Estanflación por malas políticas del Estado

Es la situación que se crea cuando tienen lugar simultáneamente una recesión (con acompañamiento de alto desempleo) e inflación.

Con la cifra del P.I.B. del segundo trimestre en 8,88%, dada a conocer por el presidente del Directorio del Banco Central, Diego Borja, el país, estadísticamente, vive uno de los mejores momentos de su historia económica.

Ah, las impresionantes cosas que hace un malabarista de los sofismas o un grupo hábil para eludir responsabilidades y echarle la culpa a otros.

Lo cierto es que estamos en una recesión con inflación, primer síntoma que se comienza a sentir de las malas políticas económicas y generales de un Gobierno que sólo hace campaña por un comprobado sistema fracasado.

Nuestra situación se caracteriza por una reducción de casi todas las variables económicas como son.

La inversión, suele ser especialmente sensible en las recesiones. ¿Acaso no ha empeorado?

¿Quién invierte en un lugar de inseguridad legal? ¿De inestabilidad constante por las mentiras?

No hay suficientes capitales para emprender grandes proyectos, salvo el mayor monopolista y negrero que existe en Ecuador: El Gobierno nacional, corrupto y lleno de resabio.

La caída de la producción, debido a la incapacidad de utilización de bienes y servicios por falta de ingresos, provoca que las empresas demanden menos mano de obra y por tanto se produce un aumento del desempleo, así lo muestra la Ley de Okun.

Éste Gobierno ha hecho algunas inversiones. No obstante, todo lo que hacen con la mano lo borran con el codo. Por cada obra de inversión, con sus relacionados escándalos; hay cien de despilfarro y gastos de boato político. ¡Por favor cuanto gasto en publicidad!

La estanflación siempre es de origen interno, causada por las autoridades soberanas de cada país, en el nuestro por el “soberano” que sólo se dedica a politiquear.

Nuestro futuro depende de la apuesta ilusa. De ahí que la atención siempre esté fija en la evolución de los precios del petróleo.

Ante los pésimos resultados de aumentar significativamente la producción nacional, se han basado únicamente en el alto precio en los mercados internacionales lo que ha permitido disponer de grandes recursos y malgastarlos.

En las últimas semanas, este precio ha fluctuado constantemente a la baja y a mínimos.

Tal cuál ellos lo aseveran el Estado es el eje de la expansión, ha sido por la gran entrada en el sobreprecio petrolero que sigue sosteniendo el flujo de capitales y el apropiarse de dinero ajeno.

Hasta estos momentos, la exportación petrolera ha sido excelente en ingresos, de los cuales muchos ya han sido pre vendidos bajo la cobija del “préstamo de China” ¿estará doble contabilizado?

Por la parte privada, las inversiones no crecen.

El Gobierno intenta equilibrar la balanza comercial, con duras acciones en contra del pueblo consumidor.

El Gobierno ha señalado que este desequilibrio llega como efecto de la dolarización, ya que constituye una especie de camisa de fuerza para realizar una correcta política comercial. Eso es totalmente falso.

Más bien se hubieran abierto puertas porque nos hemos vuelto más competitivos en relación a nuestros vecinos.

Claro que si a Europa, Medio Oriente, Lejano Oriente y Zonas del África viajan borregos y corderos a brindar por el día del “tomate” (tomate uno, tomate otro, tomate la foto) no habrá competitividad.

Por ello ha tratado de corregir el desequilibrio con normas que sustituyan las importaciones y dé prioridad a la “industria nacional”.

Las medidas no han cuajado. Hasta julio de este año sin contar con el petróleo, la balanza comercial sigue en déficit de más de USD 604 millones, pese a la reducción de 21% de esa brecha; en estas “exportaciones” se incluyen envíos subvencionados y, hasta donde yo sé no cobrados, a Venezuela, Cuba, Libia…

No dejemos pasar sin hacer notar en qué sacrifican al hombre ecuatoriano:

Una protección adicional a las aranceles, de US$5 por par de zapatos. En el caso de los que son para niños, de Taiwán, India y otros países se pueden adquirir a menos de US$2.5 el par, a los que con sólo el arancel le daría una protección efectiva a la mano de obra de más del 400%. Pero no… le agregan una suma astronómica y requisitos administrativos casi imposibles de cubrir, resultado: Comprar un zapato “nacional” a unos 14,50 el par.

Más ¿Cómo han fabricado el zapato nacional? Importan todos los elementos en condiciones muy favorables y por su ineficiencia, al no poder adquirir equipos de alta tecnología y rendimiento, sus costos son dramáticos.

¿Pantalones y ropa? Recién vi una reseña y charlé con unos amigos en Azogues, NO VENDEN porque les sale muy caro Y PORQUE LA POBLACIÓN NO TIENE DINERO.

Ternos, finos se pueden adquirir a 25 dólares ¿Cuánto cobra acá un sastre por mano d obra?

¿Los precios de los víveres? Es el peor gobierno en su política agropecuaria desde los de la época Cepalina. Los productos de subsistencia alimentaria registraron una inflación, de acuerdo con el reporte del INEC, de 38,59%.

Huevos, papa, leche, incluso el banano que se está pudriendo con plantaciones y todo, está más caro.

¿Medicina? ¿Odontología? ¿Visión? ¿Vivienda? ¿Transporte? No se quejen todavía, en la próxima les cuento lo que se nota que preparan.