Pacientes jóvenes con asma que reciben dosis relativamente altas de anticolinérgicos presentaron mayor riesgo de sufrir arritmia cardíaca, de acuerdo a una conferencia presentada en el Congreso de la American Toracic Society. De acuerdo con los investigadores este riesgo no se aumentó cuando los pacientes recibían tiotropium o ipratropium en combinación con beta-agonistas de acción corta.
Un estudio de meta-análisis encontró que los niños y adultos jóvenes que fueron expuestos a preclampsia tienen más probabilidades de tener presión arterial alta y un BMI mayor que los nacidos de madres que no tuvieron preeclampsia. Este meta-análisis se realizó basado en 18 estudios que envolvieron a más de 45000 participantes.
Un estudio de investigadores americanos encontró que la mayor parte de los casos de autismo fueron diagnosticados a los cinco años o más, y que muchos de ellos recibieron drogas psiquiátricas antes de ser diagnosticados.
Un estudio en el Journal of Pediatrics indica que los niños obesos y con sobrepeso tienen más probabilidades de sufrir de hipertensión intracraneana idiopática que los que no eran obesos, sobre todo en mujeres.
Un estudio en Holanda indica que hay más riesgo de padecer del desorden de déficit de atención e hiperactividad en los niños postmaduros.
De acuerdo con un estudio publicado en el Archives of disease in childhood, el nacer por cesárea dobla el riesgo de obesidad en niños a los tres años.
Fiebre durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo y de retardo en el desarrollo.
Las mujeres con bajos niveles de Vitamina D durante el embarazo, presentaron más probabilidades de tener niños exceso de grasa corporal a los 6 años.
Los antidepresivos selectivos de recarga de inhibidores de serotonina, pueden aumentar al doble la mortalidad en pacientes con ciertos tipos de cirugía cardíaca.
Varios antibióticos macrólidos (azitromicina, eritromicina, Claritromicina, etc.), son pro arrítmicos y pueden provocar muerte cardíaca súbita en pacientes con riesgo cardiovascular, de acuerdo a un estudio publicado en mayo 17 de 2012 en el New England Journal of Medicine.