Para los lectores de SOHO, la edición de diciembre trae un lindo regalo. Las fotos rebeldes de esta hermosa criatura vestida con el traje más fulgurante que tiene; su audacia.
Ya para 2006 Dallyana salió en un calendario con doce fotos que aún conservo. En una de ellas me firmó una dedicatoria apurada, pues se la pedí cuando ella caminaba a tranco acelerado por la Avenida 9 de Octubre. De ahí en adelante, conforme resbalaban los meses y los años esa esbelta figura de los desafiantes muslos que contradicen una mirada un poco triste pero dulce, me acompañó en mi oficina decorando la pared más luminosa de todas. Simplemente, deshojé la parte numérica del calendario y cada año reemplacé ese fútil accesorio de los meses, semanas y días con el correspondiente al nuevo año. Así fue como comprobé como todo visitante la miraba de reojo primero, pero inevitablemente luego admirarla detenidamente. Hombres y mujeres. Ya no era cuestión de género. Era ese algo indefinible que tiene la hembra como belleza estética.
Escribo estas notas no por cuestiones de lívido. Ahora SOHO nos trae más que fotos ya de una mujer que no necesita posar desnuda para que la conozcamos pues es un personaje clave y referente en la farándula nuestra. Nos trae, aparte de su cuerpo, el perfil de una mujer sofocada por un ánimo existencial adverso a eso que le rodea y que es su la raíz de tantas convulsiones como es la programación de la televisión misma y nutriente de la fama sobre la que ella misma se alimenta. Las fotos hubiesen podido ser tomadas con efectos de luces más directos, si acaso no se quiso deliberadamente lograr un ambiente algo lúgubre propicio para la secuencia literaria de un suicidio narrado por Dallayana, donde se plasma que esta mujer tiene inquietudes que van mucho más allá de su estupenda imagen corporal mostrada íntegramente.
La mujer ecuatoriana ha evolucionado sin duda, aunque todavía se debe tener una singular valentía para salir desnuda sin necesidad de hacerlo. Espero que la vida se siga profesionalizando para ellas y que aquellos tabúes sigan siendo derrocados. Sin duda el machismo existe, y seguirá existiendo en la medida que esos cuerpos enciende calderas y no existan hombres capaces de compartir esos recovecos donde se regocija la lascivia. Para mi, todo un supuesto caballero, es fácil decirlo mirando como un lector dispuesto a recrear la vista y a sentir calorcitos que con el tiempo a uno le van abandonando. Gracias por el estímulo, pero para quien tenga la suerte de pretender acariciar semejante perfección humana, mi enorme deseo de que pueda dormir tranquilo, en un medio ambiente como el nuestro, que por suerte, estamos a años luz de ser friolentos suecos.
El desarrollo de la idea suicida me estremece. ¡Qué desperdicio! Pero el trabajo sale airoso. El montaje literario fotográfico es un todo, y no puedo resistirme a escribir al respecto de las sensaciones que causa. Cuando Dallyana aparece colgada y enredada en alambres, estos me perturban y molestan porque obstruyen la codicia de mis ojos; cuando se muestra con el mando electrónico del televisor como pistola en la cabeza, no miro el aparato sino el hilo dental que desciende un treinta centímetros por debajo de donde corresponde en lugar de las anticuadas bragas; cuando la contemplo en postura de cadáver dentro de un sarcófago pienso en Cleopatra y me siento Marco Antonio; cuando el primer plano se duerme sobre el tatuaje que anuncia el inicio de una nalgas plenas, me estremezco; cuando queda cubierta solamente por sus palmas laceradas por sacrílegos estigmas, contemplo una mirada perdida en el infinito mientras sus muslos se abren desde su eje hasta los extremos de cada tacón de unos dorados zapatos. Hago una pausa y debo deglutir un par de veces para recomponer el pensamiento y aplacar mi ritmo cardíaco. Paso la página y me encuentro con sus senos insurgentes desafiando instintos alpinistas sin consideración de la edad de nadie. Voltear otra vez la hoja de papel que aguanta todo, me pregunto si esa pulpa de árbol no está cercano al infarto absoluto cuando se la observa sentada en la tina de baño con rabia suicida a punto de sumergir la televisión al agua para quedar electrocutada. Basta, dije una vez que sentí el espasmo eléctrico en mi propio cuerpo porque era inevitable que allí adentro estaba yo ya sumergido y para siempre. ¡Suicidio perfecto, el mío!
Disculpen amigos. Estos temas me causan un recreo en estos años ya cansados de decepciones política, de broncas, de tráfico, de asaltos y de ruido. Han cambiado los tiempos. Antes no se podía escribir sobre esto tan bello como es el cuerpo de una mujer exquisita. La prensa corrupta lo hubiese censurado. Disculpa Dallyana por inspirarme en tu persona sin siquiera ser tu amigo, sino un admirador de eso que te sobra y que se llama libertad. Yo una vez posé desnudo en la portada de un libro y no inspiré a nadie. Felizmente no es tu caso.
Gracias Dallyana por brindarme no solo un tema, nada navideño, sino este pedacito de juventud libertaria que cabe en ochocientas palabras.
El artículo es una pieza literaria de categoría, parece que debe dedicar más tiempo a reflexiones sobre la identidad de la cultura estética que a la pontificación de la política o de la historia, ciencias en las cuales Ud. tiene especiales flaquezas.
Estimado señor Raad, permítame aplaudir su decidida interpretación de la belleza humana, encarnada plenamente en esta hermosa mujer ecuatoriana.
Gracias.
Henry. Yo comparto con usted cada palabra escrita engalanando la belleza de tan precioso especimen de mujer ecuatoriana. Las mismas las extenderia para Karol Noboa, otra preciosa integrante del show televisivo.
Voy a ir a la estanteria de revistas mas cercana y tratar de encontrar esta edicion de Soho, a pesar que estoy en California. Quiza la tendre que encargar y esperar con devocion a que me llegue.
Usted, yo y creo la mayoria de los hombres, somos unos enamorados de la belleza y en este caso de un desnudo que si ha sido hecho con un lente artistico, no dejaria nada para criticar.
Feliz ano nuevo para usted y todos los que hemos sido regalados por tal belleza de puro barro nacional.
Bonita invocación a favor de la belleza femenina. Esperando que la dama de sus sueños también posea una exquisita belleza interior, en graciosa armonía con su estética exterior.
Sr. Raad, yo no creo que salir desnuda sobre una página de papel glasé sea un logro de alta civilización o evolución para las mujeres de hoy en día. Al contrario, es una degradación de la condición femenina, dentro de una sociedad sexista.
La idealización de una feminidad consumista, centrada en patrones de belleza normalizados e intervenidos quirúrgicamente, es popularizada a través de los medios de comunicación, que difunde la comercialización del cuerpo femenino como objeto de consumo.
La antropóloga Françoise Héritier nos dice que el sexismo es el inicio de todos los prejuicios. Es la matriz de todos los regimenes de desigualdad que existen; que no hay peor racismo que el que se ejerce en contra de la condición femenina.
El sexismo es eminentemente político, según la F. Héritier, porque cuando uno decide que alguien es inferior, es mucho más simple someterlo.
Por eso, no es de extrañar que la violencia hacia nosotras sea una calamidad global que se expresa a través del abuso sexual, la violencia familiar, la mutilación genital, la esclavitud de la prostitución, la trata de personas, el femicidio, la pobreza extrema; que lleva a la emigración, entre otras calamidades.
El establecimiento de esa falsa jerarquía arcaica nos ha sometido históricamente. Inferioridad supuesta de la que se sirven los diversos discursos: religioso, literario, jurídico, científico, etc. para propagar y cimentar dicha inferioridad. El budismo, hinduismo, cristianismo, islamismo, judaísmo ?todas religiones monoteístas – no han hecho más que legitimar esa discriminación.
Por lo demás Sr. Raad; me ha gustado su oda a la belleza, sea esta natural o programada. Muy bien escrito; como casi todo lo que usted comparte con sus afortunados lectores. Comparto su decepción por el tema tenebroso del suicido utilizado como falso argumento, para exhibir un cuerpo desnudo. Me parece un pretexto tétrico y malsano.
Nota: Los suecos, y escandinavos en general, NO son fríos. Son solo respetuosos de la paridad femenina-masculina. Nunca confundamos frialdad, con respeto.
se acuerda de ese adjetivo que empleó ya hace algunos años, aquel inolvidable «apetitosa»
Con tu actual pose literaria tan lasciva, sí que estás inspirando a todos, pero lástima, pues sos un macho desnudo de estética. ¡Senex amator!
Perfecto y adecuado su comentario Henry….me gusta como ve la desnudez de una hermosa mujer como Dallyana.Felicitaciones…
Estimada Lupe del Salto:
En contraste con tu bonévola apreciación sobre la nota de Dallyana, he enviado a Henry (senex amator) una enérgica reconvención sobre ese lúbrico y antiestético desaguisado, impropio de un espacio político de altura.
Espero que te la reenvíen.
José
RECUERDO QUE EL COCTEL DE PRESENTACION DE AQUEL LIBRO ESTABA UD. HENRY EN SU FAMOSO DESNUDO TAMANO NATURAL Y MI MAMI MNE DIJO VAMOS A TOMARNOS UNA FOTO CON ESE GUAPO CABALLERO Y ASI, OBTUVIMOS LA FOTO, QUE LUEGO EN UN ROBO LA PERDIMOS! ESE GUAPO CABALLERO COMO DIJO MI MADRE, UN REAL HOMRE DIGO YO, DIGNO ESPONENTE CON ESE VERSO Y PROSA QUE DOMINA HACIENDONOS EN DAYANA, UN HOMENAJE A TODAS LAS MUJERES! BELLO ESCRITO SOBRE TODO EN ESTOS TIEMPO QUE SE HABLA TANTO DE LOS SIETE SEXOS! FELIZ ANO HENRY!
Debo reconocer que por primera vez coincido con Wilma Krauss en su comentario acerca de este artículo escrito por el señor Raad, que muestra como si de una obra de arte literaria se tratase, un rebulicio de ideas, conceptos, términos, como ya lo hizo en otra ocasión que se pasó mirando mas a la entrevistadora que escuchando las propuestas del Presidente Correa, que mal o bien dichas, eran de interés nacional, y que se suponía, él pretendía guiar en el tema.
Ahora lo hace nuevamente para dizque hacer una apología a la belleza femenina cuando lo que leo es un escrito digno de una revista pornográfica que es donde mejor encajarían sus confusos conceptos como ?ese algo indefinible que tiene la hembra como belleza estética?, o ?el machismo existe, y seguirá existiendo en la medida que esos cuerpos enciende calderas y no existan hombres capaces de compartir esos recovecos donde se regocija la lascivia? que no son sino mas que sueños lascivos y eróticos que provocan vergüenza ajena y que gracias a la libertad de expresión que gozamos como nunca, puede hacerlo.
Decir que las ecuatorianas vamos evolucionando porque ya posan algunas desnudas, es el peor insulto que podemos recibir. La mujer ecuatoriana felizmente viene evolucionando desde hace décadas constituyendose para ejemplo de otras sociedades en un pilar de desarrollo social, económico y político, algo que lamentablemente está vetado en otros países, especialmente orientales. Tal es nuestra evolución que somos profesionales, empresarias, madres de familia, esposas, dirigentes, asambleístas, ministras y que lo hacemos bien sin tener que recurrir a vulgarizarnos a travez del desnudo en cualquier revista que funge de moderna solo porque saca a colación temas que afortunadamente en países – como los nórdicos- cada vez gozan de menor aceptación.
Como dice Wilma, aún hay mucho que hacer debido a las ideas arcaicas están aún cimentadas en nuestro país mediante ideologias culturales, políticas y religiosas, y que felizmente se está logrando desterrar gracias a mujeres valientes que luchan tenazmente por lograr que se respeten los derechos de la mujer y también gracias a valerosos hombres que entienden que la mujer es un ente que no desea ser tomado en cuenta sólo como un objeto del deseo sino como un ser humano igual a él, que desea ser libre y actuar de acuerdo a sus propias convicciones y deseos, aunque por ello tampoco deje de ser guapa, pero para gustarse ella y luego para los demás (hombres y mujeres que aprecian la belleza como un regalo de la naturaleza).
Lamento no poder decir lo mismo en cuanto a sus opiniones de otro tipo, porque (debe ser mala suerte) siempre que lo leo, me topo con este tipo de ?artículos?.
Doña Mariuxi: No importa en qué borde político estemos las mujeres combativas; nuestra reacción será siempre la misma. Nosotras no somos mercadería, ni tenemos por qué halagarnos porque un caballero en el ocaso de su existencia nos desnude con la mirada, o que su lascivia senil le impida hacer la diferencia entre un papel glaseado y un gancho en una carnicería. Por eso estamos usted y yo Dña. Mariuxi, en la misma batalla.
Ya un respetable caballero que a menudo leo con deleite, por sus acertadas opiniones políticas; se permitió escribirme en privado, para expresarme su preocupación porque supuestamente yo con mi mentalidad arcaiicA, no me dejo sacar la ropa, y le impido darse vueltas como taran tantán en su fiesta de fin de año.
Tal parece que hay que ser siempre consentidora en lo que a sexo respecta, para que ciertos señores se sientan aliviados. Yo no estoy de acuerdo, ni tengo por qué caucionar la verborrea lúbrica de un señor que ya no sabe qué diantres dejarnos como legado.
No y no Sr. Raad. Si desea seguir tratando el tema, diríjase a revistas o a sitios WEB especializados. Yo veré si iré a leerlo o no. Es mi derecho de lectora en un sitio político.
Me complace que las mujeres le hayan puesto en su sitio al «viejito verde».
Lástima que la psique de estos tipos es impertinente. Volverá con sus obsesiones.
Rafael Correa dijo: «yo no sé si la equidad de género mejora la democracia, lo que sí es seguro es que ha mejorado la farra impresionantemente (…) Qué asambleístas que tenemos, guapísimas. Corcho (Fernando Cordero) hay que aumentarles el sueldo porque no tuvieron plata para comprar suficiente tela y todas con unas minifaldas, ¡Dios mío! Yo ni me fijo en esas cosas, me contaron, unas piernas y unas minifaldas impresionantes. Guapísimas las asambleístas…».
El presidente se refería a la cena de fin de año que el oficialismo festejó en Carondelet. —
Tomado de el diario Expreso de Guayaquil, este dia, viernes 13 de enero del 2012 – Un grupo de mujeres pide al presidente que se disculpe –
Mi comentario:
Son casi de la mismisima calaña. Y despues se preguntan por qué hay machismo y violencia dentro de la sociedad ecuatoriana. La sofisticacion de las palabras del uno, frente a las mangajadas del inculto Correa, no los aleja en nada. Son identicos.
Le sugiero el siguiente tema: Viejito verde busca chica /// ecologista /// para relacion corta, y mas si afinidades.