21 noviembre, 2024

“Cultura y Fraternidad ¡Al maestro ecuatoriano!”

Una vez más Cultura y Fraternidad, Agrupación que me honro en presidir, se hace presente en homenaje al Maestro ecuatoriano, en un acto, que revela nuestra preocupación por los aconteceres culturales y sociales de la Patria.

El dedicarle un acto de homenaje al maestro ecuatoriano, significa la concepción grande que tenemos, por la legión magisterial representada en cada hombre o mujer: titanes formadores de nuestra nación, que desde allende el mar, montañas y selvas, en pueblos hoy con ríos desbordados y deslaves mortales, hasta a los barrios urbanos y suburbanos de nuestras ciudades, cumplen la gran tarea formadora de niños y jóvenes ecuatorianos.

Maestros sembradores que van llevando sabiduría científica y espiritual a su alumnado, ante quienes les toca oficiar.

Nuestra Agrupación simboliza cada año al maestro ecuatoriano en dos personalidades, que han dado y dan su vida misma por la educación de la patria; verdaderos apóstoles en la gran misión educativa.

Hoy les corresponde recibir ese homenaje a Solange Raad Dibo y Cristóbal Garcés Larrea, dos maestros, honra y orgullo del Magisterio ecuatoriano, a quienes se los galardona como Maestros Ejemplares 2012 de Cultura y Fraternidad, por quienes ofrezco este acto público.

No sin antes, como maestra que soy, dejar de invocar a Gabriela Mistral en algunos versos de su Oración.

“¡Señor Tú que enseñaste, perdona que yo enseñe; que lleve el nombre de maestra, que Tú llevaste por la tierra…”

“…Dame el amor único de mi escuela; que ni la quemadura de la belleza sea capaz de robarle mi ternura de todos los instantes…”

“…Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que no es carne de mis carnes…”

“Aligérame la mano en el castigo y suavízamela más en la caricia. ¡Reprenda con dolor, para saber que he corregido amando!..”

Y por último, mezclando con sus versos, mi propia invocación:

Dame que alcance a hacer de mis días de maestra,
en mi Poema Pedagógico del Steiner, rimas perfectas;
para cuando mis labios no canten más.

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Chisme y Juzgamiento

El chisme o habladuría es el dar paso a una murmuración sobre otra persona o lo que se supone que ella dijo o hizo. Este chime sólo puede ser malintencionado, pues nadie debe seguir una murmuración de ninguna manera, y peor sin estar seguro de su veracidad.

Los seres humanos, como ya lo dijo Jesucristo hace dos mil años, tenemos tendencia a buscar la pajilla en el ojo ajeno, sin notar la viga que tenemos en el nuestro, y si es factible, para darle más credibilidad o sazón, añadimos algo nuestro, inventado.

Ya de por sí el chisme es malo porque lleva la intención de hacer daño, pero peor es el juzgamiento que acompaña al chisme. Muchas veces ese juzgamiento lleva a condenar a una persona o a una causa, por el simple hecho de murmurar en contra o acerca de ella. El juicio, por lo general, es condenatorio. Quita el beneficio de la duda.

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