22 noviembre, 2024

¡Así es! En la unión radica la fuerza!

Me obligo, a petición de algún vasto sector de Guayaquil, a transcribir mi comentario al artículo
anterior, esperando de corazón que podamos vencer a aquel monstruo de mil cabezas, cuya
inmoral y perversa arma de destrucción se la utiliza para asesinar a niños por nacer:

“Quienes han opinado y a quienes les importa el respeto a la vida:

Gracias en verdad a quienes han opinado y les han publicado sus comentarios, y gracias también a
quienes, aunque no se han pronunciado mediante este artículo, están absolutamente convencidos
de que la vida es el don más preciado del ser humano.

Es tremendamente doloroso el constatar que en nuestro planeta existan personas cuyos
escrúpulos, si acaso los poseen, no los detienen a pensar tan solo un segundo que muy por encima
de sus intereses, está y estará siempre antepuesto el sagrado e inalienable derecho a no atropellar
ni segar la vida de nadie; mucho menos la vida de un ser totalmente indefenso.

Es también por demás execrable aquel mismo hecho que, por su forma y su fondo, denigra nuestra
condición de especie humana, y desgarra de un solo tajo cada uno de los principios y valores
que siempre deben estar intrínsecos en nuestra manera de conducirnos como seres pensantes y
razonables.

No hay ni habrá justicia viva mientras que, con el solo pensamiento, se quiera quebrantar el
derecho ajeno, y ese acto sea perversamente consentido, aunque la ley escrita promulgue lo
contrario?……, no hay ni habrá justicia viva, mientras de manera perversa y cruel creamos estar
convencidos de hacer prevalecer supuestos derechos propios, desconociendo y atropellando los
derechos ajenos?……, no hay ni habrá justicia viva mientras morbosamente manipulamos la
conciencia de otros, con el único afán de satisfacer nuestros intereses?……, no hay ni habrá justicia
viva, mientras juguemos a creernos Dios, y a importarnos poco el dolor y el sufrimiento de un ser
vilmente masacrado.

Poco o nada me importan los comentarios de cretinos y rapaces personajes que viven de estos
crímenes, y disfrutan maquiavélicamente de la secuela de dolor que dejan en cada acción que ya
han emprendido, y que les eleva su maldito y perverso ego de creerse con el derecho de decidir por vidas ajenas.

Me defino frontalmente como un obediente de Dios Padre, y como un fiel defensor del derecho a la
vida, incluido aquel derecho a la vida desde la concepción.

Nada me importan los calificativos recibidos por defender estos derechos, y por privilegiar además
aquellos principios constitucionales y legales.

Continuaré luchando siempre hasta el final de mis fuerza, porque se respete la vida de estos niños
por nacer, aun a costa de la mía propia”.

Artículos relacionados

Aprendiendo a vivir con el Capitalismo controlando el Egoísmo

“El hombre tiene casi siempre necesidad de la ayuda de sus semejantes, pero la esperaría en vano sólo fiado en su benevolencia. No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero de lo que esperamos nuestra comida, sino de la consideración de su propio interés. No apelamos a su humanidad sino a su egoísmo y nunca les hablamos de nuestras necesidades sino de sus beneficios.” – Adam Smith –

Hay que aprender a vivir con el capitalismo y la pobreza sin caer en facilismos como el socialismo o paternalismo que suenan bonito pero que no han dado resultado. La solución es controlar el egoísmo.

La anexión de Guayaquil a Colombia en 1822: Primera parte

La anexión a Colombia ha suscitado enorme interés, con la publicación de Historia de Guayaquil de Melvin Hoyos y Efrén Avilés, el bicentenario del 10 de agosto de 1809 y la polémica que ha tenido lugar en Internet entre historiadores de provincias de la sierra e historiadores de Guayaquil.

Personalmente me mantuve alejado de la polémica, limitándome a comentar a uno de los historiadores del interior que “…la pasión fue más allá de lo que debe ir. Creo que el origen de esto es la idea que existe en Guayaquil de que la historia escrita por historiadores de la sierra, no puede ser revisada, por estar grabada en piedra, esto no debería ser así. En los países del Primer Mundo, es normal la revisión…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×