Catalogar el subsidio

“Subsidio” es una mágica palabra muy versátil, similar a un medicamento que puede significar curación, o mal usado: muerte. Mediante un análisis probaré que el dinero del “socorro” puede tener mejor fin.

Hoy nos referiremos a los que aplican los demagogos para ganar votos.

El, o los desgobiernos, del Ecuador, a través de la historia han sido partícipes de una serie de errores en el uso de este bien que han sido garrotazos de extinción.

No hemos sido únicos, desde la lejana China, pasando por las actuales grandes economías: Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Suecia y los del tercer mundo en áfrica, centro y sur américa, lo han usado de diferentes maneras; hasta que algunos ¡los que crecieron! Se dieron cuenta del error y los fondos fueron usados de otra manera.

Sólo un par de ejemplos: Los ecuatorianos tradicionalmente hemos tenido como alimento el arroz, la yuca, la papa y el verde. Cuando se implantaron subsidios al trigo, la población cambió su base alimentaria hacia las pastas, en detrimento de los productos tradicionales.

Llegó a ser tan grave que incluso era más económico dar de comer trigo a los cerdos y aves que su alimentación tradicional.

El consumo per-cápita en el Ecuador ha venido subiendo de unos 10Kg. por persona hasta alrededor de 48 Kg. por año.

Entre los principales subsidios presupuestados están los $ 2.000 millones que el gobierno destina a la importación de combustibles fósiles, 636 millones del subsidio conocido como Bono Solidario dirigido a los más pobres y aprovechado por los más vivos y un bono para adquirir vivienda de $ 5.000 por familia.

Cinco mil millones representan alrededor del 20,7% del presupuesto total del Estado.

Correa dijo días atrás que quiere “focalizar” el subsidio en los sectores más pobres debido a que la estructura actual beneficia también a quienes tienen más dinero al no haber forma de discriminar a pobres o ricos cuando compran gas o gasolina.

“Dirigir” una ayuda de ese tipo siempre será imposible, siempre serán divergidos, siempre mostrarán paternalismo y corrupción; dañará más a quienes se supone que busca arrimar el hombro, impondrá daños en el desarrollo de dicho grupo de ciudadanos, que se pregona “ayudar”.
Tenemos una prueba en la pendiente eliminación parcial de los combustibles a la aviación nacional. Ya gritan que poniendo los costos reales en los pasajes los viajeros podrían optar por otras alternativas. Lo cual es totalmente cierto ¿pero es justo que se impongan cambios en los niveles naturales para favorecer a un sector en detrimento de otros?

Debemos estar totalmente opuestos a CUALQUIER tipo de subsidio, que esté disfrazado de dádiva.

Tenemos que insistir que ese “subsidio” y los “regalos” que se dan por ganar votos sean entregados en bases de crecimiento para una estructura de mejora de vida.

Nuestra estructura de protección de salud, principalmente popular, es antediluviana y corrupta. Debiéndose aclarar que no son los médicos ni profesionales de la salud los podridos; son los negociados en el (poco) abastecimiento de equipos e insumos.

Úsese tanto dinero como sea necesario para tener en toda la república un buen sistema de asistencia médica, instaurar programas preventivos, educar a la población.

El sistema educativo no puede calificarse. Pésimo es un superlativo. Empezando con aulas antipedagógicas y yendo a pocos y mal calificados maestros.

¿Hay apoyo a los profesionales que desean instituir programas investigativos y presentar nuevas invenciones? ¿Apoya el Gobierno incubadoras de desarrollo?…

En la agricultura y la agroindustria sólo se palpan proxenetas anidados en un Ministerio que permite vivir del sudor y esfuerzo del campesino y con autoridades, Ministro y Vice ministros, que no tienen idea de dónde están parados.

¿Viviendas en ciudades satélites bien planificadas? No. Casas basuras y robo de bonos.

¿Seguridad? Sólo para los maleantes, por falta de equipamiento al Sistema Policial.

Estamos a favor de subsidio invertido en bienes de capital de crecimiento, esencialmente: Educación; Salud; Seguridad.