En un extraordinario artículo, del cual he tomado prestado el título, publicado en el The New York Times por Milton Friedman, se presenta un interesante análisis sobre las raíces que originaron el despertar de las poblaciones de Oriente Medio y la profundidad del mensaje que estas protestas deben tener para el mundo entero.
El punto central de su razonamiento se fundamenta en que el despertar árabe se debe no solamente a tensiones en las áreas políticas y económicas, sino que en forma menos visible pero de equivalente importancia, abarca una crisis que incluye problemas con el medio ambiente, crecimiento de población y cambios climáticos que han afectado negativamente a la inmensa mayoría de la población de esta conflictiva región del mundo donde los ciudadanos más vulnerables dependen totalmente de la agricultura.
La mala atención a dichos problemas por parte de los gobiernos de estos países, sumados a los incompetentes y corruptos funcionarios encargados de mitigar y resolver las complicaciones, han generado masivos y destructivos efectos en áreas agrícolas de donde provienen mayoritariamente los focos de rebelión que finalmente se han visto infectados con violentas demandas políticas de cambio a los largos sistemas de gobierno imperantes en la región.
La causa común de los inicios de las manifestaciones se reduce a severos problemas agrícolas y ,como consecuencia de estos, graves dificultades económicas que han sido generadas por las extremas sequías que han castigado a la región en donde se encuentran 12 de los 15 países con menos acceso al líquido vital en el mundo. En resumen, los cambios climáticos, crecimiento de población, y el cuidado del medio ambiente, no solamente pueden considerarse como el germen de la primavera árabe, si no que también deben ser el eje central de atención y mejoramiento de políticas públicas de cualquier sistema político que resulte triunfante de las impetuosas revueltas emprendidas en la región.
A diferencia que en el Oriente Medio, varias regiones del mundo entre los que incluimos a América del Sur, se han visto afectadas por inviernos extremos caracterizados por cantidades inusuales de agua que han puesto en riesgo considerables territorios y han afectado a miles de familias, miles de hectáreas de cultivos agrícolas y a animales de corral y ganado destinado a la alimentación de la población.
El agua, en ambos situaciones, es el elemento fundamental de los problemas. En el primer caso, mediante cambios en el sistema político, se aspira al mejoramiento del nivel de vida de la región, mientras se insiste en que la democracia estilo occidental es el camino a una mejor gobernabilidad. El Programa de Evaluación Mundial del Agua ha puesto de manifiesto en una serie de sus informes que la crisis del agua es en gran medida una crisis de gobernabilidad. Muchos países carecen de instituciones, legislación y mecanismos para enfrentar sus crisis de agua. Los países en vías de desarrollo son quienes mas requieren de un mejoramiento de su infraestructura y de políticas públicas que permitan un mejoramiento en su administración.
El artículo de Friedman cita dos opciones mediante la cual los Estados Unidos pueden colocarse en el lado correcto de la historia del mundo árabe. La primera, mediante un firme apoyo a los movimientos democráticos y, la segunda, mediante inversiones en esa región del mundo en infraestructura adaptable al clima y mejoras en la gestión del agua, para hacer a estos países más resistentes a una época de cambio climático disruptivo.
Me atrevo a pensar que las dos opciones deben fundirse en una sola herramienta para la lucha por la equidad y el desarrollo de los pueblos árabes. La primera opción divorciada de la segunda solamente logrará un estruendoso fracaso.
Los cambios climáticos a nivel mundial son una realidad y, a pesar de la negación de importantes sectores políticos mundiales, están aquí para quedarse. La poca colaboración manifiesta de varias naciones desarrolladas para lograr acuerdos internacionales que garanticen al planeta un futuro menos drástico, son un claro reflejo de los intereses económicos defendidos por políticos de alas conservadoras que niegan la evidencia científica de los cambios en el clima por los que el mundo se encuentra atravesando.
Mientras países desarrollados se niegan a contribuir a una determinante solución y mitigación de los cambios del clima, los cambios climáticos a nivel mundial afectan con mayor crueldad a los país en vías de desarrollo. En Ecuador debemos seriamente considerar que la segunda opción propuesta para estas distantes tierras carentes del liquido vital se conviertan en parte de una política de estado que se encamine a protegernos en momentos de excesos y resguardarnos para momentos de escases.
Hummm….bonito intento, pero bastante superfluo como para justificar la hecatombe por la que estan pasando los pobladores en Oriente Medio.
En mi opinion fueron cuatro razones bien fuertes las que provocaron ese despertar en los paises arabes:
1.- los abusos de la religion, como instrumento de sumision, a cargo de funcionarios publicos.
2.- el exceso de poblacion, debido a una mala percepcion por parte de los administradores publicos, que creen que cantidad, es mejor que calidad. Suena cruel, pero esta comprobado que si usted desarropa a Pablo, para vestir a Pedro, la tela no alcanza.
La creencia de que al ser numerosos podrian convertirls en potencias, capaces de copar Europa y el resto del mundo, hizo que las mujeres sean obligadas a ser prolificas. En Palestina, la que menos tiene 11 vastagos.
3.- las teocracias o eternas dictaduras. Sí, hay que insistir en esto, sin ningun temor.
4.- la corrupcion rampante que sobreviene con cada dictadura, sea esta laica como en Siria, de izquierda como en el magreb, derecha, musulmana etc; todas corrompen las pocas instituciones existentes, e impiden el avance de cualquier pais.
El agua es un problema, pero esta muy lejos de ser la causa de todos los problemas.
Lo unico que se me ocurre, es que la rapidez y la facilidad de las comunicaciones, hicieron que los descontentos se manifiesten sin temor.
El que nada posee, nada pierde. Fue el caso en Tunez, donde todo comenzo, con el joven ingeniero Mohamed Bouazizi que vendia legumbres en su carretilla, para poder sobrevivir. Su inmolacion en señal de protesta, prendio el fuego del descontento, y abrio la brecha, para que el resto de conciudadanos se despertaran.
Despues de Siria seguira el resto de tiranias. No quedara nadie en pie. Iran sera el proximo. Le seguiran Jordania, Libano; ahi sera terrible, porque 16 religiones sobreviven a codazos. Ni hablar de las monarquias de Golfo. Barhain es una olla de presion, y el resto caera como un castillo de naipes.