Cuando se habla de responsabilidad es necesario definir y delimitar el término, ya que hay varias formas de hacerlo.
Responsabilidad es una palabra compuesta: Respons – habilidad. La habilidad de dar una respuesta, por supuesto correcta, o la habilidad de responder correctamente.
En el caso tan bullado de la Terapia Intensiva Neonatal del Hospital Francisco de Ycaza B. de Guayaquil, me temo que se ha satanizado el asunto y se ha buscado cortar el hilo por el lado más débil, o por el más ingenuo.
El primer culpable es la ignorancia. En nuestro país nacen muchos niños prematuros y graves por la falta de chequeo prenatal. Las madres no saben o no comprenden que en un embarazo, hay un ser humano desarrollándose dentro de otro ser humano y que hay que chequear que el entorno de ese aún no nato, sea óptimo para su desarrollo. Muchas enfermedades y muchas exposiciones graves pueden ser evitadas o tratadas si se conocen y se tiene conciencia de ellas. En la Maternidad Sotomayor, la Junta ofrece el parto gratuito a la mujer que cumple los siete chequeos prenatales mensuales responsablemente, porque nuestro promedio de morbilidad (es decir de niños que nacen enfermos) sin chequeo prenatal, está por el 35%, es decir que de cada 10 recién nacidos , 3 o 4 se tienen que quedar por problemas de salud. Si la madre cumple responsablemente con los chequeos prenatales, solamente 2 ó 3 de cada 100, tienen que quedarse. En otras palabras de los 35 de cada 100 que se quedan enfermos y con riesgo de muerte, 32 se quedan por ignorancia y sólo 2 ó 3 por problemas reales.
El segundo problema es la prematurez. Todo neonato prematuro aumenta en forma exponencial, tanto su riesgo de muerte como de discapacidad. La población en general parece no comprender que el riesgo de muerte y de daño cerebral aumenta en forma geométrica con la prematurez. Me da pena ver, como pediatra, neonatos con problemas graves que pudieron prevenirse si hubiera habido un chequeo preventivo correcto del embarazo y se hubiera permitido al bebé madurar y nacer a las cuarenta semanas.
El tercer problema es la cantidad de Clínicas que reciben neonatos y no tienen infraestructura, equipos, ni personal para ello. Esos neonatos son trasladados en las más deficientes condiciones a los Hospitales, donde llegan muchas veces ya con daño cerebral.
Me pregunto cuál irresponsabilidad es más grave: tener abierta la Sala y tratar de arreglar en la mejor forma posible los problemas de riesgo de infección, o cerrar la Sala y dejar que los neonatos que irresponsablemente se permite que nazcan prematuros sin motivo real, no tengan donde ser tratados.