En casi cinco años de gobierno, que Rafael Correa los cumplirá el 15 de enero del 2.012, se habrá gastado unos mil millones de dólares en difundir la palabra “revolución”, y los llamados demócratas todavía no entienden que, cuando una revolución está en marcha, la juridicidad es como un simple traje de los tantos que se tiene en el armario. Los modistas que preparan el vestuario se hallan muy ocupados en esto. Corcho Dior ha hecho un excelente trabajo como valet y Alexis se ha dado abasto para diseñar el ajuar necesario y a la medida.
La Constitución de Montecristi fue el traje de boda con sus velos, adefesios y peinados que hacían ver a la novia con sus mejores encantos. La luna de miel ya dura cinco años y la revolución no termina de sacarse todavía la ropa íntima. Un striptease que todavía atrae a un sesenta por ciento de quienes siguen esperando el total de la lujuria. Para algunos la revolución, en su danza de los siete velos, demuestra un resultado ambiguo e incluso ya hay quienes dudan de su género. Los de izquierda la ven de derecha, los de la derecha la ven de izquierda porque no alcanzan a ver lo que hay en su pleno centro. Y es que eso de los travestis también cuenta en temas de género. Recién van a profundizarla, se dice, pero hasta el momento siguen los calentamientos previos y las promesas vivas bajo el ritmo de una democracia publicitaria. Me permito sospechar que el novio prefiere vivir en ese estado revolucionario permanente sin llegar a otra meta que la de gobernar por gobernarnos. La meta no es llegar a procrear una familia con instituciones vigorosas, sino gozar de la danza previa al calor de una melodía publicitaria que le permite mantener entretenida la lujuria de los votantes cautivos.
Una revolución es un cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato e implica una ruptura de un orden establecido. En ese sentido si estamos frente a un gobierno dispuesto a levantar polvareda. Una revolución incruenta porque no se ha ejercido otra violencia que la verbal de los sábados, mas las judiciales, sin contar los muertos del 30 de septiembre. Pero la revolución parece tener su meta y su fin en Rafael Correa y en su perpetuación en el cargo sin un marco institucional que lo sujete. No hay juridicidad ni el intento real de que lo haya. Todo es variante de acuerdo a las necesidades básicas insatisfechas de quien se ha coronado como emperador vigoroso. Con Red Bull como auspiciante y apenas con 48 años a cuestas, Rafael Correa encarna la revolución toda y no hay sucesores a la vista. El Vicepresidente que era la cara amable y afable, ha sido puesto de lado. Tampoco hay indicios de que vayamos a una institucionalización sino de la revolución por sí misma. Así que amigos juristas, no pierdan el tiempo citando textos legales.
En cinco años tenemos un Parlamento que no legisla ni fiscaliza sino que es un apéndice del poder ejecutivo; una función judicial colgando de los hilos burocráticos; un centenar de instituciones públicas con capacidad de administrarse en estado de emergencia; un presupuesto a la carta; un Presidente omnipresente y omnímodo; un Consejo Electoral con burocratitos seleccionados a gusto. Hay tanto revuelo y polvareda institucional que al menos yo me confieso en un estado de confusión total como para orientarme debidamente y peor para orientarlos a ustedes.
Posiblemente hacía falta implementar cambios y la única manera de hacerlo era o es de la forma autoritaria a la que nos hemos ya habituado. Nos hemos acostumbrado a tener miedo al Presidente, a los delincuentes que tienen más privilegios que antes, a la gelatina o inseguridad jurídica, al estado de confusión permanente respecto al sistema legal que nos rige mediante el cual no hay otra instancia que el poder de un hombre que se siente predestinado a tener la última palabra. No me acostumbro todavía a la zozobra jurídica, a la guardia pretoriana que cuida de Rafael Correa, a las cadenas nacionales que irrumpen y atropellan, a la persecución judicial, a una exacción fiscal a la carta. No me rasgo las vestiduras por aquello de la libertad de prensa porque si existía un régimen de abusos y preferencias, pero tampoco tolero al sistema de prensa pública que la tenemos enfrente en aberrante estado de sumisión al dueño del circo, y cuidando las espaldas de todos los errores que se cometen en el quehacer cotidiano de la administración pública. No me acostumbro al manejo de miles de millones de dólares con conexiones venezolanas, iraníes o chinas que me infunden un sabor de poca o ninguna transparencia. No comparto la idea de que el Estado sea el motor de la economía y que la mejor opción para los jóvenes sea convertirse en funcionarios públicos y la peor opción la de convertirse en emprendedores.
Una conclusión si la tengo clara. No es compatible un Estado en revolución permanente, con un sistema jurídico que garantice y sustente lo que tenemos ahora y que es una democracia electoral vengativa y revanchista. Seguiremos así, en eterno estado de zozobra revolucionaria, mientras los electores no entiendan que la institucionalidad es al fin de cuentas el único mecanismo para alcanzar el desarrollo. La revolución no es un meta. No la publiciten si quieren realmente un Ecuador que funcione. La revolución con corcho no es revolución tampoco.
HAY ESTIMADO HENRRY RADD, YO NO DEBERIA SINO APLAUDIR TODO LO QUE ESCRIBE UD. ES QUE HABEMOS UN MONTON DE GENTES QUE SABEMOS QUE SONAR SI CUESTA Y PEOR SI SE SUENA DESPIERTO! NO DESCONOZCO QUE CORREA TIENE TODO EL DERECHO DE SEGUIR AHI PUES, HASTA YO HE SALIDO ALGUNAS VECES A APLAUDIR UNA QUE OTRA OBRA O GESTION QUE ANTE TODO SEA PARA ALEGRAR EL ESPIRITU DE NUESTROS MENESTEROSOS Y GENTE MAS NECESITADA Y TAMBIEN PARA LA CLASE MEDIA Y MEDIA ALTA QUE CON CIERTAS REFORMAS HEMOS SALIDO BENEFICIADOS! POR DESGRACIA CORREA NO ES EL MINISTRO DE BIENESTAR SOCIAL DE UN GOBIERNO SINO HOY, SU DICTADOR AVALADO POR UNA GRAN MAYORIA Y SIN MIRAS A TENER NI, ENTRE LOS REVOLUCIONARIOS NI ENTRE LA OPOSICION A UN SUCESOR DIFERENTE…QUE SIRVA PARA MEJORAR LOS TEMAS DEL DIA QUE NOS TIENEN SIN GUIA NI BRUJULA Y Q NOS AGOBIAN! LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS! QUE DIOS NOS GUARDE A LOS DEMAS TAMBIEN!
Este si que ha sido un ensayo perfecto. Lo felicito. Permitame acotar desde afuera de mi pais donde me encuentro desde hace mas de 30 anos, que desgraciadamente, en el ambito internacional, el Ecuador es como que no existe. Muy ocacionalmente aparece una noticia si es que un volcan explota o si alguna otra tragedia ocurre. El Ecuador sigue siendo como una broma al alinearse con clubes de tercera que tan solo producen exportacion de discordia. Para el colmo, el ministerio de relaciones exteriores se ha convertido en pasatiempo de cantantes de pacotilla que perjudican la imagen de un pais que tanto la necesita para venderse al exterior.
Y es que en una epoca en que la democracia esta surgiendo en regiones donde era desconocida, por sudamerica se esta retrocediendo en el tiempo hacia las epocas bolivarianas donde los egos primaban sobre las libertades.
Vivir en democracia es una tarea dificil para el que no posee madurez. Individuos immaduros no comprenden el valor de respetar los poderes del estado y menos al ciudadano al que lo ven con desprecio pero lo adulan con interes.
Esta es un explicación muy clara de la forma confusa en que estamos viviendo. Pues ni estos mismos gobernantes no tienen claro sus posiciones. Solamente sabemos que nuestro dinero cambio de manos y que seguimos con personas que solo se interesan por servirse y eso si son mas «inteligentes » que los anteriores ; han tomado mas en cuenta a los que tenian que hacerlo dando «regalitos y no enseñandolos a pescar»…
Solo cambiaremos cuando dentro de nosotros tengamos «amor al prójimo».
Henry te felicito por ser tan claro en tus comentarios
saludos
Muñeca Guerrero
Como yo lo veo es que a Correa todavía le importa guardar una buena imagen ante el resto del mundo, por eso sigue actuando en una especie de simulacro de democracia, con consultas, elecciones presidenciales, etc, y casa adentro vivimos en una completa dictadura. Para colmo el miedo nos tiene paralizados porque todavía no queremos entender que nosotros, el pueblo, somos los verdaderos dueños del país y él un simple empleado, y como empleado podríamos despedirlo si no estamos satisfechos.
Sr.Raad, es un placer leer con que objetividad Ud. ha retratado a esta revolucion ciudadana, lo triste es ver como nuestro pais esta en un camino que no lo llevara a ningun buen final, ya sabemos que si gastas mas de lo que ganas, siempre estaras en contra y este Economista es un experto en esto, sabe como enganar a los mas ignorantes que seguiran dandole el voto.
Solo nos queda la esperanza de que algun dia el pueblo cuando se de cuenta de lo que estan haciendo con ellos no sea muy tarde.
Saludos
Julio Franco Cabrera