Si la memoria no me traiciona, y horas después del penúltimo partido oficial de nuestra selección, aquella vez en la Copa América, el cual lo perdieron y fueron eliminados sin pena ni gloria, nuestro icono futbolista Antonio Valencia, y quizá presionado por la situación que anímica y técnicamente atravesaban, hizo declaraciones a la prensa en el sentido de que calificaba como una falta de respeto para él y para el resto de jugadores de nuestra “TRI”, las criticas y las pifias que gran parte de la hinchada ecuatoriana hizo en su momento.
Por otra parte, desde otros varios sectores, surgió una avalancha de críticas en contra del técnico Reinaldo Rueda, de quien se comentaba su inevitable renuncia como estratega del plantel tricolor, y así pues se fueron tejiendo una serie de comentarios posteriores que indicaban que se le daría otra oportunidad a fin de que; tanto el técnico cuanto los jugadores, deberían de reeditar jornadas que justifiquen presentaciones dignas para un pueblo que ampliamente se merece, por lo menos, ver reflejados sus anhelos y esperanzas en los triunfos de su selección.
No he presumido, ni presumiré jamás de ser un erudito en materia de comentar sobre temas futboleros; eso se lo dejo a quienes conocen mucho más que yo sobre este campo del deporte, pero mi sentido común y mi simple lógica me hacen reflexionar sin duda alguna de que el estado anímico de un pueblo cuya constante es la pobreza, a veces bajo situaciones extremas, y como simples seres humanos carentes de muchas cosas, lo único que quizá aspiran es que de vez en cuando todas sus emociones se vuelquen a experimentar satisfacciones colectivas que generen grandes dotes de felicidad; aunque esta sea transitoria, pero inmensamente reconfortante, y capaz de borrar momentos de angustia como producto del día a día por la situación que vivimos como país en general.
El pasado viernes 7 de octubre, y luego de una gratificante jornada llena de emociones, y por motivo de las eliminatorias al mundial de Brasil, nuestra selección doblegó por 2 tantos a cero a la selección venezolana. ¡Y pudieron ser más de 2 goles! Y precisamente el artífice de los centros al arco, y que luego culminaron en aquellos hermosos goles, fue nuestro baluarte Antonio “Toño” Valencia. El plantel dispuesto en la cancha fue un tanto diferente al anterior de la copa América, el técnico de la selección fue el mismo, pero los resultados esta vez fueron diferentes.
Esta situación, para mí, no fue pues producto de la mera casualidad, sino mas bien que estoy seguro que fue el resultado de un amplio análisis previo, y que fue básicamente puesto en práctica con responsabilidad, garra ecuatoriana y experiencia por parte de cada uno de los responsables de este magnífico triunfo ante una selección que nos traía de los cabellos desde hace algún rato.
Usted, Toño, es desde hace mucho rato un ecuatoriano grande del futbol, un verdadero ejemplo para niños, jóvenes y adultos de todo el mundo. Particularmente, este humilde servidor suyo se siente tremendamente orgulloso de usted, quien admira y respeta su rica trayectoria deportiva allende nuestras fronteras.
Es por eso y por muchas cosas más que, entre otros, lo más importante de todo es el poder ser triunfadores y saber entender que, como es el caso que nos ocupa, veamos triunfar y culminar las aspiraciones de cada uno de nosotros a través de las jornadas de nuestra selección. Así pues siempre sentiremos que nuestras esperanzas como ecuatorianos; y más como seres humanos, son un sueño convertido en una realidad.
¡Debemos ser ganadores, no mediocres!
Aquello sin duda alguna se convierte tácitamente entonces en un bálsamo reconfortante que alivia nuestras angustias y que nos deja huellas positivas para continuar teniendo fe en nosotros mismo, para enseñarnos que sí somos capaces, que si en el plano deportivo podemos resolver favorablemente determinadas jornadas, también podremos resolver nuestros aciagos problemas en cualquier nivel de nuestras vidas.
Aquello hecho por ustedes, Toño, nos inspira profundamente y nos impulsa a tratar de ser mejores cada día y nos hace saber que cuando nos proponemos, si podemos. Aquello que ayer motivó duras criticas y pifias a muchos integrantes de nuestra selección, y que usted lo calificó como una falta de respeto por parte de sus autores; aquellos mismo que ayer los pifiaron, hoy les agradecen por tan laudable triunfo.
Pero, ojo, eso tampoco es producto de la casualidad. No Toño, repito, eso es producto de un pueblo que se siente ávido de mejores días para sí mismo y para bienestar de sus familias.
Que Dios Siempre los bendiga, y como dice un popular dicho: “PARA ATRÁS…NI PARA COGER IMPULSO”.
Hasta cuando no aprendemos que el pueblo llano necesita de verdaderos estimulos para que cada ciudadano sea mejor.
Su reflexion es muy correcta señor Ramirez, y por eso lo felicito y comparto con usted dichas reflexiones.
¡JAMAS DEBEMOS SER MEDIOCRES!….Aspiremos siempre a llegar lejos
Estoy totalmente de acuerdo con Ricardo, pues dejemos ya de seguir encasillados como un pais tercer mundista.
Un pueblo que sufre tambien siente, y lo unico que en este caso esperamos es la enorme satisfaccion de ir otra vez a un mundial y desempeñar un papel mas que decoroso, porque de los malos politicos ya estamos ¡GUACALA!.
Claro que ya estamos cansados de ser un pais sin aspiraciones y que sufre por falta de oportunidades, que es pobre porque quiere.
Entonces a veces nos volcamos a sentirnos que para algo valemos cuando por ejemplo nuestra seleccion triunfa.
Es verdad entonces que necesitamos que nuestra seleccion no sea como los malos politicos ni como los malos gobiernos, pues tenemos aptitudes para rato.
Lo felicito a usted señor Ramirez
Cuando un pueblo se cansa, hasta los jugadores de futbol marchan.
Ojala que hagan un buen papel y no tengamos que repetir el mismo estribillo: «Jugamos como nunca pero perdimos como siempre».
Si no quieren pifias, entonces piensen que cuando se ponen la camiseta de nuestro pais es porque estan representando a millones de ecuatorianos.
Para no ser comentarista deportivo, es usted muy coherente en sus ideas. Lo felicito doctor Ramirez.
Lo que pasa señor Ramirez es que a los malos gobiernos lo que menos les importa es el bienestar de sus pueblos, y siempre quieren distraerlo con eventos sin sentido.
Entonces, ese mismo púeblo se allana a estimularse aunque sea a traves de momentos felices, tal cual sería por ejemplo, la satisfaccion de ver triunfar a nuestra selección, y si hasta eso es imposible, entonces valemos #$%&/(/&%.
Lo felicito
Excelente reportaje, si, solo pensando pensando en grande se llega hacer grande.