El 11 de diciembre de 1961, la sede diplomática del Ecuador en La Habana
fue invadidapor ciudadanos cubanos. Esta situación habría pasado
desapercibida si no hubiese sido por el matiz de violencia que tuvo. El
entonces Canciller Francisco Acosta Yépez, señalaba:
“Un camión con algunas personas se metió a la sede de la Embajada,
pasando sobre la cerca; estas personas iban en busca de asilo. La guardia del
Gobierno cubano que estaba custodiando la Embajada ecuatoriana disparó
sobre las personas que iban en el camión, como resultado de lo cual hay
tres muertos y cuatro heridos… Los muertos y heridos cayeron dentro del
predio de la Embajada Ecuatoriana… Entiendo que todas las representaciones
diplomáticas en la Capital de Cuba tienen guardia, pero no se si será para
impedir el uso del derecho de asilo o para resguardar las sedes de las
Embajadas”.
Otra incursión a nuestra embajada en la Habana lo relató Norberto Fuentes en
su libro Los hijos del enemigo:
“El 13 de febrero de 1981 catorce miembros de la familia Delgado entraron
en los terrenos de la Embajada de Ecuador. Unos cuantos llevaban pistolas
calibre 22 (sin detonador), como medida de precaución. Tan pronto como
estuvieron a salvo dentro del edificio de la embajada, los Delgado entregaron
sus armas al embajador ecuatoriano, Jorge Pérez Concha”. La verdad es que
los Delgado, habían tomado como rehén al embajador; una comisión viajó a
Cuba para mediar en el problema. El 20 de febrero de 1981, los refugiados
liberaron al embajador Pérez y a todos los rehenes.
El régimen cubano no aceptó el acuerdo e invadió la sede diplomática.
Fuentes lo narró así: “Entre la 1 y las 4 a.m. del 21 de febrero, fuerzas
especiales de Castro asaltaron la embajada ecuatoriana para detener a los
disidentes…”. El mismo día, el gobierno de Castro declaró a la prensa que
sus milicianos ingresaron a la embajada “con la autorización del Ecuador”. El
gobierno del Ecuador desmintió y protestó enérgicamente por la violación de
su misión diplomática. El Canciller Alfonso Barrera Valverde declaró:
“El gobierno de Cuba se tomó la embajada, eso me molestó mucho. Es la parte
desagradable. El gobierno de Cuba debió respetar la embajada. (…)”.
¡Qué ironía! Cuba como parte de esa extraña organización llamada Alba,
condenó el “intento de asalto” a nuestra embajada en Londres.
¡Es bueno recordar la historia!