vive con temores y pensando en las revueltas de antaño. La Patria se lo pide.

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