Pensar no parece ser arte de los ecuatorianos. Las cosas se hacen por continuidad, por “vis a tergo”, no porque se busque solucionar problemas. Parece que pensar implica un acto volitivo difícil de realizar y que las personas prefieren ahorrarse el trabajo de buscar soluciones mejoradas a los problemas.
Motivado por la feria de ganado, pasé el nuevo puente de la Unidad Nacional, el cual ahora lo tendremos que ubicar como el cuarto, para poder saber a cual nos referimos y me llamó la atención, que ahora cada puente tiene una diferente velocidad límite, pues el cuarto permite ir a 80, mientras en los otros el límite es 70. ¡Eso sí! Hay que tener muy buena vista, porque los letreros son tan pequeños que hay que detener la marcha para poder leerlos.
Otra genialidad ecuatoriana son los letreros en la vía perimetral a Samborondón, donde ahora se ha eliminado el límite de velocidad. En ambas vías a la altura de la salida de la UESS, hay un letrero que indica “FIN LÍMITE DE VELOCIDAD”, aunque pocos metros después hay otro con “disminuya la velocidad”.
Parecería que lo que se busca es multar y no prevenir accidentes.