Los presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR),
aprobaron un documento llamado “Protocolo Democrático”, en dicho
documento se establecen sanciones para los países en donde se intente
o se rompa el orden constitucional: “Castigos diplomáticos, políticos y
económicos; además, bloqueos de exportaciones e importaciones y cierre de
fronteras”, entre otras sanciones.
En la XX Cumbre Iberoamericana, los jefes de Estado asistentes firmaron
la declaración final, la misma que dice que “por primera vez se establece
mecanismos políticos de respuesta ante situaciones que desequilibren el orden
constitucional y el Estado de Derecho en los países miembros”.
Las medidas establecidas en la declaración de UNASUR y de la XX Cumbre
Iberoamericana son coincidentes en la condena a los intento y peor aun a
los golpes de estado, al mismo tiempo se han establecido salvaguardas para
proteger la democracia.
A la par de estas proclamas, también se debería establecer sanciones a
aquellos gobiernos que habiendo sido elegidos democráticamente por
la voluntad popular en las urnas y con las reglas establecidas en las
constituciones y leyes que rigen sus países, tratan mediante argucias pseudo
legales de perennizarse en el poder, cambiando las reglas de juego con las
que fueron elegidos. El caso de Venezuela no puede ser más patético, la
Asamblea Nacional con mayoría chavista a espaldas del pueblo, aprobó
la reelección presidencial en forma indefinida; en el Ecuador, mediante un
proceso cuestionado se aprobó una nueva Constitución en la que se establece
la reelección presidencial inmediata.
En Nicaragua sucedió algo más grotesco, mediante una resolución de la Sala
de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (con miembros suplentes
afines al gobierno de Ortega), levantó de hecho una disposición constitucional,
al declarar ‘inaplicable’ el artículo 147 de la Constitución, que prohíbe la
reelección continua del presidente; esta pirueta jurídica le permitió a Daniel
Ortega ser reelegido.
A propósito de la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo, resulta
curioso, la intromisión de varios mandatarios, en forma especial los miembros
de la ALBA, en asuntos internos de ese país, máxime que Lugo al conocer
sobre su enjuiciamiento dijo “que no eludirá el juicio político”, procedimiento
que se lo realizó en el marco de la Constitución y de la Ley. Una abrumadora
mayoría aprobó la destitución y Lugo aceptó y se fue. Otro mandatario
paraguayo enfrentó antes este proceso constitucional, pero ha sido Lugo el
primero formalmente destituido. Raúl Cubas Grau prefirió renunciar, en 1999,
antes de ser destituido a través del juicio político instaurado en su contra.
El expresidente uruguayo José María Sanguinetti, dijo que los países de
Unasur están haciendo un acto de “Intervencionismo contrario a todas las
tradiciones y normas de Latinoamérica en la vida interna de un país que actuó
dentro de sus códigos”.
Resulta que ahora muchos de los mandatarios se rasgan las vestiduras en el
caso paraguayo. Unasur o la OEA deben sancionar todo tipo de golpes de
estado, los solapados y los directos.
Que poco conocimiento tiene usted de mi país Venezuela sr Alberto Molina al decir de forma temeraria que acá la Asamblea Nacional a espaldas del pueblo aprobó la reelección indefinida, quiero decirle que es totalmente falso lo escrito por usted en este artículo en cuanto hace alusión a mi país, esa reelección indefinida se logro por medio de una figura llamada Enmienda Constitucional propia del Derecho y de la mayoría de los ordenamientos jurídicos a escala mundial y déjeme decirle que, para que esa enmienda fuera aprobada paso por un proceso de consulta popular con carácter vinculante por medio del voto de todos y cada uno de nosotros lo venezolanos donde se impuso por la gran mayoría y de forma democrática la opción del SI a favor de la enmienda constitucional, le recuerdo que la esencia y el espíritu de nuestra democracia y así lo establece nuestra Carta Magna es PARTICIPATIVA Y PROTAGONICA (carácter constitucional) términos a los cuales le temen muchos gobiernos de derecha en el mundo porque les aterra que el pueblo por medio del poder popular sea protagonista y tome grandes y trascendentes decisiones, por eso los gobiernos de derecha siguen aferrados a la democracia representativa
Por ello le invito muy respetuosamente no se conforme con mi humilde y sencilla explicación de como se desarrollo verdaderamente el hecho planteado de forma equivoca por usted, sino que vaya a la fuente de ese hecho para lograr con suficiente conocimiento de causa trasmitir lo más objetivamente la información veraz que se desea, recuerde que de ello se desprende el alto grado de credibilidad que pueda tener un articulista o columnista, ya que de lo contrario se puede pecar consciente o inconscientemente por trasmitir hechos que son sin discusión una patética mentira.