23 noviembre, 2024

Cartagena de Indias: termómetro continental

Cuando en Octubre de 1960 se impusiera el embargo parcial a Cuba por los Estados Unidos, lejos estaba el mundo de imaginar que dicho embargo se fortalecería y sobreviviría, hasta la fecha, a 10 presidentes de dicha nación. Esta matemática, sin embargo, no se refiere a períodos presidenciales, debido a que algunos de los mandatarios norte americanos ejercieron mandatos durante más de un ciclo presidencial, que en los Estados Unidos abarca 4 años. El embargo total contra Cuba fue aprobado en Febrero de 1962; habiendo ya cumplido 50 años de vigencia y 20 años desde que se convirtió en ley de los Estados Unidos mediante la aprobación por el congreso norte americano del Cuban Democracy Act en 1992.

A pesar de la serie de intervenciones en la vida y destinos políticos de muchos países de nuestra región, no ha existido en la historia de los Estados Unidos una política de mayor agresividad y deterioro contra intereses de un determinado pueblo de Latinoamérica que el embargo mantenido a Cuba. Política que ha sido denunciada constantemente por atentar contra los derechos humanos de millones de cubanos y, que contrariamente a lo pretendido, ha logrado prolongar la vida de un sistema que históricamente se debió haber transformado y remodelado hace mucho tiempo. Cuba no solamente dejó de ser, hace ya demasiado tiempo, una amenaza para la seguridad de los Estados Unidos, pero además, los norte americanos mantienen relaciones diplomáticas y comerciales con algunas naciones donde la forma de gobierno no es exactamente más democrática que la cubana.

Sin temor a equivocarme, puedo afirmar que la Latinoamérica del siglo XXI es una región que ha adquirido características autónomas sin precedentes. Los procesos democráticos emprendidos, sin embargo de sus fallas y debilidades características de democracias jóvenes, han permitido a la región importantes progresos en sus procesos de integración y estructuración de bloques con mayor jerarquía en la diplomacia y geopolítica mundial. La actualidad de nuestra región marca distancias de aquella Latinoamérica de finales del siglo XX, donde las grandes potencias hacían presa fácil tanto del individualismo como de la ambición de poder de grupos políticos títeres que apoyaban abiertamente las inclinaciones dogmáticas que favorecían a los intereses de las potencias mundiales y de los grandes organismos internacionales dirigidos por ellos: el FMI y el Banco Mundial.

La Cumbre de las Américas es un foro ideal para insistir en cambios a la agresividad de la política estadounidense contra Cuba, pero también sirve para advertir al gobierno cubano, que el continente apoya el levantamiento del embargo sin dejar de demandar un compromiso de su élite política con la implementación de cambios; especialmente modificando su conducta de opresión política para con quienes, con razón y argumentos respetables, aspiran a una democracia con mayor participación de ideas que la que solo puede generar un obsoleto partido único.

Seguramente para cuando se publique esta columna, el presidente ecuatoriano habrá ya tomado la decisión y anunciado si asistirá o rechazará la invitación de Colombia para asistir a la VI Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias. Si no fuere ese el caso, esperemos que el presidente Correa haya recapacitado su posición inicial y finalmente acepte la invitación.

Su ausencia a la Cumbre, no le hace ninguna favor a Cuba y menos al fortalecimiento de los procesos de integración continental. Con su ausencia, el presidente ecuatoriano, está perdiendo un importante foro internacional que podría tener poder de repercusión en los mandantes norte americanos, quienes en el fondo, son los únicos que pueden presionar efectivamente a sus líderes legislativos para que se empiece un proceso de cambio en las políticas hacia la empobrecida y dependiente isla caribeña. El presidente Obama podría convertirse en un emisario importante de este termómetro continental y trasmitir la posición unánime de los países vecinos a los electores norteamericanos. Especialmente, en un momento político de tanta importancia, marcado con una cercana elección presidencial en la que la derecha norte americana sin agenda clara y menos aún dispuesta a beneficiar a Latinoamérica sobre otros intereses, tiene una alta posibilidad de volver a tomar la Casa Blanca y mantener una mayoría legislativa beligerante que con la ayuda de unos cuantos demócratas no pueden esconder su intolerancia y desprecio hacia los gobiernos progresistas de la región.

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No hay comentarios

  1. Me gusta mucho como plantea su análisis. Creo que abarca en forma inteligente y apegada a lo que muchos pensamos la redacción de su articulo, gracias

  2. ningun democrtata debe esconder su animadversion hacia las DICTADURAS Y GOBIERNOS TOTALITARIOS COMO CUBA, VENEZUELA Y UN REMEDO QUE TRATA DE SER DE ESOS DOS, EL ECUADOR! Creo que la razon porque RAFAEL no acepto ir a ese foro es si plemente porque no podra consigo mismo al tener que REPLEGAR SU INFANTIL TOTALITARISMO que banderetea con orgullo entre los TERCERMUNIDSTAS!

  3. Los dichos gobiernos progresistas se han ganado bien el desprecio de los paises civilizados del hemisferio norte, y no solamente de los Estados Unidos.
    Una cosa es hacerse elegir dizque democraticamente, y otra muy distinta, es comportarse en verdaderos democratas. Hasta ahora los dizque progresistas, se han conducido como verdaderos capataces del siglo pasado.

    Mientras Cuba y sus borreguillos del ALBA insistan en querer imponer sus ideologias retrogradas, es mejor que se mantengan al margen de todas las instituciones como la OEA, que fueron creadas para supervisar que la democracia se cumpla.

    Ya sabemos que el ego inflado de Rafael Correa, no le permitio ir a representarnos, confundiendo una vez mas sus querellas personales, con las obligaciones del Estado. ¿Que se le va ha hacer?
    Los ecuatorianos, por nuestra ignorancia, nos merecemos el pesimo gobernante que tenemos.

  4. Con la mano en el corazon yo creo que nos merecimos a Correa. recuerde a los articulistas y a los centralistas que comian con la derecha y por otro lado la insultaban mientras planificaban tomarse el poder con sus politicos, via urnas, en base a desacreditar a toda la clase politica a la que finalmente exterminaron,con escepcion de la suya! es asi como el Ecuador casi sin darse cuenta, dio paso a un gob. que tiene en sus filas a bandidos y guerrilleros, los que hoy se estan levantando el santo y la limosna con sus delincuentes regados por la patria! inicuos los que pensaron que esta revolucion era el remedio!

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