A partir de la serie de medidas económicas que el gobierno
paulatinamente ha implementado, motivado principalmente por el
alto déficit en la balanza comercial, los ecuatorianos nos hemos visto
afectados por las limitaciones al consumo que nos ha significado, ya sea
por la subida de precios, producto de aranceles y nuevos impuestos,
o, por la restricción a la emisión de tarjetas de crédito por parte de
diferentes actores económicos con el objetivo de controlar o disminuir el
endeudamiento de los ciudadanos.
Sin embargo, estas acciones por parte de las autoridades económicas
resultan contradictorias, pues la explicación que se ofrece con respecto al
alto endeudamiento está definitivamente relacionada con la capacidad de
consumo que las personas y que en buena parte proviene de la política de
gasto público elevado que el mismo gobierno ha desarrollado como parte
de su gestión, los elevados precios del petróleo, así como la reducción
del nivel de desempleo y el crecimiento de la ocupación plena, que
permitieron una fuerte inyección de liquidez en la economía, fondeando
la banca e impulsando de esta manera la demanda de consumo y como
consecuencia del crédito.
Adicionalmente el control de las tasas de interés incentivó la demanda de
crédito, pues su característica de ser elástica implica que a menor costo
del dinero, aumente la demanda de recursos via financiamiento bancario.
Estos factores abonaron a la expansión crediticia en el país. Según la
Asociación de Bancos Privados del Ecuador, la cartera bruta de crédito
ha aumentado a una tasa del 80,5% , entre 2007 y 2011, duplicando su
nivel de financiamiento en este tiempo, mientras la economía en términos
nominales creció a razón del 44,9%, consecuentemente la actividad
crediticia bancaria creció a un mayor ritmo que la economía en su
conjunto, reflejado en el aumento del nivel bancarización en el país, con
un número de clientes bancarios que supera los 6,8 millones de personas,
es decir un aumento de 3,1 millones de personas en el mismo período,
así como una mayor cantidad de puntos de atención de la Banca que en
marzo del 2012 registraban 6.700 , cuando en junio del 2007 eran 2.500.
Los activos productivos de los bancos entre el 2010 y 2011 crecieron un
18,1% anual, como resultado de la expansión de la cartera de crédito, las
inversiones y la profundización financiera en el país.
No obstante esta expansión crediticia en el Ecuador, el promedio de
morosidad en la Banca es inferior al 3% , el 57% de compras que las
personas realizan a través de tarjetas de crédito son con pago corriente
y el 43% restante son para pago diferido. Entre diciembre de 2007 y
mayo de 2012, la cartera de consumo se expandió en el 138,1% , la de
microcrédito 112,7% , la comercial 79,1% y la de vivienda 31,6%. Vale
acotar que desde el último trimestre del 2011 comenzó a desacelerarse la
expansión crediticia debido a las políticas gubernamentales.
Sin embargo, el problema del déficit en la balanza comercial existe y el
Ecuador debe afrontarlo con políticas de corto, mediano y largo plazo a
implementarse paralelamente. Más allá de lo conformes que podemos
quedar con las políticas y acciones implementadas hasta el momento, es
importante dimensionar la efectividad que tendrían en el contexto de la
política macroeconómica del gobierno.
En el corto plazo se debería limitar el otorgamiento de crédito de
consumo a las instituciones financieras del sector público, por ejemplo,
el 55% de créditos entregados por el BIESS entre Enero y Mayo del
2012 fue destinado al segmento de consumo y el 45% restante a los
demás segmentos de crédito. De la misma manera se debe controlar a
las Cooperativas y Sociedades Financieras quienes dispusieron en este
mismo período para el segmento de crédito de consumo, el 53% y el
89% respectivamente. Como medida de corto plazo por supuesto está
la revisión de los subsidios, aunque muy improbable que sea tomada en
cuenta por la coyuntura política.
Una política de mediano y largo plazo sustentable constituye la
implementación definitiva del triángulo virtuoso, sector privado,
universidad y estado, con el objeto de convertirlos en agentes económicos
que trabajando coordinadamente gestionen un rediseño del modelo
económico nacional , implementando proyectos de desarrollo productivo
alrededor de la infraestructura que en estos años se ha construido,
creando oportunidades y coyunturas para producir en el Ecuador bienes
que actualmente importamos, para que estén a disposición de los
ecuatorianos a un precio razonable y con calidad .
Si partimos de la meta de lograr crecimiento económico, entonces la
expansión crediticia bajo una estrategia de sostenibilidad, que contemple
el manejo prudente de los actores financieros, priorice la diversificación
de la cartera, especialmente en los sectores de alto impacto, mejor y
mayor atención a los sectores bancarizados incursionando en los no
bancarizados, mayor transparencia del sistema para generar credibilidad
y confianza, en el contexto de la estabilidad macroeconómica, entonces,
el Ecuador debe definir sus estrategias de crecimiento manteniendo
coherencia con las políticas y acciones que hasta ahora se han ejecutando.