Las demencias son trastornos de la esfera cognitiva que se caracterizan básicamente por presentar afectación de la memoria y otras funciones superiores, como orientación, atención, lenguaje, personalidad, comportamiento, y juicio. Son el resultado de anormalidades primarias o secundarias del cerebro. La mayoría de los formas de demencia son progresivas e irreversibles, pero hay ciertas formas causadas por factores susceptibles de corrección (reversibles), lo que justifica una búsqueda activa de las mismas. Las demencias constituyen una de las principales causas de la incapacidad en el anciano. Las causas mas comunes de demencia son la enfermedad de Alzheimer (50 a 60%), la demencia vascular (10 a 20%) y la depresión mayor (“pseudo-demencia”)
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de todas las demencias (80%). Cinco por ciento de las personas mayores de 65 años la padecen. La incidencia incrementa con la edad. Veinte por ciento de las personas mayores de 80 años tienen una forma severa de demencia. Es más común en mujeres que en varones. La expectativa de vida promedio luego del diagnostico es de 8 años. Cuarenta por ciento de los pacientes tiene historia familiar de esta enfermedad.
Entre las manifestaciones clínicas, es característico un declive gradual y progresivo en las funciones cognitivas, especialmente en la memoria y el lenguaje. Son muy comunes los cambios en la personalidad y variaciones en el humor. Para el diagnóstico, debe existir afectación de la memoria y al menos 1 de las siguientes parámetros: trastorno de lenguaje afectando el discurso y la comprensión, incapacidad para realizar movimientos con un fin (como el copiar un dibujo), incapacidad para interpretar correctamente las sensaciones (como la incapacidad de reconocer un objeto previamente conocido), dificultades para planear, organizar, y hacer abstracciones, cambios en la personalidad y/o del humor, con síntomas de depresión, ansiedad, irritabilidad, y suspicacia. Pueden aparecer síntomas psicóticos, como la convicción delirante de que sus familiares o conocidos lo están perjudicando o tramando algo en su contra (paranoia) son comunes. Los cambios de personalidad también son comunes. Alrededor de 50% de los pacientes presentan síntomas afectivos, incluyendo depresión y ansiedad.
Los cambios estructurales que ocurren en el cerebro incluyen pérdida generalizada de neuronas y de las uniones entre estas (atrofia del tejido neuronal), el depósito de una proteína en el tejido cerebral (amiloide), y otras alteraciones, como la formación de los llamados ovillos neurofibrilares derivados de otras proteínas.
Entre las causas reversibles de demencia a pesquisar tenemos: el hipotiroidismo, deficiencia de tiamina y cianocobalamina (vitaminas B1 y B12), de ácido fólico, hematoma subdural crónico, hidrocefalia normotensiva, toxicidad por fenotiazinas, anticolinérgicos y sedantes.
No hay cura o tratamiento verdaderamente efectivo para esta enfermedad.
Son fundamentales el soporte físico y emocional de los afectados, nutrición adecuada, ejercicio y supervisión. Las drogas disponibles en la actualidad, (rivastigmina, donepecilo, memantina) retardan la progresión de la enfermedad y mejoran algo la sintomatología cognitiva. Es necesario el tratamiento de los síntomas asociados cuando sea necesario: benzodeacepinas de duración corta en dosis bajas para la ansiedad, antipsicóticos en dosis bajas para la agitación- psicosis (quetiapina), antidepresivos, si el paciente cumple criterios para la depresión mayor.
La demencia vascular es causada por afectación de la micro-vasculatura del cerebro que produce infartos pequeños múltiples. Debe acumularse una carga sustancial de infartos antes de que se desarrolle la demencia. Las manifestaciones clínicas son idénticas a las de la enfermedad de Alzheimer, de la que se diferencia por la presencia de signos y/o síntomas neurológicos focales, y debido a que su comienzo usualmente es más abrupto y su progresión sigue un curso escalonado, con empeoramientos bruscos, a diferencia de la primera que comienza de manera insidiosa y la progresión es constante. Se puede reducir el riesgo al modificar los factores de riesgo tales como fumar, como la hipertensión y la diabetes. Es fácilmente identificada con estudios de neuro-imágenes como la resonancia magnética.
Otras enfermedades que pueden causar demencia son la enfermedad de Pick, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Parkinson, la hidrocefalia normotensiva, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, entre otras.
