El concepto de hombría ha sido absurdamente tergiversado por el hombre. Se considera sinónimo de adrenalina, de potencia, de machismo, y en realidad no hay nada más alejado de ello. “No eres hombre si no te tomas este trago.”, “No eres hombre si no te levantas a esa chica.”, “No eres hombre si no haces esto.“, son algunas de las estupideces con las que pretendemos que un amigo cometa tal o cual acto reñido con la moral o con la lógica. Sólo el tonto que no tiene criterio propio y necesita de la aprobación de los demás para sentirse hombre, puede caer en esa trampa para idiotas.
El hecho de beberse una botella de alcohol, de correr un riesgo innecesario, de matar o violar, no demuestra que uno sea más hombre que otro. Es más, en realidad lo que demuestra es que es más estúpido de lo que parece, pues creer que su hombría se mide por el riesgo, o por determinado acto, lo único que demuestra es que aún no alcanza la madurez suficiente para pensar.
Hombre no es el que obedece a insinuaciones de otro. Hombre es que el que se domina a sí mismo y hace lo que tiene que hacer, no por probar su hombría, sino porque debe hacerlo. El hombre se diferencia de los demás animales porque piensa y actúa de acuerdo a su propio criterio, no por lo que otro le dice que haga. La hombría no se demuestra por poner en riesgo mi vida o por hacer daño a alguien. Ni los animales son tan tontos como para seguir ese criterio, peor un hombre. Sólo un imbécil puede creer o hacer eso.
Hombre es el que se domina a sí mismo. El que hace las cosas porque conviene hacerlas, no por demostrar a otro imbécil, lo idiota que se puede ser. Hombre es el que “sirve”, no el que “se sirve”. La Biblia lo dice claro: “El que no vive para servir, no sirve para vivir.”
La hombría del hombre no está en sus hormonas o en los actos que realiza. No es más hombre el que tiene más mujeres, sino el que es capaz de hacer enteramente feliz a una mujer, y no sólo en el aspecto sexual, sino en su vida con ella, por el respeto y la forma de trato. Bestias hay muchas, pero eso no es ser hombre. Ser hombre es contenerse y dominarse. Verdadero hombre no es el que domina a los demás, sino el que se domina a sí mismo. Hombría no es ser el que más bebe, ni el que más aguanta, ni el que comete tal o cual acto reñido con la moral. Me temo que se está confundiendo machismo con hombría. La única hombría es la “hombría de bien” que es la del hombre que actúa siempre por el camino del honor y del respeto.
No permitamos nunca que algún envidioso o amargado nos haga actuar contra nuestra hombría de bien.
Como siempre mi Dr. tan preciso con sus sabias palabras, la inteligencia es la que hace la diferencia de los animales, el verdadero hombre es el que hace feliz a una sola mujer y vive para sus hijos, son las palabras de la Biblia como ud. indica: uno debe vivir para servir.
EXCELENTE ARTICULO, DR. GOMEZ. MUY BUENO. LO FELICITO Y OJALA MAS DE UNO LO GUARDE EN SU MEMORIA.!!!!!!!!!!!!
Me identifico con la mayoría de sus artículos, pero este en especial me parece muy útil, lo compartiré con mis hijos y familares.
Es Ud. muy hombre al escribir así.
De José mis respetos a ud. Dios le dio esa sabiduría para compartir esta descripción tan acertada sobre la hombria y para aquellos que les gusta leer les dejo esta base bíblica de la cual se refiere la hombria de bien 1 reyes 2:1-12 bendiciones a todos