21 noviembre, 2024

Se acercan los exámenes trimestrales. ¿Ya estudiaste?

En nuestro país estamos acostumbrados a estudiar para los exámenes, es decir para
un momento puntual, descuidamos el proceso, el día a día, la evaluación formativa
en el aula, que es el taller del aprendizaje, ese solo se valora con notas secundarias
y mínimas, lo que importa es el conocimiento, lo que realmente aprenden los chicos
cuando se enfrentan ante PRUEBAS ESTANDARIZADAS. ¡Qué horror! ¿Cómo saldré?
¡AYUDAME DIOS MIO!, Cuando no, ¡Ayúdame Freud! Este tipo de pruebas produce más
pánico que motivación. Lo que nos hace preguntarnos, lo mismo que se preguntaron
los FILANDENSES, un país pequeño del norte europeo, en donde sus alumnos de
centros fiscales y públicos sacan las mejores notas en las pruebas PISA para medir
el conocimiento de los chicos en las cuatro materias principales: ¿Qué es necesario
poner en el centro del sistema, el alumno o los conocimientos?

Finlandia eligió sin discusión la primera alternativa. Parece incluso que un fino y
profundo análisis de las necesidades reales de cada alumno es lo que está detrás del
asombroso éxito del sistema, pacientemente construido en 30 años de reforma. La
idea de que un alumno feliz, bien desarrollado, libre de progresar a su ritmo, adquirirá
más fácilmente los conocimientos fundamentales no es una utopía de un pedagogo
iluminado: es simplemente la idea que orienta la acción de todos: el Estado, las
municipalidades, los directores de establecimiento, los profesores… Finlandia respeta
profundamente los conocimientos, pero respeta aún más a los individuos que están en
proceso de adquirirlos. Y eso no es tenido allí como un idealismo desabrido, sino por
el más elemental pragmatismo. Esa Räty, Director del Colegio Niinivaara, en Joensuu,
asume como su divisa la fórmula que resume esta filosofía: “Cada alumno es
importante”. (Citado por Noam Chomsky, en un artículo en la red, La Educación en
Finlandia, Los secretos de un éxito asombroso, www.paulofreire.org, accedido 20 de
abril de 2012)

Otros factores hay que tener en cuenta para el aprendizaje de los chicos como un
ambiente escolar cálido y acogedor, ritmos de aprendizaje adaptados a los chicos,
los estudiantes, una detección precoz de las desventajas y de los desórdenes de
aprendizaje, y uso de las ayudas específicas, alumnos activos y comprometidos porque
son motivados, una evaluación motivadora, no centrada en la nota sino en al alumno
lo que es capaz de aprender, lo que sabe hacer, lo que fomenta su creatividad y
curiosidad. En Finlandia no existe nota hasta los 9 años de escolaridad, y después
solo hay nota del 4 al 10. FILANDIA HA ELEGIDO CONFIAR EN LA CURIOSIDAD
DE SUS ALUMNOS Y SU SED NATURAL DE APRENDER. En Finlandia, la práctica
de la evaluación parece estar guiada por el cuidado de no castigar a nadie y de darle
siempre la oportunidad al alumno, valorando más lo que sabe que lo que no sabe: «
Lo importante es que los alumnos tengan la sensación de que son buenos en algún
campo » (Hannu Naumanen, Director del Colegio Pielisjoki). Guiada por este principio,
la evaluación del los alumnos pierde su carácter competitivo y angustiante y, por el
contrario, puede convertirse en un medio que los estimula y motiva para ubicarse
en una gradiente de progreso adaptada a su ritmo. Además que en Finlandia, la
profesión docente es bien valorada, no cualquiera puede ser docente y mantenerse
en su profesión, no es cuestión solo de remuneración, la inversión del Estado en las
universidades es alta y el estilo de vida del docente es de lo mejor, porque sabe dar lo
mejor.

Las pruebas estandarizadas que hoy usa el gobierno de la revolución ciudadana,
paradójicamente bajo el paradigma de la “meritocracia”, provoca la atención en los
mejores y la desmotivación en la gran mayoría de los chicos que no alcanza esos
puntajes, como dice la revista Vistazo, “SE BUSCA EXCELENTES BACHILLERES EN
COLEGIOS MEDIOCRES”, tras los resultados del Examen Nacional para la Educación
Superior, (ENES) solo 213 estudiantes alcanza el grupo de alto rendimiento (GAR) y se
les ofrece el moro y el oro… qué se les ofrece al resto, la gran mayoría que no alcanza
la excelencia, el promedio nacional fue de 605/1000, la media de 667. El razonamiento
lógico es la principal falencia, es decir, cuesta pensar y razonar. [VISTAZO, No 1076.
(Junio 15) 2012, p. 16ss].

¿Cómo valorar a los alumnos? ¿Cómo estimular el aprendizaje? El verdadero desafío
no es el competir bajo el paradigma de las competencias y destrezas, modelo vigente,
sino el de la calidad de vida, de la calidad humana que logremos cosechar bajo la
lógica de la siembra, saber sembrar semillas de calidad, que sabes cuidar y desarrollar.
Luego vendrá la cosecha, mientras tanto nos preparamos con lo mejor que tenemos
el diálogo de saberes y generaciones, el trabajo interdisciplinario y en equipo, el
aprendizaje para toda la vida, aprender a aprender es el desafío, No tengas miedo
a los exámenes, tú eres capaz de mucho, si sabes descubrirlo y si tienes quien te
enseñe.

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