Quienes hemos servido lealmente a la patria por largos años, a través de una profesión sacrificada como es la militar; estamos obligados como ciudadanos y como soldados en servicio pasivo a estar permanentemente atentos a conocer sobre la marcha de nuestra sagrada institución.
El Ecuador ha tenido unas Fuerzas Armadas patriotas y profesionales, con capacidad disuasiva, ligadas a su pueblo; su origen lo dice todo, no han sido de élites exclusivistas, tampoco represivas y menos corruptas. Los militares han estado vinculados a la suerte de su pueblo, por ello han sido admirados, queridos y respetados; han cumplido con fidelidad su deber en la paz y en la guerra, razón para que sean una de las instituciones de mayor prestigio del país.
La Constitución que nos rige, le da la potestad al Presidente de la República para que mediante la declaración del estado de excepción, movilice a las Fuerzas Armadas para que cumplan misiones indispensables para la seguridad nacional y que sean acordes con la formación, organización y equipamiento militar. Esta facultad presidencial tiene sus límites que deben ser respetados. Sin embargo, los militares están siendo utilizados, de manera permanente, en tareas que constitucional y legalmente no les corresponden, lo que los predispone a cometer graves errores y los obliga a descuidar sus misiones fundamentales.
Siendo las Fuerzas Armadas una institución histórica y esencial para la sobrevivencia del Ecuador, es vital que se mantenga en el más alto nivel su capacidad operativa y su importancia y respetabilidad en la vida del Estado. No obstante, se han dado los siguientes hechos:
El monumento de homenaje a los Caídos en la Guerra del Cenepa ha sido desalojado de la ciudad “Mitad del Mundo”, donde lo había colocado la gratitud nacional para orgullo de todos los ecuatorianos que visitan ese lugar, con el baladí pretexto de que allí se va a construir la sede de UNASUR, como si no hubiera muchos lugares adecuados para ese propósito, no obstante que en ese lugar se venían realizando importantes ceremonias militares que lo habían convertido en un Santuario Cívico, donde se dispone de un espacio ideal para construir un museo semejante al de la Cima de la Libertad.
El Presidente de la República no concurrió el año pasado a muy importantes celebraciones cívicas que tradicionalmente organizan las Fuerzas Armadas con la presencia del Jefe de Estado:
Faltó a la ceremonia del 24 de mayo, realizada en la Cima de la Libertad, para celebrar la Batalla de Pichincha que selló la Independencia de la Patria Ecuatoriana, y en la que se rinde homenaje de gratitud al Mariscal Antonio José de Sucre y al Capitán Abdón Calderón, nuestro “Héroe niño”, con la concurrencia de las principales autoridades del país; del Cuerpo Diplomático, en el que destacan los representantes de los países hermanos liberados por la espada de Sucre, los que le ponen sus ofrendas de gratitud, y de numerosas delegaciones de las Fuerzas Armadas, incluyendo a las Escuelas de formación de sus Oficiales.
Faltó a la ceremonia de graduación de los Oficiales del Ejército que se realiza todos los años en el Campo de Marte de la Escuela Militar “Eloy Alfaro”, en homenaje al “Primer Grito de la Independencia de América”, dado en Quito, Capital de la República del Ecuador, el 10 de Agosto de 1809, acto en el que se asciende a los generales del Ejército y se condecora a los militares que se han distinguido en el cumplimiento del deber. A esta ceremonia concurren los familiares de los ascendidos.
Faltó a la ceremonia de conmemoración de la creación de la Fuerza Aérea que se realiza todos los años el 27 de octubre en la Escuela Militar “Cosme Renella”, en la que se gradúan los Oficiales de esta Institución, se asciende a sus generales y se condecora a quienes se han destacado en el cumplimiento del deber. A este solemne acto, en el que un grupo de admirables mujeres se graduaba por primera vez como pilotos de combate, no concurrió ni siquiera el Ministro de Defensa Nacional.
Faltó el 27 de febrero de este año, a la celebración del Día del Ejército, acto en el que se rinde homenaje de gratitud a quienes rechazaron, en el Portete de Tarqui, una invasión que ponía en grave riesgo la existencia de la Nación Ecuatoriana, razón por la que se ha consagrado esta fecha como el “Día del Civismo”. En este acto se realizó la ceremonia de relevo de mando del Comando del Ejército, se entregó condecoraciones y se reconoció a las Unidades Militares que el año pasado fueron consideradas como las mejores por su excelente desempeño profesional.
Por último, el presidente Correa, en días anteriores, habló de que se estaba fraguando una conspiración para desestabilizar su régimen, mediante una acción muy similar al 30-S, y denunció un supuesto “Plan Revancha”, en el que estaban involucrados políticos, militares en servicio activo y pasivo, a los que acusó de “verdaderos traidores a la patria”, sin que hasta la fecha haya dado los nombres de los presuntos conspiradores. Sobre este mismo asunto, el canciller Patiño dijo “que existe un ‘plan combinado’ entre grupos nacionales e internacionales para dar un golpe de estado en el país”, y el Ministro de Defensa declaró que dicho plan había “abortado”. ¿Acaso esta denuncia, sin pruebas, no menoscaba el prestigio de las FF.AA? ¿Acaso llamar traidores a la patria a quienes la han defendido con absoluta lealtad, no constituye una incalificable agresión y difamación? Estas acusaciones, aún no aclaradas, son tremendamente temerarias, más aún que el Jefe del Comando Conjunto dijo a los medios de comunicación pública que en las Fuerzas Armadas no había información sobre el tal “Plan Revancha”.
En esta ocasión es útil recordar que los miembros del Foro de Sao Paulo piensan que las Fuerzas Armadas latinoamericanas tal como están concebidas en la actualidad deben ser destruidas o transformadas en milicias populares para que sirvan de brazo armado de la revolución con el único objetivo de garantizar la permanencia en el poder de los gobiernos totalitarios de izquierda.
Ahora más que nunca se requiere que todos los miembros de las Fuerzas Armadas velen con total devoción para mantenerlas en el más alto nivel profesional, alejadas de las disputas políticas, subordinadas al poder político legítimamente elegido en las urnas por la decisión libre del pueblo, cumpliendo fielmente las misiones encomendadas por la ciudadanía, a través de la Constitución, y no ligadas al proyecto político del gobierno que fuere.
La democracia para fortalecerse requiere del respeto a las instituciones del Estado, sobre todo a las gloriosas Fuerzas Armadas.
Gral de Ejer. José Gallardo Román
C.I. 170208953-1
Crnl. de EM. Alberto Molina Flores
C.I. 1703023414
Alm. Víctor Hugo Garcés, Valm. Arturo Ramírez, Valm. Jorge Cruz Game, Valm. Héctor Holguín, Brigadier General Luis Abad, Coronel Rafel Valdez, Coronel Oswaldo Lara, Gral. de Div. Marco Játiva, Gral. de Div. Pedro Machado, Gral. de Div. Carlos Salazar Lossa, CP.NV. de EM. Raúl E. Samaniego, Crnl. de EMC. Mario Pazmiño Silva, Crnl. de EMC. Fausto Cobo Montalvo, Crnl. de EMC. de Avc. Oscar Gallardo Moreno.
Quito, Abril 10 de 2012.
Senor Molina, con mucho respeto, no convirtamos en heroes nacionales a todo el que viste de verde olivo, blanco o plomo. Es muy mala costumbre llenarnos de nacionalismo y confundirnos creyendo de que estos encargados de la seguridad nacional no son seres infalibles como todos nosotros los humanos. Es una realidad de que existen muchos pipones dentro de estas filas. Tambien es verdad de que historicamente se han manoseado mucho con los ejes de gobierno. Por ejemplo, me parece indigno ver a militares pasandole las paginas para el discurso al presidente, o pasandole el aguita para que siga hablando. Tambien, haciendo de escudos como servicio de proteccion y secreto. O sentados junto al presidente de la asamblea nacional como dando sus opiniones o salvandolo del linchamiento. Ya los militares deben de cumplir sus funciones y dejar de querer estar involucrados en estos menesteres que son mas de un organismo independiente con entrenamientos especificos.
Por otro lado, estos paises del llamado socialismo del siglo XXI simplemente estan copiando la estructura militar cubana. Asi vendran nuevos despidos y la desaparicion de estructuras, los enviaran a entrenarse quiza mas en sabotage, contrainteligencia, represion. Esto si Correa perdura y si los militares no se solidarizan y se dejan de venderse a estas fantasias del correismo.
Las Fuerzas Armadas Ecuatorianas son profesionales y modernas , y estan asumiendo las nuevas responsabilidades que la Patria requiere en tiempos de Paz – Son solidarias con el pueblo y ayudan a su desarrollo , son obedientes y no deliberantes y por eso no estoy de acuerdo en que militares en servicio pasivo se pongan a cuestionar a su actual comandante en Jefe .
Reveladora Carta Abierta que demuestra el malestar de altos miembros del Ejercito. Gracias por publicarla.
Me uno completamente a la opinion del Sr. Traverso.
El destino de nuestras Fuerzas Armadas se anuncia negro, si la payasada del Socialismo del Siglo 21; eufemismo para llamar al comunismo fascista del siglo pasado, continua.
En efecto segun la doctrina retardada del viejo decrepito y amargado de Fidel Castro, que siguen al pie de la letra Rafael Correa y su equipo de mamertos; las FFAA deberan desaparecer del mapa, para convertirse en una tracalada de idiotas, bien aceitados con sucios dolares, al servicio del comunismo hilachento, moribundo y fascista protagonizado por los nuevos ricos del sistema.
Ojala esa amosa Carta Abierta sirva al menos para despertar mas conciencias. Desde ya hay que aplaudir a esos valerosos soldados que con su puño y letra, nos demuestran una vez mas que son dignos de nuestra confianza y profundo respeto.
Que el cielo los proteja a los firmantes, pues la caza de brujas del correismo infame, ya debe haber comenzado hace tiempo.
El comentario de W.Krauss V. sòlo demuestra desubicaciòn con las realidades de los ejercitos modernos , todavia vive creyendo en los antiguos roles que afortunadamente en nuestras latitudes estan cambiando.
El proposito de todas las fuerzas armadas, de culquier nacion ( sin importar el sistema politico )es siempre el de defender al estado y todos sus monopolios ,entre ellos,a saber:el territorio que el estado reconoce como suyo y la paz dentro de este territorio. Pero, como se puede entender perfectamente,»La Paz» no tiene nada que ver con la democracia.El ejercito cubano,por ejemplo, defiende la paz impuesta por el partido comunista, unico en el poder por mas de 50 anos y sin posivilidades constitucionales o legales que permitan un reemplazo por medio del voto. Es decir que para el pueblo cubano el unico camino es,o aceptar el totalitarismo o la muerte. Es tenebroso y peligrosisimo aceptar que lo unico que debe hacer el ejercito ecuatoriano es de guardia pretoriana del dictador mientras este sea «democraticamente electo».El brutal asalto que sufrio la democracia y las instituciones del estado por parte de la dictadura ;la disolucion del congreso ,la llamada ilegal a uno con derechos «originarios»fue la estaca en el corazon de la republica.Todo se presento como cambio positivo en la campana millonaria de propaganda que se intensifica mas cada dia. Las Fuerzas Armadas ,aun estan a tiempo de salvar la nacion y salvarse asi mismas y la critica al cambalache que se vive no puede ni debe ser detenido.En la historia de la nacion las fuerzas armadas tienen paginas de verdadero sacrificio y de actos heroicos que la salvan del escarnio y la condena pero,tienen tambien su pasado oscuro,sus dictaduras impuestas a la nacion toda,o en compania de los iluminados de turno.Tienen pues una oja de vida con un balance que a lo mejor llegue a lo mediocre pero nunca a ser la sagrada e intocable institucion por la que se vende. Saludos.
El comentario de C.Franco es el tipico de los golpistas que «golpean» las puertas de los cuarteles para solucionar los problemas que deberian ser solucionados por la vìa democratica , en elecciones donde puedan convencer al electorado de votar por sus ideas y sistemas politicos. El perfil de las FF.AA. Ecuatorianas actualmente es otro màs acorde con las necesidades del Paìs que ahora vive tiempos de Paz , y eso ni lo denigra ni enaltece , simplemente estan cumpliendo su labor , fielmente , solidario , y sin deliberar como corresponde a un Ejercito Profesional como el nuestro que a aprendido a vivir en Democracia.