21 noviembre, 2024

La otra cara de Bolívar

La mayoría de los historiadores sostienen que no fue Bolívar quien se expresó en
peores términos sobre la Junta Provisoria presidida por Olmedo, sino su gente que
estaba en Guayaquil. Esta carta prueba lo contrario

EXMO. SEÑOR PROTECTOR DEL PERU,

D. JOSE DE SAN MARTIN.

Exmo. señor:

Tengo el honor de responder a la nota de V. E. que con fecha 3 de marzo del presente año se sirvió
dirigirme desde Lima, y que no ha podido venir a mis manos sino después de muchos retardos, a
causa de las dificultades que presentaba para las comunicaciones el país de Pasto.

V. E. expresa el sentimiento que ha tenido al ver la intimación que hice a la provincia de Guayaquil
para que entrase en su deber. Yo no pienso como V. E. que el voto de una provincia debe ser
consultado para consultar la soberanía nacional, porque no son las partes sino el todo del pueblo el
que delibera en las asambleas generales reunidas libre y legalmente. La constitución de Colombia
da a la provincia de Guayaquil una representación la más perfecta, y todos los pueblos de Colombia
inclusive la cuna de la libertad, que es Caracas, se han creído suficientemente honrados con ejercer
ampliamente el sagrado derecho de deliberación.

V. E. ha obrado de un modo digno de su nombre y de su gloria, no mezclándose en Guayaquil,
como me asegura, sino en los negocios relativos a la guerra del continente. La conducta del
gobierno de Colombia ha seguido la misma marcha que V. E.; pero, al fin, no pudiendo ya tolerar
el espíritu de facción, que ha retardado el éxito de la guerra y que amenaza inundar en desorden
todo el Sur de Colombia, ha tomado definitivamente su resolución de no permitir más tiempo la
existencia anticonstitucional de una junta, que es el azote del pueblo de Guayaquil, y no el órgano
de su voluntad. Quizá V. E. no habrá tenido noticia bastante imparcial del estado de conflicto
en que gime aquella provincia, porque una docena de ambiciosos pretenden mandarla. Diré a V.
E. un solo rasgo de espantosa anarquía: no pudiendo lograr los facciosos la pluralidad en ciertas
elecciones, mandaron poner en libertad el presidio de Guayaquil para que los nombres de estos
delincuentes formaran la preponderancia a favor de su partido. Creo que la historia del Bajo Imperio
no presenta un ejemplo más escandaloso.

Doy a V. E. las gracias por la franqueza con que me habla en la nota que contesto; sin duda la
espada de los libertadores no debe emplearse sino en hacer resaltar los derechos del pueblo. Tengo
la satisfacción, Exmo. Protector, de poder asegurar que la mía no ha tenido jamás otro objeto que
asegurar la integridad del territorio de Colombia, darle a su pueblo la más grande latitud de libertad
y extirpar al mismo tiempo así la tiranía como la anarquía. Por tan santos fines, el ejército libertador
ha combatido bajo mis órdenes y ha logrado libertar la patria de sus usurpadores, y también de los
facciosos que han pretendido turbarla.

Es V. E. muy digno de la gratitud de Colombia al estampar V. E. su sentimiento de desaprobación
por la independencia provisional de Guayaquil, que en política es un absurdo, y en guerra no es
más que un reto entre Colombia y el Perú. Yo no creo que Guayaquil tenga derecho a exigir de
Colombia el permiso para expresar su voluntad, para incorporarse a la república; pero sí consultaré
al pueblo de Guayaquil, porque este pueblo es digno de una ilimitada consideración de Colombia, y
para que el mundo vea que no hay pueblo de Colombia que no quiera obedecer sus sabias leyes.

Mas, dejando aparte toda discusión política, V. E., con el tono noble y generoso que corresponde
al jefe de un gran pueblo, me afirma que nuestro primer abrazo sellará la armonía y la unión
de nuestros estados, sin que haya obstáculo que no se remueva definitivamente. Esta conducta
magnánima por parte del protector del Perú fue siempre esperada por mí. No es el interés de una
pequeña provincia lo que puede turbar la marcha majestuosa de América meridional, que, unida
de corazón, de interés y de gloria, no fija sus ojos sobre las pequeñas manchas de la revolución,
sino que eleva sus miras sobre los más remotos siglos, y contempla con gozo generaciones libres,
dichosas y anegadas en todos los bienes que el cielo distribuye a la tierra, bendiciendo la mano de
sus protectores y libertadores.

La entrevista que V. E. se ha servido ofrecerme, yo la deseo con mortal impaciencia, y la espero con
tanta seguridad, como ofrecida por V. E.

Acepte V. E. los testimonios de la profunda consideración con que soy de V. E. su atento, obediente
servidor.

BOLIVAR

Artículos relacionados

No hay comentarios

  1. Por si acaso el faccioso al que se refiere Bolivar es nuestro OLMEDO y la consulta que hizo y publicó en EL PATRIOTA DE GUAYAQUIL el 30 de Julio de 1822 solo contenía los nombres de aquellos que deseaban la anexión a Colombia por intereses comerciales. La carta esta cargada de falsedad y mantira y lo puedo comprobar con documentos. San Martín respetó mucho más la libre determinación de nuestro pueblo pero la coyuntura que le tocó vivir en la entrevista que tuvo con Bolivar lo empujó a aceptar con profundo desagrado la decisión que este tomara con Guayaquil, no por gusto la placa que está al pié de su monumento en Rosario de Santa fé, Argentina dice:»A San Martín vencedor en San Lorenzo, Los Andes, Chacabuco y Mipú, que conquistó Lima y en Guayaquil se venció a sí mismo»

  2. Algunas expresiones más graves todavía sobre los guayaquileños emite Bolívar en esta época, un momento especial para consolidar el proceso libertario. Nada nuevo aporta esta misiva al respecto de la situación tirante y grave entre Bolívar y los que presidían el gobierno provisional, Olmedo y sus seguidores. Por otro lado Bolívar apuntaba a un objetivo continental idea que luego los guayaquileños respaldamos y financiamos y por lo cual tuvimos reconocimiento por parte del Libertador. Si bien es bueno conocer nuestros desacuerdos iniciales con Bolívar y sus desafortunadas intervenciones, no debemos olvidar nuestra reconciliación posterior y nuestra gratitud que fue lo que finalmente quedó sembrado en nuestro corazón hacia este polémico personaje. Desde entonces Bolívar amó a Guayaquil y ésta le correspondió, no olvidemos que el mismo Olmedo escribió el Canto a Junín y que la placa de agradecimiento que nos entregara el Perú fue motivada por la frase de Bolívar, que pidió a los peruanos agradecernos por nuestra participación con hombres, dinero y pertrechos para la liberación definitiva de América del Sur. Lamentablemente la placa de madera se perdió en uno de los grandes incendios del puerto pero no tenía importancia pues la gratitud de los peruanos duró menos que la placa y decidieron invadir estas tierras, Bolívar entonces cumplió su palabra y pudimos derrotar a los ingratos en Tarqui. Bolívar y Guayaquil, una relación que empezó con dificultades y asperezas pero que terminó en final feliz. Jamás seremos ingratos porque nuestro espíritu siempre estuvo para grandes cosas no para pequeños rencores. «De alma heroica y valor giganteo, va a nacer inmortal redentor» Como dice el himno a Bolívar y los guayaquileños lo hemos cantado siempre con amor.

  3. SALUDOS ESTIMADO AMIGO IMAGINARIO,LO ADMIRO Y HE LEIDO ALGUNO DE SUS TRABAJOS,ME GUSTARIA TENER DATOS Y BUSCAR E INVESTIGAR EN LA VIDA DE MIS SGTES PARIENTES DE LOS CUALES TENGO MUY POCOS DATOS:CORONEL JAMES STACEY BYRON,CARLOS ALBERTO MAYER-WOLFSON STACEY,MANUEL LUZARRAGA,ME PONGO A SU DISPOSICION TRABAJO COMO COORDINADOR DE AUDITORIA MEDICA DEL GRUPO HOSPITALARIO KENNEDY MI OFICINA ESTA EN EL SEGUNDO PISO DE LA CLINICA KENNEDY DEL POLICENTRO MI TEL 2286963 EXT 1603 MI CEL 0982779074,SOY ADMIRADOR DEL CLAN AROSEMENA MI PADRINO FUE EL CAPITAN ACHOCHA PEPE AROSEMENA ELIZALDE

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×