Ya para cuando se publique esta pequeña entrega, habrán concluido estos Juegos Olímpicos, y
Río de Janeiro, Brasil, se estará preparando para los siguientes en el año 2016, una vez más, y
ya como nuevamente nos estamos acostumbrando, la participación del equipo tricolor, fue para
decirlo menos, más que mediocre.
Ser severos con la mayoría de los 36 representantes nacionales sería muy injusto, ellos
participaron con sus mejores voluntades y a punta de su mayor sacrificio, dieron lo que sus
cuerpos y mentes les respondieron a sus máximas exigencias, sin embargo, me pregunto como
muchos, porque otros países de similares, o aun inferiores características y condiciones al
nuestro, si obtienen medallas, o se ubicaron en mejores posiciones que Ecuador?.
Considero, sin temor a equivocarme, que la respuesta es muy simple, FALTA DE APOYO, y
lo escribo con mayúscula, porque de ello, lamentablemente somos responsables todos, desde
el Gobierno con sus ineficientes políticas hacia lo deportivo, excluyendo algunos deportes
tradicionales, hasta los mismos deportistas, que prefieren tomar otros rumbos, obligados en
muchos casos por la desidia de los estamentos que deben manejar su preparación con más
responsabilidad, sin dejar pasar, a los simples ciudadanos de a pie, que somos la mayoría, que si
no es fútbol, la palabra Deporte, está vetada en todo sentido, salvo contadísimas excepciones.
De lo anterior, es loable y plausible, que ese “negrito de oro”, (lo digo sin ser peyorativo), una
vez más nos haya dado una lección de humildad y sacrificio, y siendo uno de los desconocidos,
al menos en la parte mediática, se ubicara en el séptimo puesto a nivel mundial en velocidad, y
aún más, al saber que su historia es como la mayoría de los verdaderos Grandes, al haber salido
de uno de los más pobres barrios, de una de las provincias más olvidadas del País, con sus
consabidas limitaciones en todo sentido.
Alex, nos ha hecho creer una vez más en el País donde vivimos, acabo de leer sus aspiraciones
para estas Olimpiadas, y humildemente decía, “espero estar entre los 8 mejores del Mundo”, y
lo ha cumplido, por él como persona, y como deportista por nuestro Ecuador, no permitamos
mis queridos lectores, que los muchos Alex Quiñónez que existen en todos los ámbitos, no
solamente en lo deportivo, permanezcan invisibles, por políticas o peleas intestinas, que lo
único que buscan es réditos personales, y no colectivos.
Obliguemos a nuestras autoridades, que así como estrujan nuestros bolsillos a base de
impuestos “verdes”, que más parecieran que van a los partidos identificados con esos colores,
esos dineros sean invertidos en al menos ciencia y tecnología en favor de deportistas como
Alex, que merecen un extenso aplauso de pie de todos nosotros. Hasta la Victoria Siempre, Alex
Quiñónez.
Que recuerde el ministro de Deportes ya terminada las olimpiadas se revisaría a las federaciones deportivas para saber a ciencia cierta donde y que hacen con los dineros que se destinan a estas.
Y que en las próximas olimpiadas no debe ir ni un solo dirigente, todos los cupos lo deben llenar deportistas, entrenadores y doctores del deporte que son de utilidad a la consecución de los logros deportivos.