Sostenible

La Provincia de Galapagos, solo puede mantenerse de manera subsidiada. Sin subsidios: colapsa.

Pero esta perversa situación no es fruto de un plan, simplemente es una sistemática suma de errores, intereses, equivocaciones de aplicación de modelos, separando la conservación de los recursos naturales con las condiciones socio económicas de una población, irreversible, indisociable de la región, así como por la corrupción y la ineficiencia.

No pretendo criticar ni lamentar por lo que estamos pasando, ahora que se ha evidenciado esa premisa que coloco al inicio de este articulo, por el tema del valor de los tickets aéreos, en que los precios están sobre U$ 500 para los visitantes, y la “necesidad de subsidiar” (no sabiendo si por parte de las aerolíneas o el Estado) el transporte aéreo de los residentes. Soy parte de los procesos dados dentro de estos últimos 27 años aquí, pero también pretendo en la medida de mis posibilidades contribuir en la solución, o al menos tener consistencia a una posición defendida: no todos podemos entender o vivir en Galapagos.

LA SUSTENTABILIDAD DE GALAPAGOS SE SOSTIENE EN EL TURISMO. La pesca, la conservación de los recursos, la administración pública, el transporte, las organizaciones no gubernamentales, la contaminación, el comercio, el uso de energías, la migración, la construcción, forman parte de la cadena económica impulsadas por el turismo.

No aceptar esto, es no entender Galapagos. Mantener el valor natural de las islas, con todo su valor científico para la humanidad y el futuro, tiene que ser también financiado. Creer, en el 2012, que hay un sistema que se pueda financiar excluyendo su capacidad de retorno o de rendimiento, es estar desarticulado de los actuales procesos mundiales.

El precio aéreo no puede ser impuesto, debe resultar de la oferta, demanda, costos, de correctas y transparentes prorrateos en incrementar el efecto de la eliminación del subsidio de combustible, y quizás de un techo que el Estado ponga. Tenemos 3 aerolíneas, estas, deben seguir trayendo turistas. De eso dependen,…dependemos. La capacidad de carga de los barcos de transporte esta restringiéndose, sea por necesidad de ajustarse a estándares de seguridad actual, lo que implica más costos, reduciendo carga hacia la región, e incrementando conflictos a una población que demanda.

Los itinerarios en las áreas protegidas para la flota turística que opera la región están más rigurosos, la carga administrativa burocrática se ha elevado. Camionetas tras camionetas circulan las calles de los puertos desperdiciando miles y miles de galones de combustible, gastando improductivamente energía. El gas domestico que usamos, la electricidad que consumimos, el transporte terrestre, los sueldos en la administración pública son cubiertos por el Estado. El sistema de concesión de operaciones y servicios en las áreas protegidas debe cambiar; ser riguroso, pero participativo, debe ser extremadamente sostenible, pero creativo.

No hay liderazgo regional. El factor económico provincial esta exacerbado.

Galapagos debe ser repensado. Plantear que eliminen todos los subsidios que envuelven a la región, es quizás plantear que nadie me hable localmente; sin embargo, sin ser tan extremo, debe ser puntualmente focalizado en servicios específicos a los residentes PERMANENTES, sugiriendo como primer gran paso una auditoria integra a todas las residencias permanentes otorgadas y concedidas por el Estado en los últimos 15 años. Es aquí donde veremos evidentemente si hay interés por Galapagos, o si la política interesa más.

Las Islas Galapagos son especiales, he podido nadar en sus transparentes aguas en esta semana aquí en Santa Cruz, corrí la larga playa de Isabela la semana pasada, y escucho sus olas reventar al pie de mi ventana. Despierto todavía con el canto de los pájaros, y veo volar cada vez que salgo a la calle los pelicanos, las gaviotas y los piqueros.

Más que un sacrificio para vivir acá que propongo, es pensar profundamente, y ser más eficiente en nuestras capacidades y usos.