Hacinamiento Urbano

Guayaquil vivió décadas de oscuridad municipal y la planificación urbana quedó a merced de la ocurrencia, de un juego de toma y daca sin obedecer a una cultura urbanística hecha carne en ingenieros, arquitectos, empresarios de la construcción y, especialmente, de los funcionarios municipales. Es así como se explica la construcción de ese edificio denominado Macro, al pie del Estero y que ni está claro siquiera para donde evacuan sus aguas. Se incumplieron conceptos básicos en cuanto a altura y volúmenes. Tampoco se respetó la línea de retiro claramente demarcada hasta Plaza Quil que es la edificación vecina. Es así que se robaron todo el espacio necesario para dar acceso a un húmedo y anti técnico parqueo subterráneo. Esa franja usurpada tarde o temprano impedirá la ampliación del puente de Urdesa que es el embudo donde termina la Avenida Plaza Dañín.

Recuerdo que cuando se iba a aprobar el paso a desnivel del Policentro las observaciones que como concejal hice al temido León advirtiendo que todo lo que se iba a ganar en rapidez vehicular con esa obra se la perdería con la estrechez del puente de Urdesa. Nuestro alcalde quería obras y no le alcanzó el tiempo para terminar las soluciones viales correspondientes a ese sector, pues abrió muchos y simultáneos frentes en toda la ciudad. Me respondió, mi recordado burgomaestre, que ya habría tiempo para que otros alcaldes se ocupen dar esa solución. Han pasado casi dos décadas ya y la congestión vehicular se centuplicó. Hace ocho años funciona, a pocos metros de ese mencionado edificio, el centro comercial San Marino construido también a escasa distancia del Policentro que tiene 30 años de antigüedad. El sector está saturado porque incluso se permitió a la Clínica Kennedy ampliarse a costillas del parqueo ajeno. Incluso allí pegado funcionan Las Vitrinas, otro centrito comercial, para terminar de congestionarlo todo. En resumen, ese sector del Guayaquil moderno, adolece de una notoria falencia en cuanto a planeamiento urbano.

El edificio Macro fue incautado antes de haberse concluido y no lo habita nadie. Estaba abandonado hasta que el Emperador de La Nación y pronto de Latinoamérica, una vez que muera Fidel, Raúl y Hugo, ha decidido habilitarlo para ocuparlo con escritorios a tres ministerios populacheros. No hay siquiera espacio para las paradas de buses correspondientes, ni los parqueos suficientes salvo que se apropien de los de Plaza Quil. Entrar a la pelea con Correa por esta situación es una batalla perdida dado su nivel de prepotencia. Es tarde diría yo, pero la culpa le corresponde a nuestro Municipio porque tuvo 16 años para corregir un error. Ahora no tiene la fuerza para hacerlo si acaso lo quisiese.

También han proliferado los Centro Comerciales, y esas nuevas estructuras donde se agolpan oficinas, clínicas, comercio encerradas dentro de un conjunto de edificaciones. Son mega proyectos que deben, por serlo, pasar por un análisis del Consejo, y no solamente por la burocracia presionada por empresarios de la construcción. Deberían ser aprobados por Ordenanza específica para cada caso así como se aprueba una nueva urbanización. Solamente desde ese momento se podría empezar a comercializar un proyecto que modifica el uso de suelo y la densidad poblacional de un determinado sector.

La sobre explotación del uso de suelos ya se lo ha permitido en los alrededores del Mall el Sol, y tenemos ahí una suerte de tugurio de cemento que se ve moderno, pero que no resiste un análisis urbanístico mirado en el siglo 21. Sus edificios no tienen retiros mínimos, los edificios se chocan unos contra otros, faltan parqueos y vías alternas de accesos o evacuación. Se ha comercializado los estacionamientos sin respetar los propios que debiesen existir para que el proyecto sea funcional. Hace un mes se acaba de inaugurar un hermoso centro comercial City Mall, o Mal diría yo, sin accesos y usurpando toda una vía pública destinada obligatoriamente, por eso de los hechos consumados, para entrada y salida de vehículos que no alcanza a servir, y que parece un sal sin puedes anti técnico y frustrante. La ciudad deberá pagar la remodelación del sector para dar algo de fluidez de tráfico degollado en otro embudo vial, adornado, eso sí, con un gigantesco papagayo que tarde o temprano tendrá que volar. No hay derecho para que se tenga que subsidiar a un proyecto de tal envergadura y eso es lo que está sucediendo sin que se escuche una voz en contra de tanto atropello a los vecinos del sector.

Para colmo se anuncia, la construcción de una CITY de oficinas, departamentos, clínicas, etc, etc. en un macro lote aledaño muy adecuado para construir un hermoso parque. No se si este proyecto ya se lo está comercializando sobre planos. No se si ya tiene visto bueno municipal. Solo afirmo que este mega construcción debe pasar por un análisis ciudadano más riguroso una vez que el concepto urbanístico es de todos, y no es para que alguien venga a meza tendida (disculpen la ortografía), a sobre explotar un sector y obtener utilidades más allá de las posibles y adecuadas a las que impone el respeto al sentido común urbanístico de esta ciudad.

Espero que el Municipio despeje estos cuestionamientos que planteo y que nos haga las aclaraciones necesarias para no perder la confianza depositada en la actual administración.