21 noviembre, 2024

Requisitos que, a más de ser inútiles, son peligrosos para la salud y medio ambiente

La moda actual es solicitar para casi todo trámite: Original y copia a color de la cédula de ciudadanía y certificado de votación.

El supuesto empeño en cuidar el impacto medio ambiental y precautelar a salud de la población, ahí mismo se va al diablo. Ni que hablar del gasto inútil del ciudadano y luego del Estado para embodegar tanto papel que no se necesita.

Absurdo requisito, si vemos que los capturados por ser maleantes avezados y los grandes capos extranjeros de los carteles de la droga y otras ilegalidades, tienen por lo menos dos o tres cédulas “auténticas” otorgadas por el Registro Civil Nacional; incluso hubo un ministro con dos cédulas.

Si los originales son dolosamente adquiridos de fuentes oficiales (no hablamos de “falsificaciones”) ¿qué ganan con guardar las dos copias “a colores”? ¿Para qué el de la papeleta de votación? La única explicación es para recaudar una multa, que al menos en la mitad de su suma no aparece.

Esta cretinada, que se inauguró con la invención de las copiadoras, recibió su máximo impulso cuando algún “genio burócrata” dijo: Deben ser a color.

Una investigación realizada por jóvenes estudiantes de Ciencias Avanzadas, logró corroborar la presunción de que en los locales de fotocopiadoras, uno de los componentes de las tintas, el carbono, se encuentra en suspensión en el aire y su inhalación puede causar enfermedades pulmonares a quienes se exponen en forma permanente.

La mayoría de las tintas de imprimir que se emplean en las fotocopiadoras están formadas por una mezcla de dos componentes básicos: un pigmento o tinte llamado colorante y un aglutinante. Uno de los componentes elementales de las tintas es el “negro de humo” cuyo componente fundamental es el carbono.

El “negro de humo” es el residuo de la combustión incompleta de sustancias orgánicas ricas en carbono. Es un polvo negro, fino, impalpable y se lo aplica para fabricar tintas de imprenta, tinta china, betún y pinturas.

Por ser resultado de combustiones imperfectas es uno de los componentes del llamado “smog”, intrínsecos de la contaminación ambiental.

El “tóner”, como es llamado el marcador en el papel, contiene metales pesados.

El ozono que se produce por las descargas eléctricas y los rayos ultravioletas de la fotocopiadora, es muy provechoso cuando está en la estratosfera. Empero, en la troposfera donde estamos respirando, el ozono es altamente tóxico y su dispersión es más lenta cuando encuentra un ambiente húmedo y cálido.

Por otra parte “Una hoja de papel tamaño carta necesita 2 litros de agua, 10 gr. de insumos, 1 foco de 40 W prendido por 1 hora, 14 gr. de madera pura”; calcule lo que significa su uso infructífero por millardos.

Por la actividad de la industria papelera, en el año se pierden bosques por 90.000 kilómetros cuadrados, estimándose que la deforestación es responsable en un 18-25% de los cambios climáticos en el mundo.

Cada dos segundos se destruye una superficie de bosques equivalente a un campo de fútbol. Su uso ha aumentado más de seis veces en los últimos 50 años (dato coincidente con la masificación del fotocopiado).

El 85% de los papeles que utilizamos proviene de bosques que no se vuelven a regenerar, tan sólo mueren y desaparecen.

Para no reducir el patrimonio forestal cada persona debería plantar y cuidar cuatro árboles por año ¿se hace?

La quinta parte de los árboles talados en el mundo es utilizada para fabricar papel.

Vea usted cómo cuando imprime un chiste, o saca una copia (que no volverá a ver) afecta en gran parte el medio ambiente.

En la mayoría de las naciones papeleras, se deforestan los bosques nativos, para evitar los gastos que la replantación de bosques implica, provocando el consecuente daño. Funesto impacto ambiental.

El papel que se emplea en el mercado, es de una gran blancura al que luego se le agrega tinturas.

El proceso de emblanquecido del papel requiere del empleo de peróxido de hidrógeno, o de dióxido de cloro, sustancias altamente contaminantes, y con un alto costo para el medio ambiente.

A lo antes dicho, agréguele el súper peligroso estropeo de nuestro hábitat por el desecho indebido de equipos venenosos.

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No hay comentarios

  1. Todo es cierto y gracias a la burocracia desbocada,este requisito jamas es revisado y solo sirve para aumentar el cementerio de papeles.
    Una vez que esta ociosa y bien pagada *burrocracia* archive todo este inutil
    e innecesario tramite solo la paciencia de los pacientes ciudadanos sera la afectada. Para que la maldita cosa.

  2. Estimado señor Stanislaus Sonnenholzner,
    Muy cierto y me viene a la memoria la capacidad de un burocrata que siendo alertado por su secretaria que esos papeles eran innecesarios y se podían quemar, le replicó: «Bueno; pero, por si acaso, sacales una copia antes de quemarlos». LA COPIOLOGÍA YA ES DE TODOS.
    Atentamente,
    Antonio Kure

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