Me satisface enormemente la sensatez y la madurez con la que un inmenso sector de “cerebros consientes” están abordando ahora el aborrecible crimen del aborto. Por fin entonces existe ya un escenario a través del cual sabremos sumar, confrontar y defender mancomunadamente un derecho básico, tal cual es el Derecho a la Vida desde la Concepción. He aquí un breve ejemplo gráfico de, entre otros, un aborto por parto parcial:
ADVERTENCIA: Las imágenes que siguen son gráficos de abortos provocados, y pueden resultar fuertes para su sensibilidad.
1) El aborto por parto parcial comienza cuando el doctor toma por los pies al bebé con unas pinzas dentro del vientre materno
2) Cuando los pies del bebé están fuera del útero, el abortista lo toma con sus manos y lo saca, como si se tratara de un parto natural, pero asegurándose que salga por los pies.
3) Cuando el bebé tiene el cuerpo fuera, pero su cabeza está aun dentro del vientre materno, el abortista le atraviesa la nuca con unas tijeras.
4) El crimen culmina cuando el abortista, mediante una sonda, succiona la masa encefálica del bebé que; durante todo el proceso, ha estado agitando su pequeño cuerpo para tratar inútilmente de defenderse.
Siempre he estado convencido de que el actual escenario es totalmente duro, pues los poderes económicos con los que cuentan nuestros “ilustres enemigos de la vida”, y el escenario global a través del cual se mueven, se torna per se en un cruento y accidentado camino cuesta arriba.
A través de mi largo recorrido legislativo, a través de mi vida profesional y de mi vida personal, he podido apreciar y practicar muchos valores inherentes a la prevalescencia y al derecho a vivir que a otros seres humanos les asiste. Han sido muy duras las jornadas pro defensa de estos derechos a las que me ha tocado enfrentar. Han sido muchas las estrategias a las que he tenido que acudir por mantener vigente dichos principios.
He sido víctima de amenazas de muerte, aunque parezca difícil creerlo. He sido también escarnio de grupúsculos dedicados a maximizar sus hirientes comentarios, queriendo con eso ridiculizar mi posición; la misma que, por simple estrategia, y dentro del campo de la elemental jurisprudencia, la he basado exclusivamente en el tema constitucional-legal, dejando incluso de lado el hecho de involucrar a Dios en todo esto.
Me han calificado de fascista, y hasta de fundamentalista religioso, y todo por el simple hecho de defender un derecho inalienable, tal cual es el derecho a la vida desde su concepción. Es que el entorno del inmenso poder que rodea a esta gente, es muy; pero muy fuerte.
Sus transnacionales economías les facilitan la compra de conciencias y les facilita grandes espacios de poder en casi todos los países a los que a “ellos“ se les antoja contaminar.
Sus arteros y procaces golpes en las familias y en los círculos de gente humilde y pobre, y la cuantificación de sus resultados, a corto y medianos espacios de tiempo, los ha hecho subir como la espuma, aunque permanezcan agazapados entre las sombras, tal y cual como las fieras tras sus presas.
Así, y mucho mas, son aquellos depredadores. Créanme o no, aquellos que de manera vil y cobarde, y como si el asesinato de un niño se tratase de algo simple, se engullen cada vida y enriquecen sus cuentas bancarias, como si destrozar, descuartizar y/o desmembrar la humanidad de un pequeño e indefenso ser humano, aquello fuera como tomarse un helado.
Por tanto, y desde cualquier punto de vista, no existe justificativo alguno, para polemizar sobre un hecho criminal de tamañas características. Y digo polemizar, cuando incluso se lo eleva a debates legislativos, tratando de confundir al ciudadano de “a pie”, utilizando leguleyadas, solo con el ánimo de lograr sus oscuros propósitos, a pesar de que el presidente Correa ha anticipado su derecho a vetar cualquier intencionalidad de legalizar el aborto por parte de la asamblea.
Por eso quiero festejar el arrojo de algunos de mis colegas columnistas al confrontar valerosamente y difundir objetivamente este infame tema. Nunca debemos olvidar que en la unión radica la fuerza, que debemos estar totalmente seguros que nosotros somos más, y convencernos de que esas generaciones de abortistas y libidos personajes, a ratos nos podrán ganar por velocidad, pero jamás por resistencia.
Acudan constantemente a la lectura e interpretación de los contenidos legales inmersos en la constitución y las leyes, entérense de las noticias internacionales, y observen como se mueven estos personajes en cada país donde han desparramado sus tentáculos.
Luchemos con denuedo por no permitir que se cometan mas atrocidades so pretexto de la famosa soberanía del cuerpo de la mujer, o que si la demencia y/o la idiotez de una mujer violada, o que si el aborto es permisible cuando se trata de salvar la vida de la madre, y tampoco debemos permitir ya que sigan enriqueciéndose oscuros personajes e inmensas empresas dedicadas a financiar cada acción identificada con la fatal industria del aborto.
Soy un creyente sin condiciones, pero que desde hacer rato he venido estudiando e investigando la parte legal y moral del tema. Y para quienes creemos en Dios, pongamos nuestras barbas en remojo y también pidámosle cada día que sea misericordioso con aquellos que disponen y/o ejecutan directa o indirectamente la atroz muerte de un niño dentro del vientre de su madre.
Raúl, me siento orgullosa de tí, y en mi condición de mujer te digo que: ¡CUENTES CON MI APOYO!, así como para todos quienes de manera frontal y decidida quieren parar estos crimenes calificados de LESA HUMANIDAD.
¡TODOS, UNIDOS PARA LUCHAR POR LA VIDA!
Gracias a DIOS hay personas como usted que luchan por no legalizar un crimen atroz. ¿Porqué no piensan en aquellas mujeres que quieren ser madres y no pueden? ¿Porqué no permitir que esos niños no deseados sean adoptados luego de un parto normal?
A mis lectores:
Favor, mil disculpas por el error, al escribir «cerebros consientes», cuando quise decir: «cerebros conscientes»
Saludos,
RAUL RAMIREZ ORELLANA
Me uno a sus comentarios verdaderos y valientes, cuénteme entre gente de apoyo
pues en el tema de defender la vida de un ser humano soy frontal y muy conencida del valor de la vida en especial de las mujeres y no quiero verlas destrozadas por haber matado a su propio hijo.
Personas como ud. son las que necesita nuestra sociedad actual, defensoras de la vida, sin miedo a denunciar y pelear por un Derecho Natural. Me sumo a sus pensamientos y sentimientos PRO-VIDA
quiero compartir la opinion de una madre, pero el sistema lo detecta como spam..
«A Gloria Muñoz se le inundan los ojos en cuanto empieza a hablar de Alba. Junta las manos sobre el regazo y se las aprieta. ?El dolor y el sufrimiento que hemos vivido no se lo deseo a nadie?, dice, secándose a pequeños toques los ojos, bordeados de azul. Alba es su hija. Falleció como consecuencia de la atrofia muscular espinal de grado 1 que padecía, una enfermedad muy grave que causa debilidad muscular extrema, dificultades para respirar y para alimentarse. No tiene tratamiento. Solo fisioterapia, para intentar formar algo de tono muscular, y paliativos, para aliviar el dolor. Eso durante un tiempo: la mayoría de los afectados por esta patología ?unos cuatro de cada 100.000 habitantes? mueren antes de cumplir los tres años. Alba vivió siete meses. Los últimos, enchufada a una sonda.
Gloria lo recuerda y respira hondo. No soportaría volver a pasar por lo mismo. ?Ver así a tu hijo es tremendo?, dice rotunda. Hace ya casi un año que la niña falleció y a ella y a su marido, Roberto, les gustaría tener otro hijo. También su pequeño David, de seis años, está encantado con la idea. ?Somos muy niñeros los tres?, dice con una pequeña sonrisa. Pero desde hace unos días, el miedo puede más que la ilusión en esta pareja, ella funcionaria, él trabajador de la EMT. A raíz de la decisión del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, de limitar el aborto por malformaciones fetales graves, temen no poder interrumpir el embarazo si se detecta alguna anomalía como la que sufrió Alba.»
A quienes han opinado y a quienes les importa el respeto a la vida:
Gracias en verdad a quienes han opinado y les han publicado sus comentarios, y gracias también a quienes, aunque no se han pronunciado mediante este artículo, están absolutamente convencidos de que la vida es el don más preciado del ser humano.
Es tremendamente doloroso el constatar que en nuestro planeta existan personas cuyos escrúpulos, si acaso los poseen, no los detienen a pensar tan solo un segundo que muy por encima de sus intereses, está y estará siempre antepuesto el sagrado e inalienable derecho a no atropellar ni segar la vida de nadie; mucho menos la vida de un ser totalmente indefenso.
Es también por demás execrable aquel mismo hecho que, por su forma y su fondo, denigra nuestra condición de especie humana, y desgarra de un solo tajo cada uno de los principios y valores que siempre deben estar intrínsecos en nuestra manera de conducirnos como seres pensantes y razonables.
No hay ni habrá justicia viva mientras que, con el solo pensamiento, se quiera quebrantar el derecho ajeno, y ese acto sea perversamente consentido, aunque la ley escrita promulgue lo contrario?., no hay ni habrá justicia viva, mientras de manera perversa y cruel creamos estar convencidos de hacer prevalecer supuestos derechos propios, desconociendo y atropellando los derechos ajenos?., no hay ni habrá justicia viva mientras morbosamente manipulamos la conciencia de otros, con el único afán de satisfacer nuestros intereses?., no hay ni habrá justicia viva, mientras juguemos a creernos DIOS, y a importarnos poco el dolor y el sufrimiento de un ser vilmente masacrado.
Poco o nada me importan los comentarios de cretinos y rapaces personajes que viven de estos crímenes, y disfrutan maquiavélicamente de la secuela de dolor que dejan en cada acción que ya han emprendido, y que les eleva su maldito y perverso ego de creerse con el derecho de decidir por vidas ajenas.
Me defino frontalmente como un obediente de Dios Padre, y como un fiel defensor del derecho a la vida, incluido aquel derecho a la vida desde la concepción.
Nada me importan los calificativos recibidos por defender estos derechos, y por privilegiar además aquellos principios constitucionales y legales.
Continuaré luchando siempre hasta el final de mis fuerzas porque se respete la vida de estos niños por nacer, aun a costa de la mía propia.
RAUL RAMIREZ ORELLANA
Existe un documental llamado, si no me equivoco «Un grito en el silencio» deberían pasarlo en pantalla para que lo vean los miembros de la Asamblea Nacional y luego….. realicen sus ponencias sobre las reformas que se desean implementar.Muy acertada su exposición Raúl.