No me referiré a la precipitada escapatoria que tuvo que efectuar el Presidente Correa de la zona de Quimsacocha donde fue para verificar el malestar de los pobladores por la concesión minera entregada a una transnacional y que contaminara grandes fuentes hídricas que perjudicaran al campesinado; lo haré sobre la aprobada Ley de Control de Poder de Mercado o Antimonopolio y al proyecto de Reforma Tributaria que se tramita en la Asamblea, nuevos golpes a distintos sectores de nuestra población.
La vigencia de la Ley Antimonopolio aprobada en septiembre pasado, desmotivará el ingreso de nuevos capitales una vez que en su texto aborda normas para el comportamiento y desarrollo de instituciones financieras y de otros operadores del mercado, además de abarcar aspectos tan diversos que la convierten en inconstitucional.
La novena Reforma Tributaria enviada por el gobierno a la Asamblea con carácter de urgente y disfrazada con el calificativo de ambiental, toca materias entre las cuales esta los impuestos a los vehículos, motocicletas, botellas plásticas y el de Salida de Capitales, convirtiéndose en nuevos castigos impositivos que afectaran al pueblo.
El gobierno pese a negarlo busca desesperadamente financiar el Presupuesto de las cuantiosas inversiones que se realizan a través de contratos firmados con carácter de urgente y que tienen dificultades para concluir su financiación; no obstante la Ministra Coordinadora de la Producción, reconoce hoy a punto de dejar su puesto, que la política Tributaria en el país no ha sido muy clara , pero que la nuevas reformas no afectara a la Clase Media; discurso no entendible ya que aumentara la inflación.
Al parecer este nuevo golpe a los bolsillos de los ecuatorianos, trae aparejada una crisis de gabinete promovida por el propio Correa en donde ya rueda la cabeza de la Ministra Coordinadora de la Política Económica y se anuncia un nuevo reciclaje.