No hay ser humano que no desee tener principios válidos fundados en una verdad permanente que le sirvan de guía para decidir y actuar haciendo el bien en cualquier aspecto de su vida, función o poder social que tenga. Un gran maestro reconocido por el mundo entero en dar a la humanidad esos principios fue y es todavía Juan Pablo II. Por eso he creído oportuno, citar algunos pensamientos de él, aplicables para superar algunas situaciones problemáticas que vivimos.
Inmutabilidad y universalidad de la ley natural
Precisamente gracias a esta ‘verdad’, la ley natural implica la universalidad. En cuanto inscrita en la naturaleza racional de la persona, se impone a todo ser dotado de razón y que vive en la historia. Para perfeccionarse en su orden específico, la persona debe realizar el bien y evitar el mal, preservar y conservar la transmisión de la vida, mejorar y desarrollar las riquezas del mundo sensible, cultivar la vida social, buscar la verdad, practicar el bien, contemplar la belleza (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, I-II, q.94, a.2).
Moral Laica
Estamos asistiendo a la difusión y arraigo, en todos los Estados, de una ‘moral laica’, que prescinde casi totalmente de la moral objetiva, denominada ‘natural’, y de la moral revelada por el Evangelio. (H. a los jóvenes del “Centro Italiano de Solidaridad”, 9-8-1980).
La mayoría no es criterio de verdad
Es verdad ciertamente que el ejercicio de una auténtica democracia y el respeto, por parte de todas las instancias responsables, de un sano pluralismo, no pueden no favorecer el desarrollo y la extensión de la cultura.
No olvidemos, sin embargo, que la verdad, la belleza y el bien, como la libertad, son valores absolutos y que, como tales, no dependen de la adhesión a ellos de un número más o menos grande de personas. No son el resultado de la decisión de una mayoría, sino que por el contrario, las decisiones individuales y las que asume la colectividad deben estar inspiradas en estos valores supremos e inmutables, para que el compromiso cultural de las personas y de las sociedades responda a las exigencias de la dignidad humana (Discurso al mundo de la cultura en Buenos Aires. 12-4-1987).
Revisión de algunos planteamientos economicistas
Es preciso revisar ciertos mecanismos del mundo económico basados en los principios de un capitalismo salvaje o de un colectivismo materialista, burocrático y policial que humilla al hombre (Discurso al Movimiento “Compromiso Cultural”, 9-2-1985).
Derecho de participación de los ciudadanos
En el Estado, los ciudadanos tienen el derecho y la obligación de participar en la vida política. Pues una nación podrá asegurar el bien común a todos y los sueños y aspiraciones de sus diferentes miembros sólo en la medida en que todos contribuyan voluntaria y desinteresadamente al bien de todos (Homilía a los Obispos de Kenia, 7-5-1980).
EXCELENTE COMENTARIO…asi es mejor hablar entre humanos y para humanos, JUAN PABLO II fue UN ESCOGIDO, X tanto ESPECIAL y a los seres especiales hay q LEERLOS, OIRLOS Y ESCUCHARLOS, o sea, todo lo contrario a lo q debemos hacer con los politicos, politiqueros, sus alcahuetes o sus odiadores asi es mejor, nos hace bien a todos! GRACIAS JOSE YCAZA CORONEL por recordarnos las palabras de ese PREDICADOR JUAN PABLO II q advirtio sobre LA MORAL LAICA, LOS CRITERIOS DISTORCIONADOS; las fallas en la ECONOMIA MUNDIAL de IZQ Y DERECHA Y LA MANIPULACION Y ADOCTRINACION DE LOS CEREBROS DE LOS CIUDADANOS, no precisamente por el BIEN COMUN!LO MISTICO NOS VIENE BIEN HOY!